Pablo Zabaleta anunció la semana pasada que decidió dar por terminada su carrera como futbolista a los 35 años. El lateral-volante, de último paso por el West Ham United, se encontraba sin club. Y ninguna propuesta recibida lo hizo cambiar de parecer. “Esperé una mínima posibilidad de vivir una experiencia diferente en otro lado. Pero también no estaba dispuesto a mover mucho otra vez a la familia. No me quedó nada pendiente porque todas las decisiones que tomé, las tomé con la cabeza y el corazón”, subrayó en diálogo con el diario catalán Sport.
El ex San Lorenzo, Espanyol de Barcelona e ídolo del Manchester City tuvo un destacado paso por la selección argentina, desde muy pequeño, cuando empezó a ser citado a las selecciones juveniles. Con la Albiceleste ganó el Sudamericano Sub 20 2003, el Mundial de la categoría en 2005 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. También jugó las finales del Mundial 2014 (tropiezo ante Alemania) y de la Copa América de Chile 2015, que celebró el local tras superar a Argentina en los penales.
En consecuencia, Zaba (tal como lo apodaban en las Inferiores del Ciclón) fue parte importante del ciclo Messi en la Selección. Incluso entabló una relación cercana, que se fortaleció cuando fueron vecinos en Barcelona.
“Empecé jugando con él en los juveniles, ganamos el Sudamericano, el Mundial Juvenil y fuimos Oro en China. Y no tuvimos la posibilidad de ganar en la mayor”, se lamentó. “Con esa generación hicimos todo lo posible durante años. Pero lo que te corona es un título. Se nos escaparon por poco tres finales consecutivas. Y los malditos penaltis y el tiempo extra como Alemania. No tuvimos esa suerte”, desgranó la causa del éxito esquivo, anexando la definición de la Copa América 2016, que Chile también le arrebató a Argentina en los remates desde el punto penal.
“Es el líder de su generación. El mejor de la historia. El fútbol le debe un título en la selección a Messi. Lo terminaría de coronar a nivel personal, es su deseo. Pero no va a cambiar que fue el mejor”, completó el concepto el ex capitán de los Ciudadanos, quien también se refirió al affaire burofax que casi lleva a la Pulga a abandonar el club en el que es leyenda.
“Me cuesta pensar donde puede llegar a ir. Me sorprendió un poco todo lo que pasó. Nunca pensé que podía tomar una decisión así sabiendo el vínculo que hay entre Lio y el Barcelona después de tantos años juntos. Pero todas las decisiones personales existen por una razón. Y eso solo lo sabe él”, concluyó.
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