“Se me viene a la mente una pregunta. Mis padres me criaron en una casa de 5 x 3 metros; trabajando, estudiando, confiando en la justicia, me dieron un hogar más amplio. Yo continué sus ejemplos sacrificándome y respetando al prójimo. ¿Fui un idiota por respetar estos ideales?”. La reflexión es del ex goleador de la Selección Gabriel Batistuta y tiene como marco la discusión sobre el valor del mérito que instaló el presidente Alberto Fernández en las últimas semanas.
La publicación en las redes sociales del ex futbolista, instalado en Europa y que solo realiza apariciones en los medios cuando es invitado para analizar algunos partidos específicos, tuvo una repercusión inmediata, con opiniones a favor y en contra.
A mediados de septiembre, en un acto en la provincia de San Juan, Alberto Fernández instaló la discusión: “Lo que nos hace evolucionar o crecer no es verdad que sea el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años. El más tonto de los ricos tiene más posibilidades que el más inteligente de los pobres. Mientras eso no ocurra, no podemos estar tranquilos con nuestra conciencia. Ese tratamiento desigual nos pone en un mal lugar como sociedad. No es un buen sistema. Las mejores sociedades son las que, precisamente, a todos les dan la oportunidad de desarrollarse”, planteó.
Esta postura del jefe de Estado fue cuestionada por diferentes sectores políticos. Incluso el ex presidente Mauricio Macri compartió una crítica que realizó el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados, Mario Negri. "Con mucho dolor leí ayer las declaraciones del Presidente y pensé en lo equivocado que está quien conduce hoy el país. Sus conceptos están reñidos con nuestra historia”, señaló el diputado radical.
“En Argentina nació la patria con la inmigración. Aquí vinieron a trabajar nuestros bisabuelos porque en sus países no había futuro. En Europa había nobleza, había ricos y había guerras. Ellos querían cambiar y PROGRESAR. No hay progreso sin la idea de mérito. Mérito es buscar valores. Ellos querían progresar. Y el reconocimiento que buscaban lo proyectaban en sus hijos. A ellos se sumó Sarmiento. Había que educar a todos para que todos progresaran”, agregó Negri.
Por su parte, el papa Francisco también opinó ayer sobre los méritos en su habitual mensaje diario: “Quien razona con la lógica humana, la de los méritos adquiridos con la propia habilidad, pasa de ser el primero a ser el último. En cambio, quien se confía con humildad a la misericordia del Padre, pasa de último a primero”, publicó en su cuenta de Twitter. La frase estaba acompañada por la referencia al capítulo 20 del Evangelio de Mateo, versículos 1 al 16 (cfr. Mt 20, 1-16).
La publicación del Sumo Pontífice fue seguida por otras dos: “Estamos llamados a ser instrumentos de Dios Padre para que nuestro planeta sea lo que Él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud” y “Cada uno es importante a los ojos de Dios, cada uno puede transformar un poco del mundo contaminado por la voracidad humana en la realidad buena querida por el Creador”.
Durante su carrera como futbolista profesional, Gabriel Batistuta participó de tres mundiales (1994, 1998 y 2002), conquistó en dos ocasiones la Copa América (1991 y 1993), también adquirió con el representativo nacional la Copa Confederaciones de 1992 y sumó un total de 10 títulos con las camisetas de River, Fiorentina, Roma y la Albiceleste.
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