La encrucijada de Sebastián Beccacece: Racing o Milito

El técnico de la Academia deberá resolver su futuro. El anhelo de la Copa Libertadores o la solidaridad hacia el mánager que lo respaldó desde el principio. Su decisión no debería depender de un resultado

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Sebastián Beccacece en la presentación oficial junto a Diego Milito. Fotobaires
Sebastián Beccacece en la presentación oficial junto a Diego Milito. Fotobaires

La interna en Racing derivó en la salida del ídolo del club. A través de un video publicado en sus redes sociales, Diego Milito anunció que dejará el cargo en la Secretaría Técnica debido a sus diferencias con el presidente Víctor Blanco.

El Príncipe pidió “que no haya quilombo” y que se mantenga la unidad para que el sueño de la Copa Libertadores se mantenga intacto. Sin embargo, el portazo del ex delantero generó una encrucijada en Sebastián Beccacece ¿Qué debería hacer el entrenador? ¿Jugarse el todo por el todo en la competición internacional o dar un paso al costado como muestra de solidaridad hacia la persona que le abrió las puertas del Cilindro?

Los códigos del fútbol representan innumerables ejemplos de técnicos que apresuraron su salida en apoyo a los directivos que los contrataron. El caso más reciente recuerda las declaraciones de Gustavo Alfaro, quien había dicho en la previa de las elecciones en Boca que si Angelici o Nico Burdisso no seguían, él tampoco iba a continuar en el banco xeneize. Fiel a sus principios, con el triunfo de Ameal en los comicios, Lechuga no renovó. En la vereda opuesta, Ramón Díaz le presentó su renuncia a Rodolfo D’Onofrio luego de ganar el campeonato del 2014 porque era considerado una herencia de la gestión anterior. También sucedió en la Selección, cuando Diego Maradona le negó la renovación del vínculo a Julio Grondona, porque el titular de la AFA no quería a su colaborador Alejandro Mancuso en su grupo de trabajo. Esas (y tantas otras) son algunas muestras que exponen el contexto actual que atraviesa el DT de la Academia. Incluso el propio Beccacece vivió una situación similar después del Mundial de Rusia, cuando Jorge Sampaoli se retiró de la Albiceleste y él lo siguió en la misma sintonía, a diferencia de la postura de Lionel Scaloni.

La campaña histórica que gestó con el subcampeonato de Defensa y Justicia acaparó la atención de Avellaneda, pero el primer paso en falso hacia un grande lo dio en Independiente. Como en esa época a la Academia le rendía todo lo que no funcionaba en el Rojo (Nery Domínguez y Lolo Miranda fueron los casos que recordaron los antecedentes de Martín Vitali, Sergio Vittor o José Tiburcio Serrizuela, entre otros), Diego Milito apostó por Beccacece después de recibir una respuesta negativa de Sampaoli. Para algunos, se trató de una incitación a la violencia.

La llegada del rosarino al Cilindro generó un rumor que con el tiempo se fue silenciando por el gran presente que atravesaba el ex equipo de Eduardo Coudet. Los títulos recientes fomentaban el clima sereno en la Academia, y luego de algunas dudas en el inicio del nuevo proyecto, la histórica victoria con 9 jugadores en el clásico frente a Independiente le dio una espalda inesperada a un entrenador que reconoció que todo el mérito de aquella hazaña fue de los jugadores. “Ahora sí estás en la vereda correcta”, se leyó por esos días en un pasacalles firmado por la Guardia Imperial dedicado a su técnico, que a partir de ahí modificó su apariencia al abandonar la indumentaria deportiva para darle lugar al rodete, los chupines y el saco.

Durante el receso que causó la pandemia del coronavirus, el técnico también se vio involucrado en alguna polémica, cuando tuvo que salir a desmentir ante las cámaras que había ideado un plan de entrenamientos clandestino (el gobierno había prohibido cualquier actividad a causa de la cuarentena) en el predio que tiene Iván Pillud en Rosario. Sin sanciones, Racing volvió a jugar cuando la Copa Libertadores se reactivó en la fase de grupos. Allí el equipo consiguió 15 puntos, pero no le alcanzó para quedarse con la zona y avanzó a los octavos de final en el segundo puesto. El comienzo del fin.

El objetivo de alcanzar la plaza hacia la próxima instancia no pudo evitar la ruptura que se dio entre el plantel y el cuerpo técnico. La partida de Javi García y el Pulpo González a Boca, la inactiva reacción en el mercado para buscar un reemplazante de Matías Zaracho (transferido al Atlético Mineiro), el desinterés por Darío Cvitanich (el delantero se redujo el salario para continuar en el club y su falta de juego lo lleva a analizar una pronta salida) y los exigentes entrenamientos físicos que derivaron en las lesiones de 11 protagonistas fueron algunas de las razones por las que el grupo le soltó la mano a su líder. Resultados que se observaron en el inicio de la Copa de la Liga Profesional con 4 derrotas consecutivas y la prematura eliminación de la Zona Campeonato (4-1 y 2 a 0 con Atlético Tucumán, 2 a 0 con Unión y 2 a 0 con Arsenal).

Desde mediados de 2014 hasta el presente, Racing había sufrido sólo 13 derrotas en su casa, lo que significó la creación de una verdadera fortaleza en el Presidente Perón. Durante ese tiempo, era difícil ver a la Academia caer como local. Sin embargo, durante el ciclo de Beccacece el elenco de Avellaneda sumó tres victorias, dos empates y cuatro golpes (dos veces contra el Decano, una con los del Viaducto y otra contra Nacional de Montevideo). Aquel equipo confiable que se había gestado con Diego Cocca y más tarde se había confirmado con Eduardo Coudet, se desmoronó con el último DT.

El martes a las 21:30 la Academia afrontará uno de los compromisos más importantes del 2020. En el primer cruce de los octavos de final, los de Avellaneda se medirán contra el Flamengo, campeón defensor de la Copa Libertadores. Y probablemente el futuro del entrenador esté sujeto a los resultados de la llave. En él quedará la decisión de acompañar a Diego Milito lejos del Cilindro o apostar el escaso apoyo que tiene en vigencia para intentar revertir una situación que parece tener un desenlace previsible.

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