Su estructura y dimensiones “rompen” el paisaje. Su opulencia y lujo parecen chocar a propósito con el contexto. Como un capricho, el Estadio Único Madre de Ciudades, se levanta en la ribera del Río Dulce, en una zona de Santiago del Estero despoblada, en la que se destaca lo que falta: terrenos vacíos, calles con cordones despintados y vecinos que circulan sin apuros citadinos. Alrededor no hay grandes edificios, ni industrias, ni grandes empresas de servicios. Tiene “nivel europeo” en una provincia que registra los peores índices de desarrollo humano y social de una Argentina que viene, también, empeorando indicadores.
Antes de la inauguración, la cancha que mandó a hacer el gobernador Gerardo Zamora había sido noticia por los “palcos VIP”, fastuosos espacios interminables con vista al verde césped que nada tienen que envidiarle a los del “primer mundo”. Pero después de la apertura para la final River-Racing de la Supercopa Argentina, fue tendencia en redes y un fotomontaje tuvo destino de triste meme: la imagen icónica del papá de Abigail incrustada en el medio del estadio.
Un estadio fabuloso
El recinto, que fue planificado por el arquitecto Enrique Lombardi, quien también lideró el proyecto de construcción del flamante estadio de Estudiantes de La Plata, es un cilindro con 16 bocas de acceso que tiene dos bandejas y cuenta con capacidad para que los 30 mil espectadores estén sentados. Costó unos 1.500 millones de pesos.
“Reúne todas las condiciones. Es fabuloso encontrar un estadio de este nivel en el interior de la Argentina y de Sudamérica y que podamos utilizarlo”, dijo en octubre del año pasado Gonzalo Belloso, Director de Desarrollo de la Conmebol, durante una visita que realizó el organismo para verificar los avances en ese centro deportivo. Más allá de todos los eventos ya planificados en esa cancha, el Estadio Único Madre de Ciudades está también en la puja con otro seis estadios argentinos para albergar la final de la Copa Libertadores 2021.
La obra se inició a mediados del 2018 y hoy tuvo su inauguración oficial con un acto en el que el presidente Alberto Fernández justificó el lujo: “¿Quién ha dicho que en Santiago del Estero no puede haber un estadio de fútbol así? ¿Dónde está escrito eso? Cuando estamos avanzando en obras de este tipo y estamos llevando obra pública, infraestructura escolar, hospitales, más deportes, más turismo, lo que estamos haciendo es generando igualdad en la Argentina”.
Santiago del Estero tiene el 42,5 por ciento de su población debajo de la línea de pobreza, según los últimos datos informados por el Indec sobre la situación del país en el primer semestre del año pasado: se trata de una de las provincias más pobres de la Argentina. Casi la mitad de los hogares de la provincia no cuentan con agua potable y aún más carecen de cloacas o desagües. Con sueldos públicos de los más bajos del país y niveles de trabajo informal (en negro) de los más altos, los santiagueños padecen las consecuencias de décadas de atraso.
Sin una pesada herencia, desde 2005 Gerardo Zamora gobierna con mano de hierro la provincia. Como acostumbraba a hacer Carlos Juárez -el anterior caudillo feudal santiagueño- con Mercedes “Nina” Aragonés, tuvo que dejar en manos de su esposa, la actual senadora Claudia Ledesma Abdala, el cargo por cuatro años. Pero volvió, se quedó y sigue ahí.
Los palcos VIP
El fastuoso estadio está en un predio sobre la Costanera Norte de la ciudad de Santiago del Estero, a la vera del Río Dulce y rodeado por el Puente Carretero y el Jardín Botánico. El video del interior de este lujoso palco rápidamente dominó las redes sociales y el medio Periodismo y Punto afirmó que allí se ubicará el gobernador de la provincia, un fanático de fútbol, quien en el Mundial Sudáfrica 2010 fue visto en un palco del estadio Soccer City de Johannesburgo siguiendo la goleada de Argentina sobre Corea del Sur (4-1).
Las imágenes muestran un amplio espacio con vista preferencial ubicado en el centro del campo de juego y capacidad para varios espectadores, con mesas altas, sillones, separaciones entre el mismo habitáculo, diferentes pantallas y detalles en la decoración. En las redes cuestionan la fastuosidad del palco VIP en relación a la pobreza estructural de la provincia.
Según pudo saber Infobae, los palcos de los estadios que pretenden calificar para etapas definitorias de los principales certámenes a nivel mundial (Copa América, Mundiales, etc.) tienen palcos corporativos y los palcos llamados “presidenciales” donde se ubican las principales autoridades deportivas, como bien podría ser el presidente de la AFA, de la Conmebol o de la FIFA, o el gobernador Zamora. “Cuando se diseña un estadio de estas características, tiene que tener toda esta cantidad de estos palcos corporativos y de autoridades”, aclararon a este medio.
Allí, Zamora aspira a que se jueguen dos partidos de la Copa América de este año y, eventualmente, sus potencias futbolísticas: Club Atlético Güemes, Villa Mitre o Central Córdoba.
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