La historia había estallado el 16 de enero de 2018. Edwin Cardona, Frank Fabra y Wilmar Barrios habían quedado involucrados en una causa por presunto abuso sexual, amenazas, privación ilegítima de la libertad y lesiones leves. Las denunciantes eran dos bailarinas que habían pasado distintos lapsos de tiempo con ellos durante dos días consecutivos en un departamento de Puerto Madero. Fue el escándalo de un verano movido para Boca. El club los separó preventivamente una semana pero tras reunirse y escuchar a sus futbolistas y a su letrado Miguel Ángel Pierri, decidió incorporarlos nuevamente al plantel que por entonces conducía Guillermo Barros Schelotto y jugaba el tradicional torneo de verano en Mar del Plata.
La causa fue instruida por la jueza María Alejandra Provítola, (ex secretaria letrada del fiscal Carlos Stornelli, a su vez ex jefe de seguridad de Boca), quien tras 11 meses de investigación y contra la posición del fiscal Lucio Herrera, el 28 de diciembre de ese mismo año sobreseyó a los jugadores aduciendo que las denunciantes habían declarado tres veces en forma contradictoria, que algunos de los actos de abuso que denunciaban se habían producido el día 13 de enero por lo que resultaba llamativo su regreso al departamento al día siguiente para mantener nuevas relaciones consentidas a cambio de dinero y, fundamentalmente, que no se instaba la acción penal mientras se negociaba una reparación económica en sede civil, que para la jueza se concretó aunque las víctimas lo niegan asegurando que hizo una mala interpretación de la situación.
Tras este fallo, una de las chicas, de apellido Alayo, decidió dejar la historia allí. La otra, Cinthia Jiménez, patrocinada por el abogado Marcelo Pecorelli, apeló a Cámara. Y aunque tuvo el aval del fiscal Joaquín Gaset, la sala 4 a fines del año pasado ratificó todo lo decidido por la jueza. Pero Jiménez insistió y fue a Casación, cuya sala 3 con la firma de los jueces Mario Margariños, Alberto Huarte Petite y Pablo Jantus ayer terminó revocando parte del expediente y reabriendo la historia: si bien ratificó que no hubo abuso sexual y que las relaciones fueron consentidas, sí entendió que había elementos suficientes para considerar que Jiménez había sido víctima de violencia específicamente por parte de Wilmar Barrios, apartó a la sala 4 del expediente y pidió que se dicte un nuevo fallo ajustado a derecho.
En esta parte del caso Jiménez había denunciado que en la noche del 14 de enero y mientras mantenía relaciones conjuntas con Fabra y Barrios, decidió en un momento terminar con el acto sexual por la violencia con el que se estaba llevando adelante y que como respuesta a esa decisión el volante central la agredió a puntapiés y rodillazos. Por eso a partir del fallo de Casación, la Cámara del Crimen deberá ahora resolver que Barrios debe ser investigado por un juez de primera instancia, para lo cual hay que empezar un nuevo proceso y el jugador, hoy en el Zenit de Rusia, tendrá que volver a la Argentina a declarar nuevamente en un episodio que creía definitivamente enterrado.
“El fallo es contundente porque Casación casi que da por acreditada la existencia de las lesiones producidas por Wilmar Barrios y ataca la decisión del tribunal inferior y la Sala por una valoración arbitraria de la prueba y sin perspectiva de género. La jueza había dicho que como las lesiones fueron constatadas por un perito tres días más tarde, no se podía asegurar que se hubiesen producido en el departamento de Puerto Madero. Casi que la acusaba de autoinflingírselas a Cinthia. Por suerte Casación pone las cosas en su lugar”, aseguró a Infobae el abogado Marcelo Pecorelli.
¿Qué pasará con Frank Fabra y Edwin Cardona, quienes están jugando actualmente para Boca? La decisión de Casación los desvincula definitivamente del caso aún cuando Pecorelli afirma que “si estuvieron en el lugar y negaron los hechos a sabiendas, son encubridores de la acción e Barrios. Voy a ir por esta figura”. Aunque en Tribunales dicen que tras el fallo de Casación, este argumento es imposible que prospere y el único que vuelve a quedar en la mira de la Justicia a casi tres años de aquel escándalo, es Wilmar Barrios.
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