22 de septiembre del 2011. Tato Rodríguez, capitán y base titular del campeón argentino, shockea a Peñarol de Mar del Plata y a toda la Liga Nacional al retirarse por un problema cardíaco. Abruptamente y a escasos días del comienzo de la nueva temporada. Las incógnitas inundan al club y rodean, una vez más, a Facundo Campazzo, el “pequeño regordete” armador suplente del equipo que, de repente, debe hacerse cargo de mayúscula responsabilidad. Pero, claro, como ya le ha pasado antes, el cordobés de 20 años sabe cómo es esto de superar dudas. Y, para sorpresa de algunos, lo hace. Otra vez. La temporada termina con el Milrayitas nuevamente campeón y Campazzo como MVP y convocado a la Selección para disputar los Juegos Olímpicos de Londres.
No fue la última vez que este chico tan especial tuvo que tapar bocas. Sucedió cuando se lo llevó el Real Madrid y empezó jugando poco. O cuando fue prestado al Murcia. También cuando volvió al Real. Y, para no cambiar la dinámica, cuando se hizo cargo del lugar de privilegio dejado por Luka Doncic cuando saltó a la NBA. Hablamos de un recorrido marcado por obstáculos, siempre teniendo él que responder una nueva pregunta... Básicamente por su altura (1m79), principal argumento de los escépticos, desde aquel surgimiento en el club Municipal de Córdoba.
Y hoy, pese a que es considerado mayoritariamente como el mejor base de Europa, esa aprensión resurge cuando se escucha el nombre de su destino, Denver Nuggets. “Va a jugar poco. Adelante tiene a una superestrella como Jamal Murray y su suplente, Monte Morris, es de los mejores de la competencia en ese rol. Me genera dudas su elección…”, es el reflexión más escuchada entre los dubitativos. Una incógnita que se disipa cuando se va a las fuentes para escuchar la opinión desde la franquicia.
“La próxima temporada vamos a jugar mucho con tres guardias juntos para que Facu pueda estar más en cancha, ya sea como suplente de Jamal como junto a él. Además, Jamal tendrá más minutos como escolta”, le cuentan a Infobae desde Denver, en condición anónima sabiendo que el contrato todavía no es oficial y la multa de la NBA es una certeza. Un análisis que aclara, al menos a priori, el panorama y responde la pregunta que muchos se hacían sobre si puede coexistir con Murray, el canadiense de 23 años que explotó como una estrella en la 19/20, en especial en los playoffs de la burbuja de Orlando (promedió 26.5 puntos, 6.6 asistencias y 4.8 rebotes) en los que fue la figura de los Nuggets, incluso por encima de Nikola Jokic, la otra superestrella del equipo.
“No pueden jugar juntos porque conformarían una mediacancha baja y, juntos, darían ventajas defensivas. Le costarían al equipo”, precisan algunos. “A ellos les diría que se fijen en los Raptors, en la dupla Van Vleet-Lowry, o en Dallas, cuando emparejan a Trey Burke y Barea, entre otros casos. La competencia va en una dirección de tener varios armadores en la cancha al mismo tiempo y nosotros confiamos en eso, más cuando tenemos a ellos dos”, replican desde Denver.
Predecir cuántos minutos jugará es muy difícil, porque eso dependerá de él, del equipo y de cómo se termine de conformar el roster (todavía no está cerrado y algunos creen que Monte Morris, el armador reserva en la 19/20, podría ser traspasado), pero lo cierto es que los Nuggets convencieron a Facu para que firme por dos años porque le “aseguraron” que su protagonismo será destacado. Está claro que el mejor base de Europa, estrella del Real Madrid, no iba a ir de relleno a ningún equipo. Y más cuando los interesados por ficharlo eran tantos. Y tan importantes.
Campazzo evaluó todo para tomar la decisión. Una de las cosas que más lo convenció fue la filosofía de los Nuggets, cómo han armado este equipo que los ha convertido en candidatos del Oeste tras ser finalistas de conferencia (luego de dar vuelta dos series que perdían 3-1 ante Utah y LA Clippers). Sin estridencias, eligiendo muy bien en el draft, teniendo paciencia en el desarrollo de sus figuras y siempre priorizando lo colectivo sobre lo individual. Murray, elegido #7 en el draft, llegó a la NBA con 19 años y ya es una estrella a los 23, tras su cuarta campaña. Jokic, el crack serbio de 25 años que viene brillando ante casi todos –menos contra Argentina en el Mundial-, ya es uno de los grandes robos de la historia del draft. Elegido en el puesto N° 41 de la segunda ronda, hace seis años, se convirtió en el prototipo de pivote moderno. Es el mayor generador de juego del equipo por su lucidez para leer el juego y su virtuosismo para pasar la pelota. Domina los juegos con su mente y no con el cuerpo (pese a que lo ha mejorado y ya no es el “gordito” de antes), algo que pasa poco en la NBA.
