El estadio no está abierto para el público, pero para la barra sí. El club tiene un protocolo estricto para el hincha común, pero la barra puede hacer de las suyas como si fuera la dueña de casa, como ocupar la sala de conferencia de prensa, decidir que la pandemia no existe y el distanciamiento tampoco, y hasta armar unos partidos en las canchas de baby para despuntar el vicio. Todo eso sucedió en la cancha de Chacarita, donde los violentos vienen protagonizando una interna feroz desde dos años atrás y que ahora sumó un capítulo audiovisual porque para ratificar que ganó la guerra y que la tribuna es suya, La Famosa Banda, la barra de Chaca referenciada en su líder histórico Raúl Muchinga, su mujer Angélica Molina y su hijo, Chucky, decidió hacer un video generado por el cantante fana del Funebrero, Taylor Mamii, donde además reivindican a los barrios que integran la barra como tierra de delincuentes, se celebran los códigos de la mafia y se envía un mensaje a la facción rival “Somos familia”, a los que catalogan de tipos que juegan a ser maleantes pero ya están quebrados. Más claro…
Cierto, la canción es pegadiza y con otra temática y protagonistas sin prontuario hasta podría ser un hit radial, pero por las imágenes desfilan todo el tiempo Chucky, Fatila, Aldo, Josué, Magú Aguirre capo de Villa La Rana, el yerno de Muchinga y muchos barras más de las zonas de Billinghurst, 9 de Julio, Loyola, Villa La Cárcova, Villa Melo, José León Suárez, los barrios Curita y 18, Libertador y Villa Maipú, la mayoría con prontuarios pesadísimos y que habían terminado detenidos en 2019 cuando se hicieron varios allanamientos y se le endilgó a la barra el delito de asociación ilícita, aunque el año pasado casi todos recuperaron su libertad y reingresaron a la vida de la institución como si nada, a punto tal que algunos hasta entraron encubiertos a la cancha a ver al equipo en los partidos a puertas cerradas por la pandemia, camuflados como empleados de Utedyc, el gremio que nuclea a los trabajadores de las entidades deportivas y civiles.
Los lugares más característicos de la barra son los que aparecen en el video: el bar el Club, el conventillo que fue allanado varias veces en busca de armas y drogas y, claro, la tribuna local, la que está sobre la calle Gutiérrez. Y la mayoría de los soldaditos de los líderes que aparecen el video muestran con orgullo sus tatuajes de armas, como para dejar en claro que si alguien quiere limarles el poder, responderán a sangre y fuego.
Por San Martín no sorprende la impunidad para hacer el videoclip, ya que el poder que ostentan es importante. Hasta que se paró el fútbol por el coronavirus tenían copados todos los puestos de comida y bebida y, por ejemplo, en los partidos muchos hinchas denunciaban que se clausuraban con bulones las canillas de los baños de la popular para que quien quisiera apagar la sed estuviera obligado a tomar la gaseosa que ellos mismos rebajan con agua y vendían a precio de champagne. Organizaron fiestas en instalaciones de la institución cobrando entrada y llevando a tocar a grupos de cumbia y además tienen el monopolio de la venta de indumentaria, merchandising, reventa de entradas y los trapitos y el manejo de las canchitas de fútbol cinco. Y Angélica Molina registró en propiedad intelectual a su nombre las leyendas La Famosa Banda y La Famosa banda de San Martín, con lo cual se le debe tributar a ella cualquier cosa que se venda o se realice bajo esos nombres, como el video oficial de la barra, que muestra a cara descubierta el poder impune con el que se mueven por todo San Martín.
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