Newell’s no mostró grandes luces en el que fue el debut de Germán Adrián Ramón Burgos como entrenador: empató 0 a 0 con Unión de Santa Fe en Rosario. En un partido aburrido, la Lepra al menos consiguió su primera valla invicta en lo que va de la Copa de la Liga y el Mono se fue conforme con lo que ofrecieron sus dirigidos, a los que despidió uno por uno antes del ingreso al túnel tras el final.
El ex ayudante del Cholo Simeone en Atlético Madrid irrumpió en el césped del estadio Coloso Marcelo Bielsa con su habitual gesto adusto, un barbijo negro que le cubría casi todo el rosto y conjunto deportivo negro con las insignias de la institución que dirige. Tras un saludo y breve charla con su colega Juan Manuel Azconzábal, se instaló en el banco rojinegro al límite de la línea lateral.
Burgos se quejó ante el árbitro Patricio Loustau por un supuesto penal contra Pablo Pérez pero separó en el entretiempo a sus dirigidos cuando se acercaban a la terna para discutir esa polémica. Uno de ellos fue Maxi Rodríguez, al que recibió afectuosamente cuando lo reemplazó al cuarto de hora del segundo tiempo.
LAS INTERVENCIONES DE GERMÁN BURGOS
· Al árbitro Patricio Loustau: “Todas son falta, todas son falta. Van cinco ya, todas faltas son, no dejan progresar el ataque, viejo”
· Al juvenil Juan Sforza: “Escuchame, dos pelotas van. ¿Para qué pisás la pelota? Con el interior, carajo. ¡Dos pelotas van que perdés, dale!”
· A Pablo Pérez: “Bien, Pablo. Estás jugando muy bien, dale”.
· A Franco Negri: “No te apures, Franco. No te apures a tirar un centro con derecha (es zurdo), carajo. Tranquilo, armá la jugada”.
· A Enzo Cabrera antes de ingresar: “Jugá tranquilo que vas a hacer un gol. Dale, eh”
El ida y vuelta con su ayudante Armando de la Morena:
En el primer tiempo el Mono le gritó a Justo Giani y detrás suyo también le llamó la atención el colaborador. “Pará, dejame a mí, tranquilo. Estás hablando mucho”, lo detuvo a de la Morena, quien pidió disculpas: “Tiene razón, míster”. Y Burgos replicó: “Tranquilo, si no dos voces... No, una sola. Vos estás para ayudarme a mí”. Enseguida miró al banco y preguntó: “¿Y qué hago? ¿Le tiro con un tirachinas (gomera)? Son tres contra dos, Armando. Estás mirando mal”.
Ya en el complemento Burgos se fue de boca con su ayudante justo antes de introducir las modificaciones de Julián Fernández y Jerónimo Cacciabue: “¿Quién va a la zona? No estás atento, Armando, la concha de mi madre. ¿Quién va a la zona? Le dije que ellos dos son chiquitos para ir a la zona”. Y cuando marcó que uno de sus jugadores estaba “jodido”, de la Morena se le acercó para decirle algo y el Mono exclamó: “Uy, qué día tenés hoy, eh. Qué día tiene, eh”.
Los entredichos con su segundo se extendieron hasta el final. “Pablo, puedes tú?”, le preguntó de la Morena a Pérez si podía ejecutar un tiro de esquina. “¿Si puede qué?”, le consultó Burgos, que lo disuadió: “No, si aquel le pega una barbaridad”. El último fue en tiempo de descuento. “Dos minutos, míster, dos minutos”, le avisó de la Morena a Burgos. Y el ex arquero retrucó: “Tranquilo, profe, tranquilo. ¿Qué sos, el reloj de mi vieja?”.
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