“Era más psicológico el partido que otra cosa, sabíamos que teníamos que salir a presionar, no podíamos jugar a esperar y salió el Boca que queríamos ver todo”.
Apenas se consumó el triunfo de Boca 2-0 ante Racing, instantes después de que se confirmara el pasaje a las semifinales de la Copa Libertadores (instancia en la que se cruzará con Santos de Brasil el 6 y el 13 de enero), Carlos Tevez habló como lo que es, el capitán del Xeneize. El delantero, de 36 años, jugó un partido completo, mostrándose por todo el frente de ataque, solidario e incisivo. Símbolo de un conjunto voraz, que buscó el objetivo desde el minuto 0. Mereció el gol, que no llegó por la brillante noche de Arias, el arquero visitante.
Carlitos e Izquierdoz, cuentan en la intimidad de La Ribera, fueron los que llevaron la voz cantante en la charla previa, motivacional, del plantel, buscando una reacción tras la tibia versión exhibida en el 0-1 del cotejo de ida en el Cilindro. Y lo logró. Por eso, tal vez, por esas dos caras, tuvo una particular reacción cuando, todavía en el campo de juego, la transmisión oficial le preguntó su Boca era candidato.
Tevez esbozó una sonrisa larga. Hizo una pausa. Y respondió. “Ni cuando perdimos con Racing éramos los peores, ni ahora somos los mejores. Hay que buscar el equilibrio; este Boca, como veo al equipo, a los compañeros, es el que queremos. Busquemos el equilibrio para que todos los partidos sean iguales”, subrayó con madurez.
Su rol de conductor lo llevó, por ejemplo, a correrse de la ejecución del penal que Villa transformó en el 2-0. ¿Por qué? El Apache lo contó con naturalidad. “Se dio, pateé tres penales en la práctica, donde los tres atajó Esteban (Andrada), y cuando me lo pidió Seba no estaba confiado, él sí, y me pareció justo que lo pateara”, detalló. La determinación resultó sabia, a la luz del resultado.
Tevez ganó la Libertadores 2003 con Boca (en la que superó a Santos, justamente, en la definición). Le quedó la espina de la final perdida frente a River en 2018. Tiene la revancha a tres partidos. En su interior, claro, lo sabe. Aunque busque el “equilibrio” y gambetee, con una sonrisa, el rótulo de candidato.
“A los hinchas de Boca les digo que traten de pasarla lo mejor posible, todos estamos iguales. Esta Navidad es muy rara. En lo personal, que pase rápido, por lo de mi viejo, tratando de estar con mis hijos... Estamos todos muy sensibles”, fue su mensaje para los hinchas de cara a las Fiestas.
SEGUÍ LEYENDO: