Hubo dos jugadas que generaron polémicas en el partido que cerró la cuarta fecha de la Copa de la Liga Profesional, donde River perdió 1 a o frente Argentinos. Una fue el penal no cobrado al equipo de Marcelo Gallardo en el segundo tiempo donde hubo una clara falta del defensor del Bicho, Carlos Quintana, sobre el delantero Millonario, Rafael Santos Borré. Hubiese sido una chance concreta para abrir el marcador a favor de la entidad de Núñez. La otra, una roja que debió haber recibido Paulo Díaz.
Fue a los 14 minutos cuando a Borré le quedó la pelota dentro del área y desde atrás Quintana forcejeó y lo comenzó a desestabilizar al jugador de River, luego el defensor se deja caer sobre el colombiano y le comete penal. En la repetición se observó cómo se cae encima y la falta debió haberse sancionado con el penal a favor del elenco local.
El atacante colombiano le protestó al árbitro Nicolás Lamolina, quien no cobró la falta y decidió un saque desde el arco para el equipo visitante. Hubo insistencia de parte del delantero, pero llegó un momento en el que el mismo Gallardo le gritó que dejara de reclamarle al juez del partido y siguiera jugando.
Fue una instancia clave ya que todavía quedaba media hora de partido y podría haber cambiado el trámite con un juego más abierto. Sin embargo, luego a los 32 minutos, hubo una instancia donde el equipo local se vio beneficiado. Fue en una jugada donde el chileno Díaz mereció irse expulsado por un planchazo a Franco Moyano. Era roja para el jugador de River porque hubo una entrada con uso fuerza excesiva, el punto de contacto y con la suela sobre la pierna del rival.
Con un jugador de más, Argentinos podría haber salido mejor de contra y quizá llegar antes al gol que le terminó dando la victoria en el Monumental. No obstante, el equipo visitante hizo méritos para al menos irse de Núñez con un punto y supo esperarlo a su rival sin desesperarse.
A River le costó entrarle a Argentinos que se cerró muy bien abajo y le impidió a su rival poder varias generar ocasiones claras. Una de las pocas fue la del mencionado penal no cobrado. Incluso el conjunto de La Paternal tuvo algunas posibilidades de contra que no pudo plasmar. Se trató de un planteo que le salió bien a Gabriel Milito que dirige su cuarto cotejo en el Bicho.
Para terminar una noche para el olvido, en el epílogo del cotejo Argentinos encontró la victoria con un golazo de Gabriel Florentín cuyo derechazo con chanfle que se metió en el segundo palo y fue inatajable para Franco Armani.
Fue una victoria que se hizo esperar once años para el Bicho, que no ganaba desde el Torneo Clausura 2010 cuando fue campeón de la mano de Claudio Borghi.
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