Este lunes Eduardo Salvio fue intervenido de una grave lesión que lo mantendrá alejado por varios meses de las canchas. En un momento tan difícil, el futbolista de Boca Juniors contó con un acompañamiento clave. En horas de la mañana, el entrenador Miguel Ángel Russo se hizo presente en su ingreso a la clínica y le dio palabras de aliento en la previa de la intervención.
A pesar de que su jornada del domingo había terminado en horas de la madrugada luego de la aplastante victoria del Xeneize por 7-1 a Vélez, Russo se levantó temprano y manejó su auto hasta San Isidro para estar al lado de Salvio en un momento crucial para su carrera y para su futuro.
“Tengo muy buena relación con él. Miguel además de ser un gran entrenador es una gran persona. El otro día también tuvo la posibilidad de estar con los chicos en el hotel, de pasar a merendar con ellos y me quedé también hablando con Miguel. Para mí significa mucho que él y que el grupo me apoyen tanto en este momento”, dijo el Toto, de 30 años, antes de entrar a la clínica.
El futbolista de Boca fue operado de la ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que sufrió la semana pasada en el duelo ante Sarmiento de Junín en la Bombonera. Aunque el departamento médico del club no precisó plazos de recuperación, es sabido que este tipo de dolencias conllevan una rehabilitación de al menos seis meses hasta poder regresar a la actividad. Esta es la tercera lesión ligamentaria que sufre el ex Lanús en su carrera luego de las que tuvo en su rodilla derecha en 2013 y 2015, cuando se hallaba jugando en el fútbol europeo.
Tras acompañar a Salvio en la clínica, Russo encarará esta semana la preparación de cara al gran Superclásico del próximo domingo a las 18. La goleada ante Vélez significará un envión anímico para realizar los trabajos en la previa del encuentro ante River, que se disputará en la Bombonera.
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