De los cortocircuitos con Riquelme como compañero en Boca a su regreso al club: la historia de Leandro Somoza, sustituto de Russo en Paraguay

El ex mediocampista tomará las riendas del equipo en el partido por Copa Libertadores ante Libertad de Asunción. Su pasado como jugador y presente como entrenador

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Leandro Somoza y Juan Román Riquelme ríen durante una pretemporada con Boca en Tandil (Fotobaires)
Leandro Somoza y Juan Román Riquelme ríen durante una pretemporada con Boca en Tandil (Fotobaires)

Estuvo en duda hasta último momento más por intenciones propias que por recomendación médica. Miguel Ángel Russo se ausentará en el banco de Boca en lo que será el reinicio de la competencia oficial por ser paciente de riesgo. Tanto Jorge Amor Ameal como Juan Román Riquelme le recomendaron que no viaje a esta cita y deje todo en manos de su cuerpo técnico. Por eso es que Leandro Somoza, con colaboración de Mariano Herrón, se hará cargo.

La relación de Russo con Somoza se remonta a la temporada 2005/2006, cuando el DT desembarcó en Vélez y se encontró con un futbolista que hacía rato se había ganado la titularidad y era uno de los referentes del grupo. Pese a su corta edad tenía ascendencia en el plantel velezano y era líder futbolístico también dentro de la cancha. Incluso pateaba penales y lucía la cinta de capitán. Juntos conquistaron el Clausura 2005, justo antes de que Miguel se marchara a Boca para ganar la Libertadores 2007 con un inspirado Riquelme.

El Flaco fue transferido al fútbol español en 2006 y allí se encontró por primera vez con Román en un plantel. Fue en un Villarreal que lo tenía como gran figura pero también le daría salida por su conflictiva relación con el entrenador chileno Manuel Pellegrini. En los últimos meses del año la comunicación se fue deshilachando hasta cortarse definitivamente. Somoza y Riquelme casi no tuvieron tiempo para profundizar porque el 10 volvió a la Ribera para ganar la Copa.

Somoza y Russo con la mirada fija en la pelota: el Flaco se hará cargo del equipo en Paraguay (Fotobaires)
Somoza y Russo con la mirada fija en la pelota: el Flaco se hará cargo del equipo en Paraguay (Fotobaires)

El elegante mediocampista central de buen pie, gesto adusto, pierna fuerte y propenso a las escaramuzas entre rivales militó una temporada en el Submarino Amarillo, otra en el Betis y emprendió su retorno al fútbol argentino para desembarcar en Boca de la mano de Julio César Falcioni. Enseguida pasó a ser parte de la columna vertebral dentro de un plantel que contaba con nombres pesados como Agustín Orión, Rolando Schiavi y Sebastián Battaglia (más Riquelme) a los que más tarde se les sumarían Pablo Ledesma y Santiago Silva bajo la conducción de Carlos Bianchi.

Fue una época en la que ni los resultados favorables tapaban las internas entre los subgrupos del plantel. Falcioni y Riquelme quedaron enfrentados y varios referentes tomaron partido de un bando y el otro. En 2012 el equipo perdió la final de la Libertadores con Corinthians y Román acusó sentirse vacío para tener un intervalo de seis meses con el fútbol. Motivado por la vuelta del Virrey, se puso los cortos otra vez en 2013. En el inicio de ese año, mientras se hablaba del retorno del 10, Somoza declaró: “Un capitán es importante, pero también lo es el grupo. No sirve de nada que haya un capitán y que el grupo vaya para el otro lado. Hoy (Riquelme) no está con nosotros y prefiero hablar del grupo y de los partidos que se nos vienen por delante”.

La historia en el corto y mediano plazo no terminaría bien para ninguno de los dos: tras la eliminación en los cuartos de final de la Libertadores Somoza dijo adiós y buscó asilo en Lanús, donde volvió a ser pieza importante; Riquelme evidenció sus diferencias con la comisión directiva presidida por Daniel Angelici y a mediados de 2014 se marchó a Argentinos Juniors, donde obtuvo el ascenso a Primera antes de retirarse del fútbol.

La relación entre Somoza y Riquelme no terminó bien en 2013 cuando formaban parte del mismo plantel (Fotobaires)
La relación entre Somoza y Riquelme no terminó bien en 2013 cuando formaban parte del mismo plantel (Fotobaires)

En 2015 se reencontró con Russo en Vélez, en el que fue un paso poco fructífero para ambos desde lo deportivo. Pocos lo recordarán pero su última temporada como futbolista fue en Aldosivi de Mar del Plata, donde logró el objetivo del ascenso a Primera siendo campeón. Pero su estadía en La Feliz duró poco: colgó los botines y se sumó a las divisiones inferiores de Lanús, donde había dejado un buen recuerdo por su liderazgo y la estrella de la Copa Sudamericana 2013.

En paralelo, Russo estaba a cargo del Millonarios de Colombia a la vez que luchaba contra un cáncer de próstata del que salió ileso. Tras la rehabilitación se reinsertó definitivamente en el mundo del fútbol con el desafío en Perú con Alianza Lima, donde contó por última vez con su cuerpo técnico histórico conformado por Hugo Gottardi y el Profe Guillermo Cinquetti. En medio de la disputa de la Libertadores 2019 cambió de equipo y se hizo cargo de Cerro Porteño de Paraguay, donde inesperadamente convocó a nuevos asistentes (a Somoza se le sumó Mariano Uglessich y su actual preparador físico Damián Lanatta).

Russo convocó a Somoza para su cuerpo técnico cuando se hizo cargo de Cerro Porteño de Paraguay el año pasado (NA)
Russo convocó a Somoza para su cuerpo técnico cuando se hizo cargo de Cerro Porteño de Paraguay el año pasado (NA)

Cuando recién había asumido en Boca, en diálogo exclusivo con este medio Russo aclaró sobre su modificación en el cuerpo técnico: “Son decisiones mías y nada más. Pura y exclusivamente desde el plano mío, estrictamente”. Se generó debate y cierta incertidumbre frente al retorno de Somoza a Boca ahora formando parte del cuerpo técnico de Miguel por la tirante relación que había quedado con Riquelme, devenido en dirigente bajo el mandato de Jorge Amor Ameal. Cualquier tipo de rispidez quedó de lado y primó la elección del DT y el plano profesional. Como ayudante de campo alterno se añadió Mariano Herrón, un viejo conocido por Román, mientras que el nexo con la Reserva de Sebastián Battaglia y Juan Krupoviesa es Hugo Benjamín Ibarra, todos ex dirigidos por Russo.

La incipiente carrera de Somoza como entrenador tendrá un desafío internacional en circunstancias muy singulares. Russo confía en él como mano derecha en su cuerpo técnico tanto como cuando lo dirigió en Vélez, donde ya mostraba características de ordenador y estratega de equipo. Un técnico dentro de la cancha. Mañana del otro lado de la línea de cal buscará respaldar a su técnico predilecto y volver a La Boca con resultado positivo que acomode al Xeneize en el Grupo H de la Copa.

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