Clemente Rodríguez escaló por la izquierda y cedió a Guillermo Barros Schelotto, quien vio en el área a Iarley y centró. El brasileño llegó a desviar el balón y descolocó a Dida, arquero del Milan, quien no pudo apoderárselo. El rebote le quedó atrás, pero Matías Donnet llegó a reponerse para enviar la pelota al fondo de la red. Fue el tanto más importante de su vida y uno de los más relevantes en la historia de Boca. A 17 años de la epopeya intercontinental, contó detalles en una entrevista con el sitio oficial.
La duda estaba instalada en la formación: Donnet, con características más ofensivas, o Javier Villarreal, más aplicado en la marca. “No recuerdo si me tocó alguna vez que Carlos (Bianchi) viniera a dialogar conmigo un día antes del partido. Uno se iba dando cuenta en la semana si hacíamos fútbol porque él armaba el equipo titular. Cuando viajamos a Japón no hicimos fútbol y normalmente la charla la daba previo a la entrada en calor. La primera hoja estaba en blanco y cuando la levantabas, en la segunda estaban los dos equipos formados y te dabas cuenta si jugabas o no”, reveló el santafesino de 40 años.
El poderoso conjunto italiano era favorito en la Copa Intercontinental 2003 frente a un Boca de Bianchi que igualmente metía miedo: “Más allá de tener que buscar le partido en el arco rival sabíamos que nos íbamos a enfrentar a grandes jugadores y había que contrarrestarlos. Cuando uno se ve en ese plantel y da vuelta la hoja es una felicidad estar dentro de una cancha en una final como esa, no se vive todos los días”.
¿Qué sensaciones lo invadieron en la previa? El ex mediocampista que fue considerado MVP en ese cotejo respondió: “Antes del partido uno siente cosas distintas, raras. Ellos eran jugadores que habían estado en lo más alto a nivel futbolístico en cuanto a selecciones. El Milan venía de tener ya varios títulos encima. Un equipo prácticamente de memoria, como se dice. Más allá de todo, una vez que empieza el partido, no dejamos de ser once contra once. Y si en esas definiciones a un solo partio te dormís un poquito... El rival, si llegó a esa final, por algo es, no por casualidad”.
Al minuto 23 el danés Jon Dahl Tomasson puso arriba a los milaneses en el estadio Yokohama, pero el Xeneize respondió velozmente y pasados los cinco minutos igualó por medio de Puchero. “Nos encontramos 1-0 abajo pero nos favoreció que el Milan fuera un equipo tan ofensivo que por más que ganara no se iba a meter atrás e iba a buscar jugar. Eso hizo que tuviéramos más espacios y nos dio la posibilidad de empatar rápido y emparejar el partido. Cuando convertís un gol te das cuenta de que está la posibilidad de ganar le partido”, dijo.
El acompañamiento de la jugada y ubicación lo ayudó a sentenciar el arco adversario cuando todavía corría la primera mitad: “Uno va leyendo el juego y tiene que estar a la espera de que puede haber alguna falla. Hay que estar ahí. Quise meter una diagonal pero Iarley tocó la pelota, Dida la manoteó y a pesar de estar más alejado tuve la posibilidad de incorporarme rápido a la jugada. Pancaro se terminó cayendo y me dio ventaja a mí, que me había pasado un poco pero estaba más cerca de la pelota. Si Dida o Iarley no la tocaban, la jugada quizás terminaba en otra cosa”.
En la actualidad Donnet fue convocado por Juan Román Riquelme para formar parte del proyecto en las juveniles del club y está a cargo de una de las categorías del fútbol amateur. El ex Unión de Santa Fe y Newell’s, entre otros, se quedó con ganas de compartir cancha con el hoy vicepresidente del club. Por ese motivo no lo incluyó en su once ideal xeneize, al que también marginó a Martín Palermo por no haber compartido tantos partidos juntos.
Abbondanzieri; Ibarra, Schiavi, Burdisso, Clemente; Battaglia, Cascini, Cagna; Delgado, Guillermo y Tevez es su elenco predilecto.
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