Procesaron por lavado de activos a Caverna Godoy, el jefe de la barra de River: los millones, bienes y propiedades por los que lo investigan

Además, la jueza Fabiana Palmaghini lo embargó por 20 millones de pesos: se expone a una pena de hasta 10 años de prisión. Godoy no posee trabajo registrado desde 2011

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Allanamiento a barras de River

Un día iba a ocurrir. Porque era evidente para los ojos de cualquier persona con sentido común, aún cuando ni la AFIP ni la Justicia quisieran avanzar en ese sentido. Pero un día alguien se iba a equivocar e iba a ocurrir. Y pasó: la jueza Fabiana Palmaghini procesó por lavado de activos al jefe de la barra brava de River, Héctor Guillermo Caverna Godoy, quien no pudo explicar cómo a fines de 2018 tenía una suma cercana a los siete millones de pesos en su casa (contando plata en moneda argentina y extranjera) ni tampoco cómo adquirió bienes muebles e inmuebles.

El dato es clave porque si se avanzara en esa dirección con todos los barras, se estaría desarmando la madeja financiera ilegal por donde circula una cantidad de dinero proveniente de ilícitos y al que aportan el mundo político y la dirigencia deportiva. Es más, en las innumerables causas judiciales contra barras siempre se ve que su nivel de vida no se condice con los ingresos en blanco que presentan. Monotributistas, changarines, empleados de baja calificación; eso es lo que dicen ser cada vez que comienza un proceso. Pero insólitamente la Justicia nunca indagó sobre el particular hasta ahora, cuando no le quedó otra opción. Y así Caverna Godoy se convierte en el primer jefe de las dos barras más grandes de la Argentina en estar procesado por lavado de activos, que tiene una pena de prisión de hasta diez años.

El hecho que desató la causa se produjo el 23 de noviembre de 2018, a un día de jugarse en el Monumental el segundo encuentro por la final por la Copa Libertadores que 24 horas más tarde terminaría frustrándose por el ataque al micro de Boca. La Justicia de la Ciudad llevaba desde hacía varios meses una causa por reventa de entradas que había comenzado con barras ligados a River y Racing, y a partir de escuchas terminó descubriendo que uno de los centros operativos presuntamente era la casa que el jefe de Los Borrachos tiene en San Miguel.

Allí y para dar un golpe de efecto se realizó el allanamiento un día antes del superclásico y la Policía se llevó 3.658.005 pesos, 133.776 dólares, 243.000 guaraníes, 365 euros, 100 reales, 200 pesos mexicanos y, vaya extrañeza, 340 coronas danesas. Además de las casi 300 entradas y carnets para la final. A partir de ahí se dividieron las aguas: continuó la causa por reventa en la Justicia porteña, que está esperando elevación a juicio para Godoy y varios empleados de River, y por otro lado el fiscal José María Campagnoli abrió una causa por lavado de activos que recayó en el juzgado de instrucción número 25 (la jueza intentó remitirla al fuero penal económico pero por ahora sigue bajo su mando). Y no sólo le reprochó no poder explicar la fortuna que hallaron en su domicilio, sino que le incluyó la compra de dos autos, de una casa, 13 viajes al exterior en cinco años y la compra de diversos bienes muebles. Y todo como producto de la barra, ya que según los registros de la AFIP, Caverna no tiene trabajo registrado desde 2011. Vale recordar que entre 2002 y 2007 fue empleado de River, hasta que se desató la famosa guerra de los quinchos por el poder de la barra que incluyó heridos de bala y el club debió despedirlo.

El regreso de Caverna Godoy a la barra de River, en la despedida al plantel del 6 de marzo, cuando partió a jugar frente a Atlético Tucumán por el título de la Superliga

¿Qué dijo Caverna en su indagatoria para tratar de justificar su dinero? Que 30.000 dólares eran de una herencia familiar y que otros 90.000 se los había dado para cuidar otro miembro de la barra, Gustavo Luzzi, alias el Tachero. Y que los más de tres millones de pesos encontrados se los había prestado un amigo para hacer una operación inmobiliaria. Y que su casa en San Miguel la había comprado con lo que ahorró con su sueldo de empleado de River, que el último auto que compró fue financiado por la concesionaria y que si no posee trabajo registrado desde 2011 es porque hace changas de pinturería y mampostería con las que logra subsistir.

Pero el fiscal desbarató cada una de estas explicaciones (de hecho la concesionaria mostró los papeles de que la venta se hizo al contado) y los documentos presentados por Godoy no eran sólidos, por lo que la jueza decidió procesarlo por lavado de activos y embargarlo por 20 millones de pesos. A Godoy se le suma a esta causa otra que tiene hace cinco años en el juzgado diez por defraudación por reventa de entradas en la época en que el presidente era Daniel Passarella. Igual sus amigos dicen que no lo notan preocupado. Que sigue armando las movidas de la barra cada vez que aparece por la puerta del club o por la concentración y que cuando vuelva el fútbol con público aspira a estar parado en el paravalanchas mayor del Monumental, su lugar en el mundo y gracias al cual hizo honor, según la Justicia, al mote de Millonario que es propiedad del mundo River y que a él parece caberle perfecto.

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