Sin lugar a dudas la derrota con Santos en Brasil generó un antes y un después para muchos protagonistas en Boca. Desde la dirigencia, pasando por el cuerpo técnico y lógicamente el plantel. El hincha se siente en deuda por lo que ofreció el equipo en la revancha de las semifinales de la Libertadores que significó un golpe al mentón e ilusión de ganar la Séptima Copa. Pero el Xeneize no tiene otra alternativa que levantar cabeza y ganarle mañana a Banfield para sumar un nuevo trofeo a su vitrina y mantenerse en el pedestal nacional.
Tanto Juan Román Riquelme, responsable del Consejo de Fútbol, como Miguel Ángel Russo, que lógicamente seguirá al mando del plantel de cara a la próxima Libertadores a la que Boca ya está clasificado, el campeonato local que se avecina y la postergada Copa Argentina, hablan día a día para reorganizar las líneas y proyectar a mediano y largo plazo. Toman la lista del plantel, reescriben nombres, tachan a algunos y dejan marcados con resaltador a otros.
Según pudo averiguar Infobae, el que tiene los días contados es Julio Buffarini. Después de extensas negociaciones en los últimos meses, el representante del futbolista y el Consejo no se pusieron de acuerdo en los números tal como anunciaron desde la dirigencia xeneize en un comunicado oficial y, si bien trascendió que podían entablarse nuevas tratativas, el cordobés ya no será considerado por el cuerpo técnico. En principio continuará con el plantel hasta junio, cuando expira su vínculo, aunque no sería descabellado que rescinda el contrato en los próximos días para buscar nuevos rumbos, ya que la decisión está tomada.
En Casa Amarilla buscan un lateral derecho desde hace tiempo y ahora intensificarán la búsqueda. La renovación de Leonardo Jara dependerá exclusivamente de Russo, que tendrá que dar el veredicto por otros elementos del plantel y, además, elegir con qué marcador de punta derecho del mercado opta. Mientras tanto Marcelo Weigandt, una de las figuras de Gimnasia La Plata, podría llegar a ser requerido en junio ya que firmó a préstamo hasta fin de año pero Boca tiene una cláusula a su favor para ese mes.
A fines de diciembre volvió a entrenarse de manera particular Agustín Almendra. El juvenil y una de las últimas grandes joyas surgidas de la cantera xeneize se había ausentado prácticamente sin dar explicaciones de los entrenamientos con el plantel profesional, motivo por el cual fue sancionado económicamente por el club. Pese a haber sido llamado por parte de la directiva y el cuerpo técnico, el ex capitán de selecciones juveniles nacionales sostuvo su postura desde antes de que se reactivara la competencia oficial luego de declararse la pandemia del coronavirus hasta fin de año.
Fuentes de la entidad de la Ribera le confiaron a este medio que el reacondicionamiento físico de Almendra fue el esperado en las últimas semanas y la CD azul y oro lo indultó. Por eso, con la venia de Russo, volverá a practicar junto al resto de sus compañeros después de la final de la Copa Diego Maradona que Boca disputará mañana por la noche ante Banfield en la provincia de San Juan.
Millones o refuerzo interno. Esos parecen ser los dos caminos a los que apunta Boca con el polifuncional mediocampista que el próximo 11 de febrero cumplirá recién 21 años. Una posible venta (sonó en el Atlanta United de la MLS dirigido por Gabriel Heinze) dejaría dólares frescos para emplear en el próximo mercado de pases; y el hecho de sumar a un jugador de su calidad técnica en un sector de la cancha que le trajo complicaciones a Russo tras el abrupto alejamiento de Pol Fernández es una idea que no disgusta a nadie en el búnker xeneize.
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