De aquel gran jugador a este técnico de Primera con Platense: Chocho Llop, un trabajador a destajo

Ahora es noticia por ascender al Calamar, pero el ex futbolista y campeón con Newell’s fue elogiado por su entrega hasta por el dibujante Fontanarrosa, fanático de Rosario Central. Forma parte de esa camada de dirigidos por Bielsa, que luego siguieron el camino de la dirección técnica

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La emoción de Chocho con el ascenso de Platense a la altura del título logrado con Newell's com jugador (Club Platense)
La emoción de Chocho con el ascenso de Platense a la altura del título logrado con Newell's com jugador (Club Platense)

“Fue una de las sensaciones más hermosas que atravesé en mi carrera. Sentí una paz interior y una alegría interna difícil de explicar, similar a las que viví como jugador a lser campeón con Newell´s en la Bombonera”. El hombre de apodo y apellido poco comunes, contrastando con sus nombres más habituados a nuestro día a día, vuelve a emocionarse al evocar el reciente ascenso de Platense que lo tuvo como protagonista desde el banco. Para las nuevas generaciones, es el director técnico que devolvió al Calamar a primera, pero el Chocho Juan Manuel Llop, fue un excelente futbolista, vinculado a la más gloriosa historia de Newell´s.

Hace 20 años comenzó su camino como entrenador, en el cuadro rosarino que lo vio nacer también como jugador: “Lo que me han dado éstas dos décadas como DT es una gran maduración, saber cómo reafirmar las buenas experiencias y tener la capacidad de análisis y de autocrítica cuando los resultados no han sido positivos. Pasé por muchos equipos, con distintas características en los planteles y son situaciones que te van marcando y te hacen crecer permanentemente en la profesión. Creo que llegué a Platense con todo ese bagaje de experiencias. Cuando tomó un plantel, lo primero que reviso son sus características y de ahí en adelante determino el sistema táctico a utilizar. El paso siguiente es tomar conocimiento del objetivo grupal que podés alcanzar y luego hacer sentir cómodos a los futbolistas y tener ideas en común. Eso se dio en Platense”.

Luego de 22 años Platense vuelve a la Primera División de la mano de Llop.
Luego de 22 años Platense vuelve a la Primera División de la mano de Llop.

Debutó en primera en 1981, con Juan Carlos Monte como DT y formando parte de un grupo de muy buenos futbolistas: “Lo que recuerdo de esa tarde es la tensión en mi cuerpo, porque sentía que no estaba lo relajado que debía, como si me ocurrió más adelante. El debut genera ansiedad y expectativa y quizás no estaba preparado Como deseaba. Además, debía insertarme en un tremendo plantel, lleno de muy buenos jugadores (Santiago Santamaría, Daniel Killer, Juan Simón, Tata Martino, Sergio Almirón, Víctor Ramos, etc). Para ganarse un espacio había que bregarla demasiado”.

Y fue un camino difícil y complejo. Los titulares no aflojaban ni permitían un resquicio para que el Chocho pudiera demostrar su capacidad, que si apreció mucho público através de la televisión, en el famoso torneo de juveniles llamado Proyección 86 que emitió canal 11: “Perdimos la final con Racing. Nos fue muy bien en ese campeonato que permitió la aparición de varios chicos que llegaron a primera, como el Yaya Rossi, Dalcio Giovanoli, Ariel Paolorrosi, Baravane y Pancirolli como arquero”

