Andrés Guillermo Bracamonte, de 21 años, uno de los dos detenidos acusados por el ataque a Matías Ezequiel Montín en el boliche Ananá de Mar del Plata es hijo del temible Pillín Bracamonte, el líder de la barra de Rosario Central detenido en junio de 2020 en una causa por lavado de dinero. Bracamonte junior fue aprehendido junto a Gabriel Alejandro Galvano (vinculado a un gremio rosarino) a bordo de un automóvil BMW, en cercanías de la ciudad de Zárate mientras iban rumbo a la provincia de Santa Fe. Mientras tanto, la Policía continúan buscando a un tercer sospechoso que se habría profugado. Según la fiscalía, se trataría de un futbolista que se desempeña en un equipo del Conurbano que milita en Primera División.
La víctima de la agresión fue Matías Ezequiel Montín, oriundo de Haedo, quien se encontraba junto a sus amigos compartiendo una de las burbujas de la disco ubicada en el complejo La Normandina. Según constató Infobae, se generó una discusión a la salida del baño con los acusados. La pelea continuó en la zona VIP del boliche, en donde tras la disputa a golpes de puño se arrojaron vasos y botellas de champagne y el joven sufrió una conmoción cerebral por el golpe recibido y continúa internado en el Hospital Privado de Comunidad (HPC).
El hijo de Pillín Bracamonte, Andy, tal como lo conocen en la tribuna, también es una habitué de la barra del Canalla y practica boxeo. Maneja a los “más pibes” del centro de la popular, tanto de Arroyito como del Norte de la ciudad y de localidades cercanas como Granadero Baigorria. Quienes lo conocen advierten que cada discusión suele arreglarla “a lo barra” y le tienen terror en la noche rosarina.
Su nombre aparece en la causa del padre. En la misma, presentó un recibo de sueldo de una empresa, Obras y Dragados Portuarios SA, el cual indicaba que ganaba 25.000 pesos. Los ingresos, claro, no se condicen, por caso, con los tres autos de alta gama que posee.
En el momento en el que allanaron la casa de su padre le secuestraron 2.500.000 pesos y 50.000 dólares: Andrés Guillermo reclamó ante la fiscalía que eran de su propiedad y que tenían que ver con las ganancias que le reportaba el alquiler de licencias de taxi, un reconocido negocio familiar, pero no le creyeron.
Pillín, su padre, arribó a la cima de poder de la barra de Central hace 18 años, desbancando a la familia Bustos cuyos apodos eran Los Chaperos y manejaron la tribuna hasta 2002. Tal es su peso en Rosario que hoy gerencia desde afuera también la de su máximo rival, Newell’s, y le adjudican vínculos aceitados con el temible grupo narco Los Monos, que asola la ciudad
La versión que siempre se sostenía en Rosario era que Pillín manejaba a su antojo las inferiores del club y que poseía pases de jugadores a través de un representante. Y también que había armado distintas empresas para hacer negocios con la institución ya sea de indumentaria o de refacciones y construcciones. Pero nadie lo investigaba a fondo. Hasta que por su presunta relación con Los Monos y en una causa por homicidio, usurpaciones y extorsiones, le allanaron su casa en abril pasado, en el exclusivo country Los Alamos.
No sólo le sacaron una fortuna en efectivo, sino que también cuatro celulares y una computadora. Y el fiscal empezó a cruzar datos de las empresas que poseía, descriptas con precisión en este mismo medio por Federico Fahsbender. Y llegó así al representante Juan Carlos Silvetti, al intendente del estadio Sergio Quiroga y al club. Con el primero, la relación sería de pantalla para tener pases de jugadores y porcentajes en la venta de los mismos. Según cree el fiscal, Pillín manejaba decenas de futbolistas a través del histórico representante Canalla, de quién es socio en la empresa Kabrasi SRL, cuyo objeto social es venta de servicios navieros.
Hoy, el apellido Bracamonte vuelve a estar vinculado a una noticia policial. Esta vez, con Andy, uno de sus hijos, como protagonista de una agresión que terminó con un joven internado.
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