Platense continuó disfrutando su momento de gloria. El plantel marrón regresó a Primera División tras 22 años en el Ascenso, tras igualar 1-1 ante Estudiantes de Río Cuarto y luego superar por 4-2 a su rival en la definición por penales. La delegación regresó de Rosario (el duelo decisivo se disputó en el estadio de Newell’s, sin público por la pandemia de coronavirus) y recibió un bño de gratitud por parte de los hinchas, que esperó a sus héroes en los alrededores del estadio.
Una verdadera multitud se congregó en Vicente López y Saavedra para recibir a los futbolistas, que arribaron a alrededor de las 18 al estadio. De un lado y del otro de la General Paz, los fanáticos montaron una tribuna popular. Y desde el micro descapotable, el director técnico Juan Manuel Llop y sus pupilos cantaron, gritaron y ondearon las banderas al son de los simpatizantes.
El Chocho, ícono de la Lepra y de extensa trayectoria como orientador (llegó a conducir a Racing), está invicto en Platense desde su llegada en reemplazo a Fernando Ruiz, dado que debutó con un empate 1-1 ante Belgrano en Córdoba el 15 de marzo y desde aquella fecha el equipo se consolidó como candidato. Ahora el Chocho suma 11 encuentros como entrenador de Platense con 4 triunfos y 7 empates. Y se convirtió en la guía para que el Marrón vuelva a codearse con Boca y con River, como en la mayor parte de su historia. Se lo vio celebrar con la misma intensidad que le imprime a sus vivencias en el banco.
Otro profundamente emocionado fue Daniel Vega, delantero emblema del club, de 39 años. Trapito ya había abierto su corazón en la celebración en el Coloso Marcelo Bielsa. “Soñaba, soñaba y soñaba, y tenía acá guardado que tenía que llevar a Platense a Primera”, manifestó entre lágrimas. Y hasta se prometió un duelo en la élite antes de colgar los botines. “Tantos años de lucha y sacrificio, yo resigné el cumpleaños de mi hija esta semana por estar encerrado en pos de este objetivo”, contó.
Uno de los más vitoreados fue el arquero Jorge de Olivera, vital en la gesta. El guardameta le atajó un remate a quemarropa a Padilla en los 90′ y contuvo el penal decisivo en la rueda de remates desde los 12 pasos. En el micro se lo vio sensibilizado, abrazado a su familia. En Platense desde 2017, Dida, con pasado en Colón, Racing, Chicago y Aldosivi se ganó un lugar en el corazón de los hinchas. Un corazón inflamado de pasión, colmado de emociones, por volver a ver al Calamar en su hábitat, 22 años después.
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