Guillermo Coppola recordó a Maradona a tres meses de su muerte con una frase desgarradora: “En ocho horas de agonía que tuvo Diego, como mínimo hubiese ido dos veces a taparlo”. El ex representante y amigo de Pelusa se mostró muy dolido por el triste desenlace del astro y sobre todo por los pocos cuidados que recibió el Diez en sus últimas horas de vida.
Y agregó: “No señalo si no estoy. No juzgo. A los profesionales no puedo decir si actuó bien o mal si no soy médico. Pero leo, veo y escucho, pero hay algo que sí sé: amigo, yo sé lo que hago como amigo. Por eso cuando te dicen, ‘mi mejor amigo, se fue mi amigo, era mi amigo’, y después decís ‘el gordo se caga muriendo’... Dejame tener la duda de que no era el amigo, porque al amigo no se le suelta la mano campeón”.
“Me cansé de putearlo desde el velatorio hasta la última bendición porque habíamos quedado que él me iba a llevar primero al cementerio”, expresó Guillote en una profunda entrevista con Súper Deportivo Radio, por Radio Villa Trinidad.
La relación entre Coppola y Maradona trascendió todas las fronteras y fue realmente tormentosa. Primero lo representó entre 1985 y 1991, cuando Diego jugaba en Napoli, y luego lo hizo entre 1995 y 2000, cuando se rompió por completo tras duras acusaciones de Pelusa.
“Veo a Maradona en mi mujer. Lo nuestro fue amor. Mi mujer se levanta a ver a mi nena a la madrugada, yo hacía lo mismo por Diego”, recordó Coppola quien luego de estar 20 años distanciado, pudo reunirse y limar asperezas en el Mundial de Rusia 2018. Tres años antes, por pedido Maradona, el ex mánager lo había acompañado en uno de sus momentos más difíciles del Diez cuando murió Don Diego, el padre del astro.
“Si Diego me apareciera en este momento, le diría: ¡Subite Diego, y vamos a vivir la vida! ¡Vamos a recorrer el mundo!”, manifestó Coppola, quien le agradeció a la familia por haberlo convocado y permitirle despedirse de su amigo. “¿Qué me hubiera dicho él? Vamos Guillote, vamos...”, cerró.
Otras frases importantes de Coppola:
“El último abrazo que le di fue en la Bombonera, cuando Boca salió campeón ante Gimnasia. Ante 50 mil personas me hacía la seña que lo llame. Esa fue la última vez que lo vi a Diego”.
“A la gente se le fue ese ídolo máximo, que tanto nos dio al deporte argentino y a los italianos en Napoli. Pero a mí se me fue otro Diego. Mi gran amor. Juntos, siempre juntos”.
“Para muchos y también para mí, siento que esto es un sueño, que todavía está. Cada uno vive el duelo como lo siente. Yo siempre voy a tener los mejores recuerdos y agradecimiento por esa vida que viví y nadie la vivió como yo. Todo gracias a él”.
“Él vivió sin deber o rendir cuentas. Él veía una injusticia y la decía. Quería enarbolar una bandera y lo hacía. Por ahí no caía simpático, pero a él no le importaba. El ejemplo es Venezuela, él tenía su convicción. Y por ahí eso no le sumaba, y no le importaba porque lo sentía”.
“Recuerdo cuando fue el partido homenaje, Diego no quería, él nunca se iba a despedir del fútbol. Por eso le decía que era un homenaje, no una despedida”.
“Lo más preciado para nosotros es la vida, lo segundo es la libertad. Para Diego el bien más preciado era la pelota y el segundo, el campo de juego. Por eso la imagen del 30 de octubre es una imagen triste que no deberíamos pasarla nunca más. Agarrarse de una persona para caminar, no. Homenaje es aquel que le hacemos todos los días, todos”.
Seguí leyendo: