El cuadro de situación con el que se encontró Leopoldo Luque a comienzos de esta semana lo impulsó a internar a Diego Armando Maradona. El médico que en el último tiempo trató la salud del Diez, a medida que avanzaron los días, se convenció de que tenía que buscar la experiencia de aquellos que ya pasaron períodos tumultuosos al lado del ídolo. Frente a eso, convocó a Alfredo Cahe, el doctor que acompañó al Pelusa durante varios años y, principalmente, durante su tratamiento para pelear contra la adicción a las drogas.
Tras interiorizarse sobre el estado de Maradona, Cahe brindó una entrevista en TyC Sports donde entregó un panorama crudo de lo que está ocurriendo: “Toda la familia está de acuerdo, las hijas, las hermanas, en que así Diego es inmanejable y se va a deteriorar cada vez más. Hay que tomar el toro por las astas y ponernos firmes, buscar los mejores profesionales. Diego está como cuando yo lo llevé a Cuba”.
El histórico especialista que llevó a Maradona a la isla del Caribe a comienzos del milenio para que tratara su adicción a las drogas, advirtió en estos días que debe realizar un tratamiento para dejar el alcohol. “Ahora lo tenemos sedado, dormitando un poco. Uno ya tiene experiencia de tantos años anteriores y sabemos todos los pasos que hay que transitar. Él se quiere ir. En cuanto toma una lucidez total y le bajamos la medicación, se quiere ir”, aclaró en la entrevista con el programa Súper Fútbol.
“Ahora hay que limpiarlo a Diego y después veremos. Estamos en la etapa de limpiarlo totalmente”, detalló Cahe, quien aclaró que Maradona “sigue siendo un paciente muy complicado” y que una vez que abandone la Clínica Olivos necesitará tener “asistencia permanente”.
Al ser consultado sobre la perspectiva positiva que podría existir tomando en cuenta que logró terminar con el consumo de las denominadas drogas duras en el pasado, Cahe fue contundente: “El alcohol es una droga, cambió una cosa por otra. Me acuerdo que en años anteriores droga no era solamente la que consumía Diego, sino que el alcohol constituyó una de las bases importantes de la drogadicción de Diego. Pero no quiero hablar sobre el pasado, sino de cómo vamos a planificar ahora. Si Diego nos da la comprensión de su estado general y empieza a recuperarse, ya es otro cantar”.
Cahe señaló que trabajará con Luque sobre el tema y pidió poner un “nuevo orden de tratamiento”, pero reconoció que tendrán una tarea difícil: “Hay que tratar de convencerlo por todos los medios y a medida que va mejorando, el convencimiento es mayor. Diego va a querer trabajar, inmediatamente va a querer dirigir o ir a un campo de juego. Vamos paso a paso: ahora está sedado y tranquilo. Ahora salgamos de esta, que poco a poco se vaya limpiando y pueda pensar más en el futuro. Nunca me adelanté con Diego, siempre fuimos paso a paso. Poco a poco logramos convencerlo de algunas cosas. Creo que él va a tomar conciencia de lo que tuvo. Todavía no sé si tomó conciencia”.
“Hay que ver cuando esté en buenas condiciones qué es lo que quiere él. Al principio es todo sí, y después cuando se encuentra con la fortaleza que tiene... Hay que ver en qué condiciones lo retomamos de nuevo y en qué condiciones lo ponemos en un tratamiento”, reconoció sobre la posibilidad de que Maradona se niegue a ser tratado.
Cahe fue pesimista a la hora de hablar sobre un regreso al trabajo en el corto plazo y dejó una advertencia al respecto: “Ese es otro problema. No soy yo el que lo tenga que decir, hay mucha gente metida con ese tema, pero no me caben dudas de que me tengo que poner firme y después de este período agudo definir cuál va a ser el pronóstico y el tratamiento de Diego. Siempre que él lo acepte...”.
“No fue solamente el golpe que recibió en la cabeza, sino que tiene efectos negativos del hígado, de las partes cardiovasculares. Todo eso tiene una incidencia. No es cerebro por un lado, hígado por otro lado, estómago por otro... Es una mezcla de cosas. Pasa que Diego tiene un físico tan estupendo que muchas veces las tolera perfectamente bien”, especificó.
En relación a la preocupante imagen que se vio el pasado viernes en el estadio de Gimnasia de La Plata, el médico analizó: “Creo que la incidencia del hematoma –hablamos de la compresión de parte del cerebro– produce todos estos trastornos. En la medida en que limpiemos, cambiemos la medicación, tratemos la anemia... No es una cosa sola y se acabó. Creo que va a mejorar enormemente en todos los trastornos neurológicos y neuropsiquiátricos que presenta. El hematoma creo yo que se venía constituyendo. No era todo agudo por un golpe. Fue incidiendo enormemente en el estado de Diego. No creo que haya sido un golpe, como por ejemplo puede ser en un accidente automovilístico; creo que fue todo fraccionadamente y le fue trayendo estos problemas que menciona”.
Si bien aclaró que intentará buscar que se hospede en un “lugar más cercano a las hijas” una vez que abandone la clínica, reconoció que aún no se sentaron con la familia a planificar los pasos a seguir: “Diego no se puede ir a la casa así porque sí. Todavía no pude hablar sobre esto. Necesito una planificación familiar, del entorno que se ha constituido al lado de Diego”.
Actualmente lo mantienen sedado, pero Cahe detalló que luego empezará a ser “tratado con psicofármacos” porque la sedación es para “un caso agudo”. “Si fuera otro tipo de paciente común, lo interno en un sanatorio para adictos, lo mantengo ahí tres o cuatro meses, como lo hemos hecho con Cuba o en muchos sanatorios de acá. Y Diego siempre salió. Pero ahora no estamos pensando en eso. Estamos pensando paso a paso. Cómo pasar estas 24 horas, 48 horas, y después vemos”, dijo.
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