A principios de 1984, Llop avizoraba que seguía siendo complicado poder tener un lugar entre los titulares: “Sentía que tenía la necesidad de jugar y en Newell´s era muy complicado porque el puesto estaba cubierto, ya que el entrenador se decidía por otros compañeros. Entonces fui a hablar con el presidente para comunicarle lo que sentía y al poco tiempo se presentó la posibilidad de ir a disputar el Nacional a Estudiantes de Río Cuarto. Me sirvió muchísimo desde el punto de vista profesional y también económico. En la zona nos tocó con Huracán, Atlético Concepción del Uruguay y River, que comenzaba a armar el gran plantel con el que ganaría todo. Estaban el Beto Alonso, Roque Alfaro, el Tolo Gallego, Enzo Francescoli, entre otros. Logramos empatarle 2-2en Río Cuarto y perdimos 3-2 en el Monumental jugando bien. La última fecha ganamos en Entre Ríos, donde hice un gol, pero no nos alcanzó para clasificarnos”. La experiencia fue positiva pero duró poco y, como un destino circular, debía volver a pelearla en Newell´s: “Al poco tiempo de regresar, comienzo a afirmarme en el equipo con Jorge Solari como entrenador, quedando como titular por 10 años. Puntualizo en ese momento el inicio del éxito de Newell´s en las temporadas posteriores, porque en el Nacional ’85 arribamos hasta las instancias finales, en el torneo 1985/86 fuimos subcampeones de River, en la temporada 1986/87 salimos nuevamente segundos y estaba claro que con la base que teníamos, debíamos ser campeones en el 87/88, cosa que conseguimos con claridad”.

El Chocho Llop en 1989, se afianzó en Newell's luego de una temporada en Estudiantes de Río Cuarto.
El Chocho Llop en 1989, se afianzó en Newell's luego de una temporada en Estudiantes de Río Cuarto.

En el medio de esa cadena de logros, ocurrió un hecho doloroso que marcó al grupo y fue la final de la liguilla 1986, que clasificaba al ganador a la Copa Libertadores. Newell´s se impuso en la ida a Boca en la Bombonera 2-0 con goles de Martino y al comenzar la revancha, se puso 1-0. Ese global de 3-0 que parecía una diferencia indescontable, se les fue escurriendo como el agua entre los dedos, al punto que sobre la hora, el cuadro Xeneize convirtió el 4-1 con que el que dio la vuelta olímpica: “Éramos un grupo muy fuerte, porque la mayoría veníamos juntos desde 1982 y se extendió hasta1990. Los golpes, sobre todo ése, nos hizo madurar y que pudiéramos mostrar un síntoma de rebeldía necesario ante la adversidad”.

Juan Manuel Llop ya era uno de los símbolos de aquel grupo, junto al Gringo Scoponi yal Tata Gerardo Martino. La obtención del título en la temporada 1987/88 era casi una obligación para ellos y así lo tomaron, pero disfrutándolo y sin tener esa necesidad como una presión. También hubo cambio de entrenador, con la llegada de Yudica por Solari: “José le dio su impronta al equipo que tuvo pocos retoques, como fueron la aparición de Roberto Sensini en el lateral izquierdo, más lo regresos de Roque Alfaro, Víctor Ramos y Sergio Almirón. Lo ganamos casi de punta a punta, con todos los futbolistas provenientes de las inferiores y no tengo dudas que fue uno de los mejores equipos en la historia de Newell´s. Les ganamos los dos partidos a River y los dos a Boca, al que le marcamos 9 goles entre la ida y la vuelta”.

Histórico mediocampo de Newell´s, campeón 1987/88, Chocho Llop junto al Tata Martino y al Yaya Rossi
Histórico mediocampo de Newell´s, campeón 1987/88, Chocho Llop junto al Tata Martino y al Yaya Rossi

El paso siguiente para aquel gran cuadro del Parque de la Independencia era la contienda internacional. Estaba en condiciones de pelear por conseguir la Copa Libertadores, que quedó apenas a un paso. En medio del desarrollo de la competición, perdió a dos titulares transferidos a River: Abel Balbo y Fabián Basualdo. Por éste último es que el Chocho abandonó su lugar habitual de medio campista central para ser lateral derecho: “Se dio porque jugamos contra San Lorenzo, el Piojo Yudica me ubicó ahí y rendí muy bien, pero si no es tu posición, podés tener algún partido destacado y quizás no mucha continuidad. En la final con Nacional no me fue bien, porque me sentía un poco apretado por la línea. Nos faltó un poco de madurez para la segunda final en Montevideo, donde atravesamos cosas tremendas, que ahora por suerte ya no pasan en la Copa. El rival nos ganó bien y es el último uruguayo campeón de América”.

