El brote de contagios de coronavirus continúa generando profundos problemas en el día a día de Boca a apenas 11 días de su primer compromiso tras el parate por la pandemia: la visita a Libertad en Paraguay por el reinicio de la Copa Libertadores. Hasta el momento, el club informó oficialmente que 18 jugadores tienen COVID-19 (a ellos hay que sumarles otros ocho integrantes de la burbuja trunca en Ezeiza, contando a los colaboradores afectados). Sin embargo, en las últimas horas crecieron las versiones de que otros cuatro futbolistas del plantel se contagiaron el virus, algo que en lo inmediato no será confirmado por la institución.
Según pudo averiguar Infobae, el club decidió no comunicar hoy los resultados de los hisopados porque son intermedios, dado que no pasaron aún los días necesarios de los diagnósticos iniciales (generalmente son 10). El miércoles todos los jugadores pasarán por nuevos test PCR y los serológicos. Además, el cuerpo médico también definió realizarles estudios cardiológicos a los que habían sido diagnosticados como positivos. Desde la ribera informaron que “los jugadores contagiados al día de hoy se presentan asintomáticos y llegarían bien para el 17 de noviembre”.
“Boca trató de hacer las cosas muy bien. Contratamos un hotel sin público y los jugadores fueron con vehículos propios. Hicimos todo lo que un sanitarista diría que hay que hacer pero un falso negativo nos complicó y acá estamos. Ese falso negativo terminó contagiando a todo el mundo“, explicó la raíz del problema el presidente Jorge Amor Ameal, en diálogo con Radio La Red.
“Hablo todos los días con el técnico (Miguel Ángel Russo) y el preparador físico (Damián Lanatta) y están todos muy bien. Con ganas de seguir en todo esto que realmente es lo que nos toca jugar, la Copa Libertadores. El plantel está muy bien”, agregó. Precisamente, apenas el club advirtió el brote, procedió a proteger y enviar a su hogar al entrenador, que es paciente de riesgo, dado que logró superar un cáncer hace un tiempo.
Ante ese falso negativo que plantea Boca dio origen a la ola de contagios, la dirigencia tomó otra determinación: cambió el laboratorio donde se realizan los test de los trabajadores de la institución.
Según había podido averiguar este medio, apenas dos futbolistas de los que Russo considera titulares se salvaron de los contagios: Carlos Tevez y Jorman Campuzano. En realidad, uno de los médicos de la entidad de la ribera, Rubén Argemi, dejó entrever que Carlitos es uno de los futbolistas que contrajeron el virus durante la cuarentena y ya está rehabilitado.
El equipo que pisará el césped en Asunción dependerá de cómo se repongan los futbolistas. Los otros jugadores que estábn a las órdenes de Russo son Iván Marcone, Agustín Almendra (fueron casos positivos en las últimas semanas y se recuperaron), el juvenil arquero Agustín Lastra (se privó de entrenarse con la Primera por haber dado positivo en el testeo previo), Edwin Cardona y Gonzalo Maroni, quienes finalizan la cuarentena de forma particular por haber regresado desde el exterior (México e Italia, respectivamente).
De ser necesario, el DT echará mano a los 8 juveniles que se venían entrenando como apoyo del plantel profesional. Además del citado Lastra, están Renzo Giampaoli (marcador central), Agustín Sandez (lateral izquierdo), Enzo Roldán y Alan Varela (mediocampistas), Cristian Medina y Aaron Molinas (volantes ofensivos) y Exequiel Zeballos (delantero).
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