“Iba llorando mientras grababa estas imágenes”.
Osvaldo Bolmaro cuenta lo que sintió el miércoles a la noche cuando una larga caravana de autos salió por Las Varillas a festejar que su hijo Leandro había hecho historia, siendo el argentino elegido más alto en la historia del draft. “La movida la organizaron los ex compañeros y un padre. Algunos estaban en el Zoom que compartió Leo con la familia y amigos y, de repente, se empezaron a ir... Yo pensé que no se iba a hacer, pero en un momento empiezo a escuchar bocinazos fuera de casa, salí y me encontré con esto. Y eso que eran casi la 1 de la mañana, de un día de semana... Si hubiese terminado a las 23, habría sido mucho mayor la convocatoria. Mucha emoción, realmente”, explica quien se siente un ciudadano más de esta ciudad de 17.000 habitantes ubicada a 190 kilómetros de Córdoba capital.
Osvaldo asegura que trata de ser objetivo cuando explica por qué se dio semejante hecho. “Leandro es un ser muy especial. Dentro de la cancha es un obsesivo por ganar, pero afuera es muy tranquilo, con una humildad asombrosa. Además, hasta que se fue de acá se daba con todos. Tiene una barra del colegio, otra de la otra escuela, la del básquet y la del atletismo. Se adapta con chicos y grandes, lo quieren todos”, cuenta mientras precisa que uno de los de la caravana es el comisario general de la zona. “Realmente estamos viviendo un sueño, no sé si caí de donde está mi hijo, de lo que está logrando”, cierra.
El perimetral fue seleccionado en el pick N° 23 por New Kork Knicks, franquicia que lo transfirió a Minesotta Timberwolves, que cuenta en el staff con el argentino Pablo Prigioni. A fin de cuentas, fue el equipo que más se interesó en él, y en el cual deseaba jugar.
“Todavía me cuesta, incluso caer que tengo 20 años y me ha pasado todo esto. Todo ha pasado demasiado rápido. Hace cinco años todavía competía en atletismo (se ríe) y hace cuatro vivía en mi casa de Las Varillas. Luego fue rápido el paso por Bahía y ahora, a los 20, estoy en Barcelona y elegido en el draft de la NBA. Es increíble, todavía me cuesta creerlo”, le contó a Infobae en una entrevista exclusiva.
Pero su pueblo, al igual que sus formadores, siempre creyó en él. Y ganó las calles para festejar su segundo habitante en la liga de básquet más competitiva del mundo (su antecesor fue, ni más ni menos, que Fabricio Oberto.
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