A los 37 años, Cristian Fabbiani decidió colgar los botines. El delantero, que estaba jugando en Deportivo Merlo, equipo que milita en la Primera C del fútbol argentino, ya se venía preparando para ser director técnico; incluso se barajó la posibilidad de que asumiera en Nueva Chicago ante la salida de Omar Labruna, pero todo indicaba que deseaba retirarse en el campo de juego. Sin embargo, ante el parate por la pandemia de coronavirus, el ex atacante de River, Lanús y Newell’s le dio un cierre a su carrera con una emotiva carta que compartió en las redes sociales.
“Uno se supera para jugar en Primera. Es el sueño en cada gol en el club de barrio. O en las Inferiores. Más difícil es estar listo para el último día. Hoy quiero anunciar que el jugar se terminó. ME RETIRO. Punto final”, prologó el ariete su misiva, en la que les agradeció a todos los que lo ayudaron en su camino en el fútbol, empezando por el CAI Aimar en Lanús (“me hizo debutar de 10”).
También destacó los sueños cumplidos: “Jugar profesionalmente. Jugar con la camiseta de River, la que amo. Y comprarle la casa a mi mamá”. “Superé la rotura de ligamentos. Yo le gané a un cáncer. Ya estoy hecho”, subrayó.
También les dedicó un párrafo a aquellos que lo criticaron por su perfil mediático fuera de la cancha o su estado físico: “Me divertí en una cancha, como alguna vez hice afuera. Ahí hay muchos jueces de pibes a los que nos llegan algunas cosas rápido y las manejamos como podemos, a veces sin tanta guía. No importa. No soy un tipo que ande con rencor por ahora, ya me siento más grande, maduro”.
De cara a su próximo rol, el delantero que en el exterior supo jugar para Palestino de Chile, Beitar Jerusalén, Cluj de Rumania (donde ganó dos títulos), Sport Boys de Bolivia, Liga de Portoviejo de Ecuador y Deportivo Universitario de Panamá, enumeró a algunos de sus referentes, de los que prometió continuar aprendiendo: “Zubeldía, Pipo Gorosito, Rodrigo Bilbao, Miguel Russo, Gallardo, gente a la que le quiero seguir los pasos, y varios más que marcan una huella para los más jóvenes”.
LA CARTA COMPLETA DEL OGRO FABBIANI
Uno se supera para jugar en Primera. Es el sueño en cada gol en el club de barrio. O en las Inferiores. Más difícil es estar listo para el último día. Hoy quiero anunciar que el jugar se terminó. ME RETIRO. Punto final.
Con una sonrisa, porque cumplí muchos sueños que tenía de chiquito. Jugar profesionalmente. Jugar con la camiseta de River, la que amo. Y comprarle la casa a mi mamá. Eso me propuse cuando quedamos sin mi papá, a los 8 años. Puede hacer un poco de tristeza al anunciar el final, pero fueron meses en los que maduré la decisión.
Quiero decirles gracias a Deportivo Merlo, mi último club, como también a cada lugar por el que pasé. A Lanús, donde el CAI Aimar me hizo debutar jugando de 10. A Newell’s Old Boys, donde todavía sueño con esa jugada en el clásico. A All Boys, con el que volvimos a Primera A... A los que me recibieron fuera de mi país... (hacé la lista).
Superé la rotura de ligamentos. Yo le gané a un cáncer. Ya estoy hecho. Siempre le puse la mejor energía, más allá de lo que se dijera. Me divertí en una cancha, como alguna vez hice afuera. Ahí hay muchos jueces de pibes a los que nos llegan algunas cosas rápido y las manejamos como podemos, a veces sin tanta guía. No importa. No soy un tipo que ande con rencor por ahora, ya me siento más grande, maduro.
Hace meses que me preparo para ser entrenador. Tengo mi cuerpo técnico con gente de primera en lo profesional y lo humano. Ser buena persona te lleva a ser mejor profesional. Por eso también les quiero decir gracias a todos los amigos que me dio el fútbol, a todos los que me dejaron aprender con reuniones por Zoom en los últimos meses.
Ahora quiero dejar la careta del Ogro jugador a un costado -estuvieron buenos esos festejos- y seguir aprendiendo fuera de la cancha mirando a Zubeldía, Pipo Gorosito, Rodrigo Bilbao, Miguel Russo, Gallardo, gente a la que le quiero seguir los pasos, y varios más que marcan una huella para los más jóvenes.
Gracias por tanto cariño. Gracias por tanto apoyo a mi familia. A mi vieja y hermanas, a mi mujer, a mis hijos. Les deseo a todos que sean felices. Yo lo fui como jugador profesional de fútbol. Y lo quiero ser en esta etapa que hoy comienzo.
PD: los quiero, el Ogro.
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