Para Jorge Amor Ameal la cuesta se hizo muy empinada tras la segunda derrota consecutiva en el acto eleccionario de 2015 que prolongó en el poder a Daniel Angelici. Pero sus esfuerzos por volver a ser presidente de Boca no claudicaron. A las pocas semanas inició un trabajo de hormiga junto a laderos que dieron forma a la campaña que contaría con la frutilla del postre a pocos días de la elección: la adhesión de Juan Román Riquelme. El libro “Boca, la historia de una elección” del periodista Marcelo Falak cuenta el detrás de escena.
“Para recuperar la Identidad Xeneize”, fue el lema que pergeñaron Ameal y Daniel Ivoskus, jefe de campaña y uno de los hombres de constante consulta del actual mandatario que prestó su testimonio para la obra junto a otros actuales directivos como Ricardo Rosica (secretario general), Carlos Navarro, Alberto Salvo, Martín Mendiguren, Sebastián Gianorio y Alejandro González (vocales titulares), entre otros.
El eslogan surgió de un denominado focus group, una encuesta realizada a socios vitalicios, en la que uno de ellos respondió que Boca era “su identidad” cuando les preguntaron qué simbolizaba en sus vidas el club. Así, se diferenciaron de La mitad más vos (de Christian Gribaudo, candidato del oficialismo) y Volver a ganar (de José Beraldi, la otra lista opositora), con quien existió un franeleo por una unión que finalmente se descartó.
“Para algunos, la mejor forma de asegurar la renovación pasaba por una alianza Ameal-Beraldi, posibilidad más que difícil por viejos desencuentros (...). La pelea, entonces, según surgía de esos datos cualitativos, debía liberarse con el tándem Angelici-Gribaudo, pero lo cierto es que la chance de pescar votos no radicaba en arrebatárselos a estos, que capturaban un núcleo duro muy consolidado; pasaba por ir por los simpatizantes de Beraldi más críticos de la conducción saliente”, es una de las referencias del texto de Editorial Epyca.
Los temas de debate entre los socios estaban instalados desde hacía rato: la remodelación de la Bombonera o la posible construcción de una cancha nueva, mejorar la presencia en la Conmebol, incrementar la llegada de juveniles al primer equipo y tener mayor desarrollo de los deportes amateurs, por enumerar algunos puntos que fueron focos de desarrollo en los diálogos con hinchas desde 2016 hasta las semanas previas a la elección, en diciembre de 2019. Fue una tarea ardua considerando que a Boca se lo considera la provincia número 25 del país: entre socios activos, vitalicios y adherentes ronda las 240 mil personas, más habitantes de los que tiene Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico sur; mientras que en el último ejercicio realizado desde el 1° de julio de 2019 hasta el 30 de junio de 2020 el balance de caja arrojó 3.770 millones de pesos de superávit operativo, a la par de la provincia de Catamarca (3.417 millones de pesos antes de la pandemia).
EL FACTOR RIQUELME
El capítulo número 7 del libro, titulado “JR10, fake news y la cocina de la elección” cuenta con detalles la injerencia que tuvo el ídolo en las urnas. Román se tomó todo el tiempo del mundo para formalizar su candidatura como vicepresidente segundo detrás de la fórmula Ameal-Pergolini y coqueteó -estratégicamente- con los otros candidatos.
Hubo un día crítico en el búnker amealista: el 31 de octubre, cuando la tapa de un conocido diario deportivo nacional informó del prácticamente consumado acuerdo entre Angelici y Riquelme para que el 10 jugara a favor del oficialismo en los comicios. Eso dejó a todos en estado de shock, aunque en el fondo la cúpula de Ameal confiaba en que esa alianza no se iba a dar y que Riquelme, tarde o temprano, iba a unírseles. Por esto mismo decidieron preservar la información para así evitar que desde los otros bandos le apuntaran al ex enganche.
A la semana Riquelme brindó una extensa entrevista televisiva en la que llamó a la unidad de todas las listas y hasta se postuló como denominador común (hasta habló de ser presidente si era necesario) para terminar con las discrepancias. En el fondo, sabía que era imposible. Luego de esa nota le sonó el celular por duplicado: lo llamaron desde el oficialismo y el sector opositor amealista. El único que no se contactó fue el de Beraldi. A las pocas horas, Ameal fue entrevistado por Infobae y allí le abrió las puertas de par en par con un presagio de lo que sería su asunción en el Consejo de Fútbol: “¿En qué cargo veo a Román si se nos une? Román es fútbol. Si vos hablás de fútbol, sinónimo es Román”. También adelantó que iba a ser muy difícil unificar criterios y llegar a un acuerdo total con las otras listas.
