Son horas tristes para el futbolista colombiano Felipe Román. Hasta este jueves, el lateral derecho transitaba momentos de ilusión por su casi segura transferencia a Boca Juniors. Sin embargo, el joven de 25 años no pasó la revisión médica en la Argentina debido a que se le detectó una anomalía cardíaca y el pase se cayó. Con toda la frustración a cuestas, emprendió el regreso a su país, donde fue recibido de un modo conmovedor.
Este sábado, Román aterrizó en el aeropuerto de Bogotá y, al bajar del avión, allí lo esperaba un numeroso grupo de personas. Desde sus padres, familiares y amigos, hasta dirigentes y sus propios compañeros del club Millonarios. Decenas de personas se movilizaron hasta el lugar para darle una cálida bienvenida al defensor en un momento tan complejo de su vida personal y profesional.
En primer término, el jugador se dio un fuerte abrazo con su madre. Luego fue el turno de cada uno de el resto de los allegados de acercarse y de saludarlo. A Román se lo vio apesadumbrado, pero agradecido por tamaña muestra de cariño. Es que la razón por las que no pudo concretarse su llegada a Boca no es para nada liviana: es un delicado tema de salud que requerirá de un atento seguimiento y que hasta podría poner punto final a su carrera como jugador.
Aunque no se informó de manera oficial el diagnóstico del jugador, en principio se trataría de una miocardiopatía hipertrófica progresiva, lo que no solamente complicaría el futuro inmediato del futbolista como profesional sino que esta patología congénita de baja incidencia puede llegar incluso a poner fin a su carrera. La ampliación de la masa muscular del corazón puede llegar a ocasionar una arritmia. Esta es la mayor causa de muertes en el deporte para menores de 35 años.
Boca le iba a comprar el 50% del pase a Felipe Román por expreso pedido del entrenador Miguel Ángel Russo. El DT consideraba que la llegada del colombiano, a quien hizo debutar como profesional en su paso por Millonarios entre 2017 y 2018, era clave para cubrir una posición en la que hoy tiene a Julio Buffarini (se despedirá a mitad de año cuando finalice su vínculo con el Xeneize) y a Leonardo Jara, quien no resolvió su continuidad más allá de junio de 2021.
“Todo el mundo dice qué lástima, qué dolor… imagínense el dolor mío que estuve todo el día con él”, contó Jorge Bermúdez, integrante de la secretaría técnica de Boca, sobre cómo fueron las horas de Román en la Argentina. “Vi la felicidad que tenía cuando llegó, cuando ya terminábamos los exámenes y nos íbamos para el club, el nerviosismo cuando le empezaron a decir que las situaciones no estaban bien”, agregó en diálogo con ESPN Colombia y reveló que estuvo presente cuando el jugador llamó llorando a su madre para contarle lo que había sucedido. “Es muy duro”, concluyó.
Román estuvo cerca de ser el segundo refuerzo de Boca (después de Marcos Rojo), pero no pudo concretar su ilusión. Ahora deberá regresar a Millonarios -donde ha sido recibido con gran cariño- para intensificar los estudios médicos y determinar si podrá seguir jugando al fútbol de manera profesional.
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