La bandera del club Leopardi, el de Mauro Martín, flameaba en el centro. Otra, que decía Miguel presente, por el barra Miguel Angel Cedrón, asesinado en la interna de La Doce en el 2000 y padrastro de Marcelo Aravena, líder de la facción Lomas de Zamora, estaba contra el alambrado central. Al lado, una que recordaba a Fernando Di Zeo, quien falleció año y medio atrás y otra que tenía el rostro de José Barrita, el Abuelo, el mítico líder de los violentos en los 80. Además, había una bandera con los colores de Boca, como para dejar en claro que juega Argentina ante Ecuador por las Eliminatorias, pero que el hogar es Xeneize. Tal como lo muestra el video que se adjunta en la nota, diez integrantes de La Doce se apersonaron por la mañana por la Bombonera y desplegaron parte de su arsenal. Lo habían hecho en el partido de Copa Libertadores frente a Libertad de Paraguay la semana pasada y eso originó la intervención de la Secretaría de Seguridad Porteña y un llamado de atención del Ministerio Público Fiscal.
Aquella vez se salieron con la suya, esta vez no: apenas tuvieron conocimiento de lo que estaba sucediendo, desde la Justicia porteña se empezaron a mover para armar una causa y ante esta situación medió la dirigencia del club y la barra, pasada el mediodía, sacó todos los “trapos” que la identificaban. Por una vez, habían perdido la batalla simbólica de quién domina la Bombonera, aunque dejaron los tirantes en la tribuna que da a Casa Amarilla como señal de pertenencia.
Ya desde la semana pasada se rumoreaba que La Doce iba a intentar colar su cotillón, algo que la Ciudad se había comprometido a que no sucediera. La autorización esta vez debía venir de AFA y no de Boca para colocar las banderas. La barra, entonces, presentó la nota diciendo qué iba a ingresar. En ningún momento se habló de lienzos azules y amarillos o con rostros de viejos líderes, lo que estaba totalmente prohibido. Pero a la hora de la verdad, los muchachos hicieron de las suyas. Fueron 20 los barras que se acercaron y pasaron el primer anillo de seguridad munidos con el material. Diez se quedaron de custodia y otros diez fueron a desplegar el arsenal.
A muchos les llamó la atención ver que la bandera de Mauro Martín dominaba la segunda bandeja, pegada a una de Argentina con la inscripción gigante de “Jugador N° 12 pte”. Porque en la dupla que domina la barra hace tiempo, Martín fue el hombre más cercano a Angelici y Di Zeo el que jugó a varias bandas en las elecciones pasadas. Hasta ahora siempre habían respetado el acuerdo de 50 y 50. Cierto, estaba la bandera recordando a Fernando Di Zeo, pero que es de un tamaño menor. Se verá si esto trae alguna consecuencia interna, lo cierto es que Martín comandó todo el operativo Selección porque el popular Rafa fue intervenido días atrás en la columna en una clínica de San Isidro por un problema de vértebras y está imposibilitado por ahora ya no sólo de subirse a un paravalancha, sino de movilizarse sin ayuda.
Lo que llamó la atención fue que si bien los barras que colgaron las banderas respetaron el protocolo de utilizar barbijo, varios de los que estuvieron en las inmediaciones decidieron a lo Trump que el Coronavirus no parece un rival de fuste y se los vio sin el aislamiento social y el tapabocas correspondiente. Cosas que tiene La Doce y que se permite insólitamente el fútbol argentino, que por lo menos esta vez para todo el mundo, tendrá una tribuna libre de simbología barrabrava.
La fiscalía a cargo del Dr. Aníbal Brunet realizó una inspección ocular en el estadio y secuestró la bandera del “jugador N° 12”.
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