“No es solamente el jugador, sino que si viene Messi sería una revolución para la ciudad y para el país. Sería parecido a cuando vino Diego Maradona, pero mucho más porque en aquella época no había tantos medios”, sueña despierto Fernando, de 50 años, un hincha de Newell’s fanático de la Lepra, detrás de la mesa de su restaurante de un club del barrio Tablada, en las inmediaciones del sur rosarino.
En el mismo local, un dirigente del club rojinegro que pide reservar su identidad muestra en su Whatsapp una foto suya con una campera roja de la institución sentado en un escritorio junto a Lionel Messi, firmando un contrato con la camiseta de la Lepra.
“Mirá que yo no la hice, me la mandaron recién”, advirtió como un chico el experimentado funcionario, a quien sus amigos cargan en el café porque “no usa ni siquiera el mail”. “Yo creo que Messi no se va a ir de Barcelona, pero es una opinión personal, yo no hablé con nadie cercano a él. Está en una de las mejores ciudades del mundo. ¿A dónde va a ir, a Manchester, que es como Firmat?”, especuló con un grado de humor.
“Ponele que vaya al City porque está Guardiola, pero mañana Pep se va y él se queda solo en Inglaterra. A Milán podría ser porque es una gran ciudad. Además los hinchas le piden que se quede y, si no, al presidente lo van a matar. Y ni hablar de la mujer, que se quiere quedar en Cataluña, y de los hijos, que van a la escuela ahí”, abunda el dirigente.
“Nadie sabe qué va a pasar con Messi ni dónde va a ir a jugar, pero creo que si un día viene a Newell’s va a ser después del Mundial de Qatar”, concluyó.
En la mitad de Rosario no se habla de otra cosa que no sea del sueño de ver algún día al astro local jugado en el Coloso Marcelo Bielsa con la camiseta rojinegra.
El futuro de la Pulga retumbó con fuerza en el Parque Independencia, en donde los hinchas se ilusionan con un regreso del crack que jugó en las categorías infantiles, pero saben que eso por ahora es imposible.
El secretario de Newell’s, Juan José Concina, abrió el juego y deslizó una frase que encendió la mínima luz de esperanza: “Estamos dispuestos a abrirle las puertas si Messi decide jugar en Newell’s, pero no voy a vender humo ni a decir que hablé con su padre ni con nadie”.
“No podemos hacer otra cosa que esperar su decisión y, en caso de que decida un día jugar acá, lo único que podemos hacer es ponernos a su disposición y preguntarle qué necesita que hagamos para que venga ¿Qué otra cosa podríamos hacer?”, agregó.
En este contexto, miles de fanáticos organizaron una autoconvocatoria para el jueves a las 18 horas para pedirle a la leyenda de la Selección que se anime a desembarcar en el club que lo vio nacer. Será una especie de peregrinación desde el estadio hasta el Monumento Histórico Nacional a la Bandera y se espera que una multitud se manifieste en las calles rosarinas a bordo de sus autos para mantener el distanciamiento social que exigen las medidas preventivas relacionadas a la pandemia del coronavirus.
Si bien el próximo destino del delantero parece ser el de Manchester City, los fanáticos de la Lepra se ilusionan con la escasa posibilidad de ver a Leo con la 10 que dejó cuando partió hacia España. “Tu sueño, nuestra ilusión”.
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