El impacto fue importante y al equipo le costó retomar la senda del buen juego y los resultados positivos, hasta que a mediados de 1990, llegó a la dirección técnica un joven de 35 años, llamado a hacer una revolución: “La asunción de Bielsa fue muy importante, porque apuntaló el recambio de jugadores con varios chicos que ya venían con nosotros y se potenciaron. A Marcelo lo conocía porque dirigía la reserva y siempre observaba las prácticas de primera, donde seguramente nos estaba estudiando a todos. Pocos recuerdan que él también me colocó como lateral derecho en sus encuentro iniciales, donde no comenzamos bien y asomaron algunas dudas, hasta que llegó un partido decisivo contra Unión en Santa Fe. Entonces hizo unos cambios que fueron productivos, donde regresé al medio y modificó la línea de cuatro que quedó firme, con Scoponi en el arco; Saldaña, Gamboa, Pochettino y Berizzo. En el medio Franco, yo, Martino y adelante Zamora, Boldrini y Ruffini. Ganamos 3-1, pero tengo muy claro que ese encuentro era determinante para nuestro futuro”.

Había en Llop un hecho destacable en la ubicación y el quite, para entregarle a sus compañeros una pelota utilizable y apta para el consumo inmediato. Hasta un Canalla histórico como Roberto Fontanarrosa reconoció varias veces las virtudes de aquel equipo, donde señalaba en un párrafo: “Había también trabajo a destajo en el Chocho Llop, otro histórico, eficiente y solidario hombre del Parque”. Sobre esto, el protagonista acota: “En ese aspecto, siempre fui inteligente para correr, tratando de abanicar e involucrándome por donde iba el juego. Creo que una de mis virtudes era estar bien ubicado y por eso, estimo, que Marcelo me puso luego de líbero”.

El 9 de julio de 1991 se inscribió a perpetuidad en la historia Rojinegra. Esa tarde/noche se consagraron campeones de la temporada superando por penales a Boca en la Bombonera, ocasión en la que Llop la rompió como último hombre. Pero la gloria tuvo un comienzo en las antípodas: “La semana previa se fueron Gamboa y Franco a la Copa América y Bielsa me preguntó si me animaba a jugar de líbero, a lo que le respondí que por supuesto que sí. Hicimos una práctica de fútbol tan mala (risas) que no nos salió una. De vuelta en los vestuarios, hubo una charla de 30 minutos, cambiando ideas replanteando todo, con el estilo de Marcelo. A la hora del juego, salió perfecto por un motivo fundamental: el convencimiento que había en el grupo y las ganas de hacer historia. Bielsa nos mentalizó antes del partido en cancha de Boca, diciéndonos que nonos podíamos permitir no irnos sin el triunfo de la Bombonera. Y lo vi feliz y efusivo como pocas veces, porque antes que nada, es fanático de Newell´s. Al llegar al hotel me llevé una sorpresa, cuando me informaron que Boca me quería para disputar la liguilla. Agradecí pero les dije que no, porque estaba desgastado y quería disfrutar un poco. El regreso a Rosario fue extraordinario, porque una multitud nos esperaba en el ingreso a la ciudad para acompañarnos hasta el estadio”.

Formación del equipo de Newell's que salió campeón ante Boca en la Bombonera en 1991 donde jugó Llop.
Formación del equipo de Newell's que salió campeón ante Boca en la Bombonera en 1991 donde jugó Llop.

