“Es una historia muy bonita. El club no solo quiere un estadio, sino un nuevo lugar, que tenga amplias zonas verdes, espacios para los ciudadanos, que tenga usos barriales, como fue desde su comienzo con el padre Lorenzo Massa (su fundador). Que tenga usos educacionales, para la comunidad y deportivos, aparte del fútbol. Tendrá un estadio moderno que respete su tradición”.
La frase de César Azcárate, director del proyecto que la empresa IDOM diseñó para darle forma al sueño del nuevo hogar de San Lorenzo en Boedo, su barrio, define su espíritu. La pronunció en una entrevista con TV Bilbao y repercutió fuerte en Argentina, sobre todo entre los seguidores del Ciclón, que anhelan con ver materializada la epopeya de levantar otro estadio donde se erigió el Viejo Gasómetro, que abrió sus puertas por última vez el 2 de diciembre de 1979, en ocasión del empate 0-0 entre San Lorenzo (dirigido por Carlos Salvador Bilardo) y Boca.
El club dio otro gran paso esta tarde, cuando la Legislatura aprobó en primera lectura la Ley de Rezonificación (57 votos a favor y una abstención), que permitirá que el predio de Avenida La Plata al 1700, que hasta ahora posee la categoría E, pase a llevar la categoría U, que permite la construcción de un nuevo templo en el corazón del sentimiento azulgrana. Para que la dirigencia encabezada por Marcelo Tinelli y los socios puedan poner el primer ladrillo todavía faltan algunos pasos legales: próximamente se llevará a cabo una audiencia pública en fecha a determinar, que no es vinculante, pero sí obligatoria. Y habrá más instancias de participación hasta la segunda lectura, que se proyecta para febrero o marzo.
Pero existe un plan avanzado, cuyos detalles finos se encuentran todavía guardados. Sí se fueron filtrando características macro del proyecto. Por ejemplo, apuntarán a que el estadio tenga capacidad para entre 45.000 y 50.000 espectadores, con una estructura que permita su uso para diferentes actividades, no sólo para albergar a los equipos de fútbol, ya sea en su rama masculina o femenina. El mismo, según aseguran desde Boedo, “cumplirá con la capacidad y las exigencias de Conmebol y FIFA para poder aspirar a ser anfitrión de encuentros decisivos de Copas –Libertadores o Sudamericana– y, por qué no, recibir a la selección argentina”.
“Una vez que se apruebe la ley en segunda lectura y que sean aprobados los planos, calculamos que en dos años y medio, tres, podemos llegar a tenerlo listo”, detalló Tinelli.
El proyecto bosquejado busca “sacar lo mejor de ocho estadios del mundo”. Algunos de los escenarios de los que tomaron ideas o diseños son el estadio Azteca de México, el Wanda Metropolitano del Atlético Madrid o el San Mamés, construido precisamente por la empresa IDOM, la que está trabajando codo a codo con San Lorenzo (entre otras obras, también participa de las reformas en el Camp Nou del Barcelona).
El Nuevo San Mamés, hogar del Athletic Bilbao, es considerado uno de los estadios más modernos de Europa y fue premiado como Edificio Deportivo Construido del año en el World Architecture Festival 2015 de Singapur. Fue calificado por la UEFA como “estadio de élite”, el máximo rango posible.
Pero, dicho quedó, la búsqueda de los Cuervos es generar una obra que genere una simbiosis con el barrio, que tenga un efecto positivo sobre la comunidad. Para ello, por caso, el club realizó un trabajo hormiga que lleva varios meses. Abrió un canal de comunicación virtual al que bautizó “San Lorenzo te escucha”, mediante el cual recogió sugerencias y dudas. Además, contrató a la firma internacional GEHL, con sede en Dinamarca, para coordinar 3.355 encuestas, 23 reuniones vía Zoom con la participación de 1.000 personas, encuentros con representantes del sector inmobiliario y comercial, y el contacto con los vecinos a través de las redes sociales y llamados telefónicos. Las últimas consultas le dieron una aceptación superior al 80%.
En el Ciclón aseguran que quieren llevar dichas sugerencias a la práctica. Por eso, el diseño contempla que las construcciones alcancen hasta un 60% de la zona y tengan una mixtura de usos: espacios verdes, gimnasio, centros gastronómicos, museo y establecimientos educativos. Para llevar adelante la obra, San Lorenzo ya hizo contactos con diferentes inversores y hasta se contactó con una empresa china que le brindó soporte para darle viabilidad al plan. Además, claro, está el respaldo de los hinchas, que empujaron con movilizaciones pacíficas y multitudinarias, que adquirieron metros cuadrados hasta reunir 110 millones de pesos para recomprar los terrenos y que celebraron a viva voz en la puerta de la Legislatura ante este nuevo paso hacia adelante que dieron para conseguir lo que el mundo creía una utopía... Excepto ellos.
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