Mauro Vigliano cometió un evidente error al no sancionar un penal para Boca en el final de la primera parte del encuentro ante Independiente. Por la segunda fecha de la Zona Campeonato de la Copa Diego Maradona, en el estadio Libertadores de América, el árbitro debió cobrar una pena máxima por mano de Lucas González.
Corría el minuto 42′, cuando Mauro Zárate hizo la personal y tras una maniobra que le dejó larga la pelota, trabó con Fabricio Bustos y el balón salió disparado al brazo izquierdo de Lucas González, quien lo colocó de forma voluntaria y antinatural ocupando un espacio. Claro penal.
De inmediato, Independiente tuvo el contragolpe que finalizó con una infracción dentro del área sobre Jonathan Menéndez, esta vez sí correctamente cobrada por el juez del partido. Tras un centro de Alan Velasco por la izquierda, Gastón Ávila le cometió falta por una carga antirreglamentaria de forma imprudente sobre el delantero del Rojo.
Para alegría y tranquilidad de Boca, Agustín Rossi le contuvo el penal a Andrés Roa, arrojándose de gran manera sobre la derecha. Fue el sexto penal que el arquero atajó en su carrera, el segundo con la camiseta Xeneize. El anterior, frente a Junior de Colombia por la Copa Libertadores. Sin embargo, a juzgar por la acción y la repetición, debió haberse pateado nuevamente por invasión simultánea, de un futbolista local y de Zambrano y Mas, como lo establece la regla 14.
Vigliano también cometió un error al no expulsar a Sebastián Villa por un planchazo sobre Fabricio Bustos, en el complemento.
Al término del primer tiempo, todos los jugadores de Boca le fueron a reclamar a Mauro Vigliano, incluido el cuerpo técnico encabezado por Miguel Ángel Russo. Es que justamente este juez estuvo a cargo del VAR en el encuentro frente a Racing, del miércoles pasado por los cuartos de final de la Copa Libertadores. En ese encuentro, el juez no expulsó al inicio del partido a Lorenzo Melgarejo, el autor del gol del triunfo de la Academia.
En el epílogo, otra polémica: en la gambeta antes de lanzar el centro que derivó en el remate goleador de Cardona. Aunque se trate de un toque accidental, la acción finaliza en conquista. Por ende, reglamentariamente debió ser anulada.
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