Otra vez la Copa Libertadores en el horizonte y la gran posibilidad de tomarse revancha de lo ocurrido en 1988, sobre todo para el tridente histórico y sobreviviente: Scoponi –Llop – Martino: “Arrancamos increíblemente mal, perdiendo 6-0 de locales con San Lorenzo, pero Marcelo hizo unos ajustes y el equipo fue una máquina. Estuvimos a un paso del hecho único para el fútbol argentino de ser campeones del torneo local y la Libertadores, que se nos escapó en los penales ante el mejor Sao Paulo de todos los tiempos. Es la materia pendiente que me quedó en la vida: Ganar la Copa con Newell´s. Ese equipo nuestro fue único y siguió la tradición del club, no sé si habrá otro así, que saca tantos entrenadores: Martino, Pochettino, Berizzo, Gamboa y yo, antes José Yudica y Américo Gallego, entre otros”. La ida de Bielsa dejó un poco huérfano a aquel grupo que lo había dado todo, y más. El inexorable bajón llegó y como consecuencia una magra campaña, hasta que en septiembre del ’93 el mundo Rojinegro se conmovió con la llegada de Maradona: “No lo podíamos creer. Recuerdo que estaba tomando un café en un bar con el Gringo Scoponi y los dos coincidíamos en que no podía ser posible, sin embargo al día siguiente era una realidad que lo cambió todo. Éramos hombres de experiencia, pero no estábamos acostumbrados a eso. Una magia única. En la intimidad era un verdadero amigo, un tipo solidario y un líder muy positivo, que lamentablemente disfrutamos muy poco, pero lo importante es que estuvo y fue inolvidable”.

A mediados de 1994, Llop decidió cerrar su ciclo con la camiseta de toda la vida y emprender otro desafío, como lo era disputar el Nacional B en Estudiantes de La Plata: “En 1993 vino a Newell´s como DT Eduardo Luján Manera, un monstruo como entrenador y como persona y él me convocó para ir a La Plata, porque estaba haciendo dupla con Miguel Russo, con la idea de ascender rápido. Nos fue muy bien, ya que salimos campeones con más de 10 puntos de ventaja con un equipo espectacular donde estaban Sebastián Verón, Martín Palermo y el Mago Capria entre otros. Actué como líbero y fue un gran recuerdo”.

Maradona y Llop en uno de los 5 partidos que disputó Diego con la camiseta rojinegra.
Maradona y Llop en uno de los 5 partidos que disputó Diego con la camiseta rojinegra.

Por su gran capacidad táctica dentro del campo de juego, nadie dudaba que el Chocho se fuera a dedicar a la dirección técnica, que comenzó, como no podía ser de otro modo, en Newell´s hace 20 años. Luego pasó por Paraguay, un recordado ascenso con Godoy Cruz en 2006 y el llamado de Racing, en la urgencia por escaparle a la promoción: “Pelear por no perder la categoría es estresante. Teníamos la posibilidad de firmar y el equipo no andaba bien, al punto que mi ayudante me preguntó: ¿Será el momento? Llevaba 9 partidos sin ganar… Asumimos, ganamos en el debut y la cosa se encaminó un poco hasta llegar a aquella promoción con Belgrano, donde recuerdo a la gente agolpada al lado del micro, rogándonos que no nos vayamos a la B. Por suerte salió bien, fuimos felices y quedamos en la historia”.

Y también inscribió su nombre y apellido recientemente en la de Platense, que vuelve a gozar del casi olvidado placer de sentirse de primera: “En lo personal, tuvo el agregado que el ascenso fue en el Parque Independencia, que es como mi segunda casa. Lo disfruté mucho por el trabajo realizado desde el 3 de septiembre. El grupo hizo un esfuerzo enorme y merecían terminar felices. Yo siempre trato de tener un vínculo de ida y vuelta con los jugadores y estoy cerca de ellos, motivándolos permanentemente para que puedan desarrollar su talento. A partir de esa relación, también se genera un compromiso y ellos puedan expresarse de la mejor manera. Ahora llega el momento de una mayor exigencia, pero seguiremos por nuestro camino, tratando de buscar lo más alto, hacer una buena campaña, pero sin techo. No estar pensando que Platense volvió a Primera luego de 22 años y tenemos que transitar ese camino viendo si nos podemos quedar. Vamos a buscar algo diferente, mejor y estamos muy confiados”.

Ahí, en medio de las vacías tribunas que atronaron tantas veces con sus certeras apariciones para robar una pelota, con ese timming de los elegidos que era el motor de un Newell´s que colocó su foto en la galería de los mejores. Hubo que luchar mucho, Chocho, con trabajo a destajo, como te distinguió el Negro Fontanarrosa con su pluma desde la adversaria tribuna rosarina. Pero ahora es el momento del merecido reconocimiento. Y es justicia que la buena gente lo disfrute.

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