El mundo del fútbol sigue con preocupación el estado de salud de Leopoldo Jacinto Luque, pieza clave en la selección argentina campeona en el Mundial de 1978. El ex delantero, de 71 años, fue internado en la terapia intensiva de la Clínica de Cuyo, en Mendoza, tras complicarse el cuadro de coronavirus que le fue diagnosticado a fines de 2020.
El ex River, Unión de Santa Fe y Rosario Central, que se retiró en 1986 en Deportivo Maipú, de Mendoza, comenzó a sentir algunos síntomas relacionados al COVID-19 en Navidad y le confirmaron que había contraído la enfermedad cuatro días más tarde. El resultado positivo del hisopado lo llevó a extremar precauciones debido a que es un paciente de riesgo, a raíz de una obstrucción pulmonar.
“Estoy bien, controlado con medicamentos, pero no presento ningún síntoma. Deberé pasar diez días en mi casa aislado y lo que más me molesta es que no podré nadar en la pileta que tengo en el patio”, bromeó al enterarse de la noticia. Sin embargo, en las últimas horas, según informó el diario Los Andes, comenzó a sufrir una saturación de oxígeno muy baja, por lo que fue hospitalizado.
El ex atacante había asegurado que, desde la irrupción de la pandemia sólo había salido de su casa “un par de veces” para reunirse con gente del fútbol. “Pero bueno, me tocó”, se resignó.
Luque fue el segundo goleador albiceleste en el primer título mundial para el seleccionado (4 goles, detrás de Mario Alberto Kempes). Tras culminar su carrera como ariete, ofició como entrenador entre 1986 y 2013, con pasos por Unión, Central Córdoba de Santiago del Estero, Belgrano de Córdoba, y cuatro equipos de Mendoza: Deportivo Maipú, Gimnasia, Independiente Rivadavia y Argentino. Mantenía un lazo con el Millonario, a partir de su estrecha relación con Rodolfo D’Onofrio: era captador de jóvenes talentos en la zona de Mendoza, San Luis y San Juan y coordinaba la escuelita en el camping del colegio Don Bosco y recomendaba a las promesas hasta que la pandemia recortó la actividad.
“Debemos seguir cuidándonos, porqué el bicho sigue aquí, no se ha ido”, había sido su mensaje tras enterarse que tenía coronavirus. Una semana después del diagnóstico, lucha por reestablecer su salud.
SEGUÍ LEYENDO: