“Al culminar el Mundial de Japón 2019 pensé que ese había sido el fin de mi carrera en Los Pumas”. Nicolás Sánchez habla con total honestidad. Sabe que aquel certamen en el que Argentina quedó eliminada en la primera ronda podría haber marcado un antes y un después en su trayectoria. Sin embargo, la vida le dio revancha al apertura, que este sábado fue el gran protagonista de la histórica victoria albiceleste ante los All Blacks al marcar todos los puntos del conjunto que dirige Mario Ledesma.
No fue fácil el último año y medio para el apertura nacido en Tucumán, cuyo nombre es sinónimo de rugby argentino. Hasta principios de 2019 su carrera venía en claro ascenso y sus grandes actuaciones lo habían llevado a convertirse en el goleador histórico de la selección nacional. Había ganado el Olimpia de Plata en el 2018, había sido transferido al prestigioso Stade Français de París unos meses después y se había metido en la lista de los jugadores mejores pagos del mundo.
Pero el destino a veces trae giros inesperados y Nicolás Sánchez los sufrió en carne propia. El Mundial de Japón se presentaba como una gran oportunidad para Los Pumas a nivel colectivo y para él a nivel personal, tras haber sido el máximo anotador en Inglaterra 2015. En aquel certamen, Argentina había conseguido un histórico cuarto puesto y él había sido el capitán en el partido por el ingreso al podio.
El torneo en tierras niponas estuvo muy lejos de ser lo que Sánchez había soñado: sus actuaciones fueron muy flojas, perdió la titularidad tras el partido del debut ante Francia a manos de Benjamín Urdapilleta y las versiones comenzaron a dar cuenta de algunos roces con el entrenador Mario Ledesma. De hecho, en el partido trascendental ante el seleccionado local –que podría haber definido la clasificación del elenco Albiceleste a la próxima instancia– el tucumano fue marginado de la lista de 23 convocados. Finalmente, Argentina quedó afuera en la primera ronda, algo que nunca había ocurrido en la historia del profesionalismo. “No sé si me volverán a llamar a la selección”, llegó a decir el apertura en algunas entrevistas que concedió a principios de este año.
La vuelta a su equipo no mejoró la situación. El poderoso Stade Français tuvo una temporada para el olvido y terminó último en el certamen del Top 14, que finalmente fue dado por terminado a raíz de la pandemia de coronavirus. En 17 partidos, tan solo ganó cinco, empató uno y perdió 11. En el actual certamen el panorama no parece mejorar: el conjunto del argentino figura décimo entre 14 participantes de la competencia.
La pandemia encontró a Sánchez y a su familia en París. Allí esperaron hasta que la situación se aplacara y pudieran regresar las actividades deportivas. En los primeros días de julio, la tragedia y el amor más grande iban a entrelazarse de una manera inesperada, chocante y desgarradora en el fuero íntimo del apertura. El 5 de julio, María Pilar, la hermana mayor del jugador de Los Pumas se arrojó al vacío desde una terraza y murió en el instante. “Te vamos a extrañar con el alma”, escribió Nicolás por esos días en su cuenta de Instagram, junto a una foto de ambos que recibió miles de mensajes de apoyo. La siguiente publicación en la red social tiene tan solo una semana de diferencia y lo muestra al Cachorro -como todos lo conocen en el mundo del rugby- sonriente junto a su esposa Juli Arregui, su hijo Juanchi de tres años y la recién nacida Delfina. “Bienvenida Delfi”, posteó el tucumano, en una semana que bien puede ser descripta como un torbellino de emociones.
La salida de la cuarentena y la vuelta a la actividad volvió a poner en las canchas a Sánchez con la camiseta del conjunto francés. A pesar de que no había sido parte del subcampeonato de Jaguares en el Super Rugby en el 2019 y de su fallida actuación en el Mundial de Japón, el goleador histórico de la selección argentina se mantuvo en el radar del head coach de Los Pumas. Esas dudas que el tucumano tenía respecto de su continuidad en el seleccionado nacional quedaron saldadas cuando Ledesma lo incluyó en la lista de cara al Tres Naciones.
Sánchez no solo no quedó fuera de la consideración del entrenador, sino que recuperó la titularidad. Este sábado, en el debut ante Nueva Zelanda en Sydney, todas esos fantasmas del pasado reciente quedaron atrás. El apertura tuvo una actuación descollante y convirtió todos los puntos de Los Pumas en el primer triunfo de la historia ante los poderosos All Blacks. Un try, una conversión y seis penales le permitieron sumar 25 unidades en el marcador. 25 razones para volver a confiar en su juego y para sacar a relucir la garra que caracteriza a la selección argentina de rugby ante las adversidades.
“Hoy fue un orgullo representar al país. Lo que sentí en los últimos minutos viendo la defensa, la preparación de todo esto, la gente que ha estado en los malos momentos, es increíble”, dijo el “10” argentino, que también batió el registro de un prócer como Hugo Porta, quien en 1985 en cancha de Ferro aportó los 21 tantos de Los Pumas en la igualdad ante los neozelandeses (hasta hoy, era el único antecedente ante los oceánicos que no había terminado en derrota).
Esas declaraciones que hizo el surgido del Tucumán Lawn Tennis Club una vez finalizado el encuentro dejaron en claro el peso emocional que tuvo este resultado: “Quiero agradecer a todos los que están cerca nuestro cuando estamos mal. Estoy convencido de que la adversidad hace fuerte a los equipos y en nuestra cabeza hoy solo tiene que seguir creciendo”.
El foco del pateador de 32 años ya está puesto en el próximo gran desafío, que será en la madrugada del próximo sábado ante Australia, en Nueva Gales del Sur. En ese partido buscará demostrar que lo ocurrido ante Nueva Zelanda no fue un golpe de suerte ni un simple resplandor de sus épocas doradas. Ante los Wallabies saldrá a jugar con el convencimiento de que su talento está más vigente que nunca y que es capaz de llevar a la Argentina a lograr aquellos sueños que hasta ayer nomás parecían inalcanzables.
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