Por esos días tuvieron lugar algunos cónclaves entre gente ligada al seno de Ameal y de Beraldi para intentar limar asperezas y barajar la chance de presentarse en una única lista opositora. No hubo caso: Beraldi exigía ser el candidato a presidente (entendía que era su turno después de que la fórmula en 2011 fuera Ameal-Beraldi) y además ubicar el 60% de su gente en la lista única que no fue. Eso generó un fuerte contrapunto, ya que Jorge Amor no quería fallarles a los suyos y pretendía que, como mínimo, la gran mayoría de sus acompañantes lo acompañaran en el papel.
El 20 de noviembre hubo una explosión en el búnker de Ameal en el barrio de San Telmo, donde había recibido a Infobae por primera vez en abril de 2019 en lo que fue un primer careo con los hasta ese entonces virtuales candidatos. Fue cuando Riquelme apareció otra vez en cámara, anunció la postergación de su partido homenaje programado para el 12/12 (cuatro días después de las elecciones), evento para el que incluso ya se habían impreso las entradas, y confirmó que se uniría al Frente para recuperar la Identidad Xeneize.
El pensamiento general de los amealistas por esas semanas era que si Riquelme finalmente se decía a jugar a favor, directamente no iba a haber elección. Y así fue.
¿Ameal ganó la elección por Riquelme? El libro también ayuda a desasnar esa cuestión: “De acuerdo con los datos, cabría responder que no. Más allá del carácter contrafáctico y, por ende, incomprobable del interrogante. Una encuesta de la consultora Aresco señaló antes de que se confirmara la participación electoral del 10 que Ameal era el candidato con mayor intención de voto”. Cuando Román habló, de los 36 puntos el hoy pope azul y oro pasó a contar con 46 (y el 8/12 fueron más).
Desde ese instante la fórmula que había tomado la posta con Román entendió que comenzó una campaña sucia y de desprestigio contra sus protagonistas. A Ameal le instalaron el mote de “el peor presidente de la historia” por su conducción de 2008 hasta 2011 tras el fallecimiento de Pedro Pompilio. En tanto que Beraldi comentó públicamente que Riquelme le “había pedido cosas que no eran correctas”. Y Angelici dio a entender que el ídolo del club también le había pedido dinero para participar de su lista. Incluso hubo un embravecido clima en el último partido que Boca jugó como local antes de la elección, ante Argentinos Juniors, en el que Riquelme acudió a su palco: la lista de Ameal imprimió 40 mil caretas con el rostro de Román haciendo el ademán del Topo Gigio y la mayoría les fueron sustraídas a los hinchas en las puertas de la Bombonera.
Su última entrevista fue en el programa Intrusos (América TV) conducido por Jorge Rial, a cuatro días de la elección. Allí Román reveló que Mauricio Macri lo había llamado para que se reuniera con Daniel Angelici. Él no fue, sino que lo hizo su representante Daniel Bolotnicoff. Desde un primer momento, Ameal había planteado un punto fundamental en su campaña: no confrontar con el ex presidente de Boca y de la Nación, Macri.
La presencia de Riquelme entre los socios y fanáticos motivó a que alrededor de 10 mil personas se juntaran en diferentes actos políticos: en la Sociedad de Fomento 9 de julio de Florencio Varela, en el Sindicato de Trabajadores del Vidrio en Rosario y en Pompeya. La última cita fue el cierre de campaña en Club Museum, ubicado en el barrio de San Telmo, a tres días de los comicios.
En un ping pong final realizado al jefe de campaña Ivoskus, una de las consultas fue: ¿sumar a Riquelme al equipo era la garantía del triunfo? La respuesta: “Riquelme es un crack dentro y fuera de la cancha. Como jugador lo conocemos todos, pero yo aprendí a conocerlo en la campaña y la verdad es que quedé totalmente sorprendido por lo que es como persona y como dirigente. Es cierto que cuando él se incorporó a la campaña, la elección se terminó”.
Los resultados fueron contundentes: votaron alrededor de 38 mil socios y Ameal se quedó con casi el 53% de los mismos (52,84, con un total de 20.045), por delante de Gribaudo (30,60%, con 11.607) y Beraldi (apenas 16,41%, con 6.225).
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