Entrando al vestuario visitante del estadio Bicentenario de San Juan, a Edwin Cardona le entró un mensaje y lo chequeó. Era nada más ni nada menos que de Juan Román Riquelme, que quiso motivarlo antes de que saliera a jugar. Y vaya si lo hizo, porque el colombiano puso en ventaja a Boca con un sablazo tremendo que se clavó en el ángulo y dejó al borde del título a los suyos. El destino quiso que el Xeneize triunfara ante Banfield en los penales pero el colombiano fue la figura azul y oro.
Tras la acción, Cardona reveló: “Entrando al camerino Román me habló y me dijo ‘disfrutá’. Y eso hice. Estoy agradecido por la confianza de él y el cuerpo técnico. Agradecido a todas las personas que confían en uno. Lo único que puede hacer es demostrar en la cancha”. Cuando le preguntaron si creía que Román ve algo suyo en él, aseguró: “Él es el único que lo sabe. Tenemos bonita relación y siempre me escribe y eso es bonito. Que una persona como él lo motive a uno para disfrutar del fútbol y eso es lo que a uno le gusta, disfrutar, jugar”.
Mucho debate se generó por su exclusión del partido contra Santos por la revancha de las semifinales de la Libertadores en la que Boca fue eliminado. Miguel Ángel Russo no lo incluyó a Cardona entre los titulares y optó por no hacerlo ingresar en el complemento. Sobre esto también reflexionó el enganche de Medellín: “Se especula mucho sobre lo de Santos. En la final de Madrid el entrenador tuvo sus razones y ya pasó. Ahora el partido no se tornó para que entrara”.
Y amplió: “En dos minutos nos metieron dos goles, después fue la expulsión de Frank (Fabra)... No sé si de pronto yo entraba e iba a ser diferente. O nos metían uno o dos. El profe (Russo) tenía en su cabeza eso y es respetable. Tenemos que pensar un poco más allá y no hablar por hablar. A veces le tiran la piedrita al jugador o técnico y en el partido podía haber más goles”.
La algarabía por haber sumado otra estrella en el Xeneize calmó un poco su desazón por no haber tenido minutos en Brasil: “Ya saben que no soy de marcar y no es lo mismo que entre yo a Capaldo, Campuzano o el Pulpo. Me siento tranquilo. Hoy me tocó jugar y estoy agradecido. No pienso en lo que hable la gente. Hablan de más y a uno le molesta”.
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