El pasado 24 de septiembre se cumplieron 20 años del nacimiento de Las Leonas, apodo con el que se conoce a la selección argentina de hockey femenina. En los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, el equipo que dirigía Sergio “Cachito” Vigil se quedó con la medalla de plata y, además, edificó un mito que se mantiene hasta estos días.
El nombre del equipo surgió a partir de la idea de Inés Arrondo, una de las jugadoras de aquel equipo y actual secretaria de Deportes de la Nación. A ella se le ocurrió representar la garra y la fortaleza del plantel con una leona que luego dibujó en las camisetas de todas sus compañeras. Con ese símbolo en el pecho llegaron hasta la final del certamen en la que cayeron ante Australia. La derrota hoy es solo una anécdota: ese día nació uno de los seleccionados más admirados de la historia del deporte nacional.
Quien no pudo dejar pasar la ocasión de homenajear a esas deportistas fue Marcelo Bielsa. El entrenador del Leeds United les envío una sentida carta a Las Leonas para felicitarlas por el aniversario y recalcar su espíritu deportivo. La propia Arrondo fue la encargada de difundir el escrito a través de sus redes sociales. “En los festejos por los 20 años del nacimiento de Las Leonas recibimos muchos mensajes especiales, de mucha gente que queremos. Esta es una hermosa carta que nos escribió Marcelo Bielsa. Gracias querido Marcelo, por todo el afecto y por tus valiosas reflexiones”, escribió la funcionaria.
“Sin desconocer a las mejores jugadoras, las que destacan en este caso son Las Leonas. No todos los equipos tienen nombre propio, no cualquier equipo lo tiene”, señaló el Loco en uno de los tramos de la carta. Y luego, agregó: “Como todo ídolo, las Leonas son una propiedad popular que enorgullece al pueblo argentino en general, pero especialmente al grupo de mujeres que hace veinte años no contaban con un equipo tan representativo del deporte nacional”.
“Las Leonas, símbolo del deporte nacional, son parte del patrimonio que nuestro país, como todo país, necesita. Reconocerlas y valorarlas es una forma de fortalecer a la sociedad, especialmente a la porción que se nutre de la pasión, la seguridad y la alegría que otorga tener una referencia sana. Por eso debemos cuidarlas, homenajearlas y mantener su vigencia”, concluye.
De esa manera Bielsa homenajeó a un equipo que, desde su nacimiento en Sydney 2000, cosechó una enorme cantidad de títulos y consolidó a grandes figuras como Luciana Aymar, Vanina Oneto, Cecilia Rognoni y Soledad García, entre otras.
La carta completa:
Ante la conmemoración por los 20 años del nacimiento de Las Leonas, diversas reflexiones surgen cuando pienso en lo que representa desde ese momento la Selección Femenina de Hockey sobre césped.
El deporte se convierte en un componente de la cultura, que al mismo tiempo divierte, apasiona y educa, tanto al jugador como al espectador. A través de idolatrar a sus protagonistas, se gestan símbolos con los que la sociedad se identifica.
Los deportistas y equipos que son referentes, si bien precisan del triunfo, dan el paso decisivo en su constitución cuando se independizan de éste. Dicho de otro modo, si logran que el nombre propio releve a los resultados en su función de describir, argumentar o justificar el prestigio: su sola mención condensa las virtudes y valores que automáticamente hereda aquel que se identifica y quiere parecerse. El amor por el juego es el que finalmente une a todas las partes.
Sin desconocer a las mejores jugadoras, las que destacan en este caso son Las Leonas. No todos los equipos tienen nombre propio, no cualquier equipo lo tiene. Como todo ídolo, las Leonas son una propiedad popular que enorgullece al pueblo argentino en general, pero especialmente al grupo de mujeres que hace veinte años no contaban con un equipo tan representativo del deporte nacional.
Mi reconocimiento está entonces especialmente dirigido al equipo que termina de consolidar ese rol social y cultural. A todas las jugadoras y conductores de la Selección, y también a quiénes la sostienen día a día, ilusionándose con pertenecer a un lugar tan valorado. Ellas también conforman ese equipo aunque no jueguen, porque al identificarse sienten que lo hacen. Mágica sensación que vivencia aquél que ama a su ídolo, puente que le permite soñar y fantasear... Emociones que el espectador común no conoce.
Las Leonas, símbolo del deporte nacional, son parte del patrimonio que nuestro país, como todo país, necesita. Reconocerlas y valorarlas es una forma de fortalecer a la sociedad, especialmente a la porción que se nutre de la pasión, la seguridad y la alegría que otorga tener una referencia sana. Por eso debemos cuidarlas, homenajearlas y mantener su vigencia.
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