Iban 9 minutos y Ramón Ábila corrió con la certeza de que allí estaría el gol. Como si supiera. Wanchope le ganó la espalda a Paulo Díaz adentro del área y definió casi en soledad para abrir el marcador del Superclásico. El atacante bien pudo confiar en su olfato infalible, pero también fue detrás del trabajo que viene realizando desde hace tiempo con un especialista.
El propio futbolista de 31 años contó en una entrevista posterior al 2-2 entre Boca y River que su tanto no fue casualidad: todo está asociado a una terapia de visualización que está aplicando desde hace un tiempo con un psicólogo deportivo.
“No sueño (con los goles) pero tengo una práctica que vengo haciendo hace tiempo, que es una terapia de visualización de los partidos antes de jugarlos e imaginarme la jugada”, detalló en diálogo con el canal TNT Sports. “De eso se trata: imaginarte cómo te puede quedar la pelota, de qué lugar viene... Como ya nos conocemos con mis compañeros, de qué forma la puede tirar uno y el otro”, agregó sobre esta tarea.
Claro está que este método que aplica el futbolista que estuvo desde el arranque en la ofensiva junto con Mauro Zárate no es nuevo. Sin ir más lejos, José Néstor Pekerman fue uno de los que apostó por este trabajo cuando dirigía las juveniles de Argentina.
“La verdad que uno se toma un tiempo y se imagina el partido, lo va imaginando. Hay veces que sale y la verdad que uno tiene esa posibilidad de resolverlo como quiere”, señaló Wanchope, quien desembarcó en el Xeneize a mediados del 2017.
“Este gol me lo había imaginado parecido porque había visto los centros que le llegaban a River. Había visto la forma. Mis compañeros que me tenían al lado ya les había dicho que cuando la tuvieran la tiraran al centro que yo iba a llegar. Que si no llegaba, me putearan a mí porque yo los vuelvo locos. Pero la verdad que hoy se dio todo”, detalló. El que le hizo caso fue el lateral Emmanuel Mas, quien le cedió un pase perfecto dentro del área para su irrupción.
“Estoy contento porque la función de estar ahí para finalizar la jugada que arma el equipo se viene dando. Eso me da tranquilidad y confianza. Y a mis compañeros también”, analizó sobre su rol. En los siete encuentros que disputó hasta el momento de la Liga Profesional, Ábila se despachó con cinco tantos y es uno de los máximos artilleros junto con el Pulga Rodríguez de Colón y Emiliano Vecchio de Rosario Central.
Ramón le puso presión ahora a Miguel Ángel Russo para ser titular de cara a lo que será la semifinal de ida de la Copa Libertadores que se desarrollará el próximo miércoles 6 de enero contra el Santos en la Bombonera. La nutrida agenda también contempla la definición de la fase de grupos de la Copa Maradona: Boca visitará a Argentinos Juniors el domingo 10 de enero.
“Mi función mayormente se caracteriza por los goles. Me miden por goles. Uno trata de hacer eso, de estar en el área, de generar la confianza a los compañeros que si hacen un esfuerzo grande poder terminar la jugada. Me siento bien, con confianza. Hoy sentí esa pequeña molestia pero no me impidió seguir. Estoy contento. Lo que decida Miguel será lo correcto y tendré que sumar desde el lugar que me toque”, afirmó en una nota con ESPN sobre su esperanza de hacerse un espacio en el once titular que buscará el boleto a la final del torneo continental entre semana.
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