“Yo no me olvido de Fiorito”, había subrayado Diego Maradona en el video que anticipó la movida solidaria. El director técnico de Gimnasia La Plata se puso al frente de una iniciativa que logró juntar más de mil kilos de alimentos y distintos insumos que fueron donados a comedores de Villa Fiorito, donde nació el Diez. En el evento estuvo representado por Matías Morla, su abogado, pero así y todo el astro irrumpió vía virtual, se emocionó con la bienvenida de los vecinos y se despachó con una gran sorpresa que tiende un puente hacia sus orígenes.
El Diez está pasando la cuarentena en su casa de Brandsen, mientras espera poder regresar a las prácticas con el Lobo, y le encomendó a su abogado que se pusiera en contacto con las autoridades del gobierno nacional para darles una mano a aquellos que más lo necesitan. Así fue que Morla habló con el diputado nacional Nicolás Rodríguez Saá y juntos coordinaron con la diputada Daniela Vilar para realizar una acción en Villa Fiorito.
La diputada, que nació en Lomas de Zamora, se contactó con el intendente Martín Insaurralde, y junto a los comerciantes de la zona diseñaron esta movida solidaria para asistir a los comedores y clubes del barrio que les dan de comer a los chicos en plena pandemia de coronavirus. “Hoy vengo a Fiorito como embajador de Diego y es para mí un orgullo poder apoyarlo y sumarme a estas campañas. No es la primera que hacemos y tampoco será la última, pero sin dudas es la que más repercusión tiene porque es el lugar donde Diego nació y pasó su infancia. Él sabe más que nadie lo que significa que nadie te escuche, que no te den una mano cuando más lo necesitas y por eso quiso estar presente”, dijo el apoderado ante los vecinos que se acercaron. Estuvo acompañado por los citados Vilar, Rodríguez Saá y Diego Tipping, presidente de la Cruz Roja Argentina.
Según explicaron los organizadores, gracias a la campaña “La mano de Dios llega a Villa Fiorito” los comedores recibieron: 1.300 kilos de alimentos, 20 termómetros, 200 Kits de limpieza familiar, 500 litros de alcohol en gel, 500 barbijos, 200 protectores faciales, insumos deportivos, ropa, calzado y juguetes.
“Diego se entusiasmó mucho con esta movida y me encomendó una tarea que para mí es un honor. Me pondré en contacto con las autoridades del gobierno nacional para poder concretarla. Queremos que una camiseta de Diego o algún objeto que lo identifique,, que tiene tanto valor, pueda llegar a los lugares del país que lo necesitan y que con él se pueda juntar alimentos o lo que se necesite en esas comunidades”, agregó Morla. La idea que comparten el abogado y Diego es comenzar con una movida solidaria que no solo se refleje en Buenos Aires sino que se extienda a lo largo de todo el país. “No podemos ser ajenos a las necesidades de los argentinos. Aquellos que tenemos la suerte de poder comer todos los días, tenemos la obligación de ayudar y es eso lo que hoy estamos haciendo y lo que venimos haciendo desde hace tiempo”, cerró el apoderado.
“Les agradezco tanto cariño, el amor que me demuestran”, señaló un Diego emocionado, que al ver las fotos y los videos agregó otra acción a su participación en la iniciativa: al ver la canchita del club La Pandilla en la que se hizo entrega de la donación, se comunicó inmediatamente con Morla para prometerles a los vecinos que se hará cargo de la remodelación completa del espacio, algo que multiplicó las sonrisas. “Los chicos tienen que jugar en una cancha mejor”, subrayó.
No es un lugar más para la leyenda de Maradona: queda al lado de la de Estrella Roja, donde él supo cultivar sus sueños de futbolistas, cuando todavía era Pelusa.
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