Con un sentido comunicado, Diego Tevez, hermano del jugador de Boca, compartió una gran noticia para su familia: su padre, Segundo, fue dado de alta tras superar un cuadro de coronavirus y neumonía que lo tuvo a maltraer durante un mes y medio. El papá de Carlitos, que también padece de diabetes y obesidad, permaneció intubado las últimas semanas en la Clínica Trinidad de San Isidro de la provincia de Buenos Aires.
Segundo (58 años) había sido sometido a una operación en su cuello en febrero pasado y después de realizarse algunos chequeos de rutina en los que evaluarían su evolución se contagió de COVID-19. Su cuadro llegó a ser tan delicado por la posterior neumonía que derivó en la inducción al coma.
El de su padre no fue el único caso que se registró en la familia de Tevez, ya que los suegros del futbolista también lidiaron con el coronavirus en un período de la cuarentena. “Miedo tenemos todos, a que nos mate a los abuelos, a nuestros padres, es lo que más angustia genera. En los barrios pobres es donde más hay que estar, el Estado está haciendo las cosas bien. Uno, en silencio, está. Hay que estar, no importa la clase social, hay que hacerles entender a estos pibes que están jugando con los sentimientos de la gente”, había declarado el Apache en su primera aparición pública desde que se desató la pandemia.
Tevez es uno de los dirigidos por Miguel Ángel Russo que se encuentra entrenando en el hotel a la espera del pulgar arriba del Ministerio de Salud de la Nación para volver a practicar en el Centro de Entrenamiento que el club posee en Ezeiza. Son 18 los casos positivos en el Xeneize (los sintomáticos ni siquiera se están moviendo en las instalaciones del complejo hotelero), entre ellos Ramón Ábila, compañero de habitación.
El texto que compartió Diego Tevez en las redes sociales:
“Hola buenos días les quería contar que mi papá hoy fue dado de alta y ya está en su casa para seguir con la recuperación primero y principal quiero agradecer a los médicos, enfermeros, seguridad, kinesiólogos, personal de limpieza, a todo el personal de la Clínica Trinidad de San Isidro que gracias a ellos hoy lo tenemos con nosotros a mi papá fueron 45 días de terapia intensiva muy difícil de llevar pero con mucha fe y esperanza. Gracias a Dios hoy te podemos seguir disfrutando viejo, te amo. Gracias también a toda la gente que hizo cadena de oración y pidió por mi papá, esa fuerza que le hicieron llegar ustedes le llegó. Saludos y muchas gracias”.
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