Jokic complementa el desequilibrio individual que provee Murray. Y la llegada de Campazzo ilusiona a todos, desde hinchas a entrenadores, porque se juntan dos de los mejores pasadores del mundo, capaces de inventar jugadas donde no hay gracias a esa creatividad y caradurez que tienen para asistir. La jugadas de dos contra dos entre ambos prometen ser memorables y, además de eficaces, levantar a los fans de sus asientos.
Cuando desde Denver hablan de jugar con tres guardias, el tercero en cuestión será Gary Harris (19.5 puntos y 3 asistencias) y, en especial, Will Barton (15 puntos, 6.3 rebotes y 3.7 asistencias), este último un alero de 29 años que le faltó –por lesión- a Denver para ir aún más allá en los playoffs pasados. El primero es un escolta de 26 años que pintaba muy bien hace dos años, pero se ha caído en cuanto a eficacia y desarrollo, perdiendo así minutos en el camino. Tiene un contrato importante (20/21 millones en cada uno de los dos próximos años) y no sorprendería que sea el fusible a corto/mediano plazo.
La otra pieza valiosa, que ratifica la paciencia de los Nuggets en el desarrollo del potencial de los jugadores, es Michael Porter Jr, un talento universitario que cayó bastante en el draft del 2018 (hasta el #14) por sus graves lesiones previas de espalda. Denver lo esperó y en esta última temporada, su primera, dio respuestas (9.3 puntos y 4.7 rebotes) y puede ser una pieza valiosa a los 22 años.
Los Nuggets perdieron un baluarte defensivo en Jerami Grant, quien –a igual dinero- prefirió más protagonismo en Detroit, pero horas después sumó a JaMychael Green para ocupar ese rol y compartir minutos con Porter como ala pivote-alero. Falta definir qué pasara con Morris, otra buena apuesta del draft (N° 51 en 2017) de gran relación precio-calidad porque ganará 1.700.000 cuando en la temporada pasada dio minutos (22) confiables (9 puntos y 3.5 asistencias). Para completar el plantel estarán dos novatos elegidos en el draft de hace unos días: el interno Zeke Nnaji (#22) y el escolta RJ Hampton (#22). El único gran dilema, igual, está en la continuidad (o no) de Paul Millsap, un ala pivote que supo ser figura, pero a los 35 años pero en la última temporada decayó su nivel (11.6 y 5.7 rebotes) y ahora es agente libre tras cobrar 30.5 millones. Ya no es prioridad aunque podrían ser necesario en un precio justo (8/10m), sobre todo tras la pérdida de Mason Plumlee y Grant como internos.
Por lo pronto, Campazzo se despide del Madrid tras firmar el acuerdo con los Nuggets para, al fin, hacerlo oficial, tras varios meses de negociaciones. Facu llega a un candidato, bien armado, con un gran coach –49 años, de perfil bajo- como Michael Malone que lleva cinco como head coach de los Nuggets y cada temporada ha dado un paso nuevo hacia adelante. De 33 victorias (de 82) y un 10° puesto en el Oeste en la 15/16 pasó a 40 y un 9° lugar en la siguiente. Luego a 46 en la 17/18, en la siguiente a 54 y un 2° puesto para lograr la ansiada clasificación a playoffs. En la última se vio lo mejor pese a bajar a 46 victorias en la fase regular, por la llegada a la definición de la conferencia ante Lakers. Campazzo tuvo tiempo de pensarlo bien y decidir llegar a un lugar donde lo quieren mucho –prioridad-, encaja bien y harán todo lo posible para que sea ideal. Igual, por las dudas, Facu siempre tiene un conejo en la galera y, cuando algunos dudas y las cosas parecen no funcionar, prende el turbo y sigue. Hasta que todos terminan rendidos a sus pies. Como devotos fieles suyos...
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