En Boca el remedio terminó siendo peor que la enfermedad. La dirigencia tomó la determinación de montar una burbuja en Ezeiza que no surtió efectos positivos. Algo que será casi imposible de determinar falló, el hermetismo dejó de ser tal y son 26 los casos positivos de coronavirus en la delegación. Y 18 de ellos corresponden a futbolistas (el resto, integrantes del contingente azul y oro afincado en Ezeiza).
En la jornada de ayer el club emitió un comunicado en el que confirmó los 18 casos dentro del plantel a los que dividió en tres grupos: sintómaticos leves (4), sintomáticos leves que dejaron de presentar síntomas (6) y asintomáticos (8). En Boca se suspendieron indefinidamente los ensayos en el Centro de Entrenamiento que la institución posee en Ezeiza y se aguarda por el pulgar arriba del Ministerio de Salud de la Nación para retomar la actividad. Por lo pronto se dictaron trabajos dentro de las instalaciones del Howard Johnson.
La buena noticia es que Miguel Ángel Russo, considerado paciente de riesgo, dio negativo en los testeos y se encuentra en perfectas condiciones en su domicilio, medida implementada no bien se conoció la ola de contagios interna en el búnker.
Ahora el entrenador boquense tendrá que armar un verdadero rompecabezas a la hora de conformar una alineación pensando en el compromiso del jueves 17 de septiembre contra Libertad en Paraguay (tercera fecha del Grupo H de la Libertadores), cuando Boca salga a jugar oficialmente por primera vez después de casi 7 meses. El DT deberá atender un montón de variables: qué jugadores estarán habilitados para ese entonces, cuáles llegarán con entrenamientos previos y un mínimo de rodaje, qué dibujo táctico será el adecuado para maquillar las ausencias y a qué juveniles apelará para esta emergencia.
Según pudo averiguar Infobae, apenas dos futbolistas de los que Russo considera titulares se salvaron de los contagios: Carlos Tevez y Jorman Campuzano. Por consiguiente, se sospecha que Esteban Andrada, Julio Buffarini, Lisandro López, Carlos Izquierdoz, Frank Fabra, Guillermo Fernández, Eduardo Salvio y Franco Soldano son algunos de los casos positivos.
El Apache se mostró en óptimo estado en una entrevista brindada a TyC Sports el lunes pasado, cuando dejó al descubierto que el plantel de Boca está dividido en habitaciones dobles y él tiene como compañero a Wanchope Ábila, presunto caso positivo. Uno de los médicos de la entidad de la ribera, Rubén Argemi, dejó entrever que Carlitos es uno de los futbolistas que contrajeron el virus durante la cuarentena y ya está rehabilitado.
Los otros jugadores que se pondrán a las órdenes de Russo son Iván Marcone, Agustín Almendra (fueron casos positivos en las últimas semanas y se recuperaron), el juvenil arquero Agustín Lastra (se privó de entrenarse con la Primera por haber dado positivo en el testeo previo), Edwin Cardona y Gonzalo Maroni, quienes finalizan la cuarentena de forma particular por haber regresado desde el exterior (México e Italia, respectivamente). Sebastián Villa, presunto caso negativo, se entrenará con normalidad pero no será tenido en cuenta para cotejos oficiales hasta que la Justicia se expida en el caso de violencia de género en el que quedó involucrado.
En principio Boca mantendrá bajo siete llaves los nombres de los 18 contagiados aunque todo quedará en evidencia cuando los futbolistas que dieron negativo en las pruebas reinicien la actividad en el predio. También se necesitará una redistribución de tareas en cuanto al cuerpo técnico ya que la mayoría de los acompañantes de Russo estarían en el grupo de positivos (Mariano Herrón, el único que sería negativo).
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