“Vamos a ver cómo estaré en junio. De acá a lo que me quede, ya sea junio o diciembre, no creo que pase de diciembre. Este 2021 es mi último año como futbolista”. Leonardo Ponzio soltó la bomba y conmovió al mundo River. Es cierto que por sus 39 años era un anuncio posible, pero era algo que ningún hincha quería escuchar.
El futbolista que retornó al Millonario en el 2012 se despedirá de su carrera profesional en el club donde se convirtió en símbolo: “Es lo que trato de asimilar. Hay que saber hasta dónde uno puede dar. No quiero correrlo más allá. Quiero ir semestre a semestre”, sentenció en una entrevista con Radio La Red.
“Me dijeron que me tengo que aburrir un tiempo. Después buscaré un lugar donde sea útil. Si es en River o en otro lugar”, advirtió. El León aclaró que por el momento no se ve como entrenador de un primer equipo: “Estoy tratando de prepararme. Miro mucho el tema de formación o cómo llega el jugador nuevo al Mundo River. Porque todo es nuevo, todo te sacude. La exigencia es doble, a la hora de entrenar y en los partidos”.
Por lo pronto, ya empezó a darle rienda suelta a una faceta que parece interesarle: el mundo dirigencial. En las últimas semanas se transformó en el vicepresidente del Club Atlético Williams Kemmis de Las Rosas, que actualmente comanda su primo Agustín. “Me encantaría ayudar desde ese lado”, dijo sobre un posible cargo de manager o director deportivo. Y elogió el trabajo del español Monchi, quien ocupa ese puesto en el Sevilla: “Me gusta mucho el trabajo de Monchi. Es algo que me gusta”. Y barajó la posibilidad de acompañar a Enzo Francescoli: “Me gustaría ayudar en lo que se está haciendo. Las cosas se están haciendo bien y me gustaría ayudar”.
“No tengo nada que ocultar a estas alturas. Si en la Copa Libertadores estamos bien, y otras cosas más, me encantaría seguir hasta diciembre. Pero no puedo ir más allá. No quiero ser una piedra en el camino para otros pibes que están creciendo. Mientras compita le voy a dar. No estoy en un club donde podés hacer la plancha. Tenés que estar siempre en el máximo nivel”, soltó el volante central.
El mediocampista se inició profesionalmente en Newell’s a mediados del 2000. Pasó por el Zaragoza de España, pero su nombre quedó marcado a fuego en la historia de River: conquistó 14 títulos y el ascenso a Primera División.
Durante la entrevista, Ponzio fue consultado sobre cómo hizo River para convertirse en “copero”, algo que no vivió el futbolista durante su anterior paso en la institución. “Entre 2007 y 2009 jugamos Copas, y lo que sentía no es lo mismo que ahora. Ahora hay un respeto, pero porque se ganó. Jugamos los partidos de local y de visitante de la misma manera. En ese tiempo veníamos de un año bueno y de uno malo, era medio indescifrable. Le torcimos la mano a la situación para mí por los grupos que formamos. Ahora las competencias internacionales son algo que nos gusta jugar”, manifestó.
“Hubo una irregularidad, que siempre hablamos. Tuvimos la posibilidad de pelear algunos torneos locales, en los cuales estábamos entrando a etapa de definiciones en la Copa Libertadores y no estuvimos a la altura en los partidos clave con el recambio. Otros los peleamos hasta el final con dos competencias a la vez. No lo hemos ganado, pero siempre peleamos todos los torneos”, comentó sobre la asignatura pendiente del ciclo Gallardo en el plano local.
A la hora de marcar los tres títulos más importantes durante su paso por el Millonario, el mediocampista sorprendió: “La primera Copa Libertadores, la Segunda Libertadores y la Supercopa. La del 2015 para nosotros fue importante, porque hacía mucho que no se ganaba”. Y en contrapartida, a la hora de los golpes, no dudó en remarcar lo acontecido ante Lanús en 2017: “Nos duró un par de meses. Habíamos jugado muy bien de local y allá empezamos bien, pero después se nos fue todo. Con Flamengo fue distinto, porque llegamos a la final, que era donde queríamos estar, y competimos. Pero lo de Lanús fue un golpe que nos sacudió”.
Ponzio, que remarcó que el plantel no mantiene deudas económicas, dio detalles de cómo se maneja el plantel: “Lo que hacemos mucho es hablar en el día a día, y cuando hay que hablar con algún chico, es hablar de a uno o dos y no exponerlo, preguntarle. Tratarlo de igual a igual para que se genere un vínculo cuando pasa algo. Tenemos una convivencia bastante sana”.
Con respecto a Marcelo Gallardo, el deportista no dudó: “Cuando estás con un propósito y estás en tu casa, es difícil irse. Pero el día que quiera irse, las puertas de Europa las va a tener abiertas. Y eso te lo firmo. Puede hacer una carrera por muchos años en Europa. Va a ser algo decantado. Tiene mundo, jugó en Europa y está preparado”.
Además, confesó que no cree que se desarme el trinomio que conformó junto a Matías Biscay y Hernán Buján: “No veo que quieran hacer su camino solos. Si sucede, que Marcelo se vaya a Europa o el país que sea y ellos no puedan ir, ahí se verá. Uno es el brazo derecho y el otro el izquierdo. Se conocen desde chicos. Es lindo de admirar el vínculo que tienen”.
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