Algo ocurrió entre las victorias de Boca ante Lanús y Newell’s por la Copa de la Liga Profesional. Los acercamientos entre la directiva y Guillermo Fernández que lucían optimistas en un principio dejaron de ser tales y la situación cambió abruptamente de un momento a otro, al punto que el Consejo de Fútbol liderado por Juan Román Riquelme, a través de un comunicado, despidió y le deseó éxitos a uno de los jugadores que fue clave para Miguel Ángel Russo hasta acá.
“Boca Juniors informa en relación a Guilllermo Fernández que, si bien el club tenía acordada con el Cruz Azul de México una opción de compra que vence el 31 de diciembre, en los últimos días el jugador comunicó que no quería continuar en la institución. Por tal motivo, ante la voluntad expresada por el jugador, Boca no hará un esfuerzo de compra tan grande, por lo que ha tomado la decisión de no hacer uso de la opción vigente”, fue lo que expresó la carta emitida por la institución de la Ribera ayer.
Pol perdió la titularidad en los últimos dos compromisos por el ámbito local: aunque ingresó por Edwin Cardona en el complemento del duelo ante el Granate, permaneció entre los relevos en la última victoria frente a la Lepra en Rosario, donde el entrenador optó por el mediocampista recién llegado Diego Pulpito González.
Es evidente que hubo un cortocircuito entre las partes en la última semana y no hay vuelta atrás para la renovación del volante de 29 años que llegó a préstamo a principios de 2020 proveniente de Cruz Azul de México, que tasó su opción de compra en 7 millones de dólares. Boca pretendía reducir el monto de su valor a USD 4,5 millones pero a sabiendas del deseo de alejarse del jugador santafesino desistieron de seguir con las negociaciones. Su padre y apoderado, mientras tanto, declaró en un medio mexicano que no tenía intenciones de permanecer en Boca.
Según pudo averiguar Infobae, Fernández dejará de ser tenido en cuenta por Russo en lo que resta del año. Es decir que ya no formará parte asiduamente de las convocatorias en la Copa de la Liga Profesional y tampoco en la Libertadores (octavos de final ante Inter de Porto Alegre e hipotéticos cuartos frente a Flamengo o Racing). Como su vínculo finaliza el 31 de diciembre, ya no formará parte del club para las rondas finales del certamen local y continental. Solamente sería opción en caso de emergencia y/o por la chance de completar los bancos de suplentes con once jugadores. De esta manera la dupla de mediocampistas centrales que se perfila para componer el medio de Boca de ahora en más es Jorman Campuzano-Nicolás Capaldo.
La determinación tiene su lógica: el cuerpo técnico priorizará darle rodaje a futbolistas que se mantendrán dentro del proceso y podrán ser tenidos en cuenta para las hipotéticas instancias finales de las copas. Además si Boca mantuviera en los primeros planos a Pol, que tendría avanzada su llegada a un equipo extranjero (se habló del Elche o Celta de Vigo), le regalaría vidriera y exposición en lugar de cotizar a algún otro jugador que pertenezca a su patrimonio.
Para Riquelme y el resto del Consejo de Fútbol es requisito primordial que los elementos del plantel estén convencidos de estar en la institución y, por el contrario, no tienen miramientos para los que dudan o especulan con su estadía en la Ribera. Por eso salvo que Pol Fernández dé marcha atrás y pretenda recomponer su situación, quedarán sin tocar la pelota hasta 2021.
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