Tras el parate por la pandemia de coronavirus, los 24 equipos que participarán de la próxima Liga de Fútbol Profesional (más Tigre, que juega Copa Libertadores) están autorizados para volver a los entrenamientos a partir de este lunes. Es el caso también de Gimnasia La Plata, equipo dirigido por Diego Armando Maradona. Sin embargo, para esta primera práctica, en la que la plantilla comenzará a ejercitarse en grupos de seis futbolistas, el astro, de 59 años, estará ausente.
El director técnico principal se realizará el hisopado el próximo martes 11 y aguardará el resultado. Si da negativo, Pelusa desea trabajar presencialmente con el plantel, por lo que ya habló con su entorno para concurrir al predio de Estancia Chica, a pesar de que en los primeros días los jugadores se enfocarán más en tareas físicas de reacondicionamiento luego de cinco meses de entrenamiento individual y virtual. Vale recordar que hace poco más de dos semanas Maradona se mudó a una casa en un barrio privado sobre la ruta 2, a 20 minutos del complejo del Lobo, con el objetivo de no perderse los ensayos.
Los hisopados a los futbolistas del Tripero comenzaron el viernes en la sede social, mientras que el resto de los integrantes del cuerpo técnico, encabezado por Sebastián Méndez y Adrián González, se sometieron ayer a los estudios.
Pablo Del Compare, médico del plantel de Gimnasia, reconoció en diálogo con radio La Red que le aconsejó a Maradona que “en esta primera parte no vaya a los entrenamientos porque es grupo de riesgo. Tiene muchos factores: exceso de peso, hipertensión, fue operado recientemente y está al límite de los 60 años. Pero sabemos que Diego es una persona especial”.
El profesional está en contacto permanente con Leopoldo Luque, médico personal del Diez, quien además lo monitorea en su evolución mientras continúa con la rutina “Maradona fitness”, gracias a la cual ya bajó 12 kilos y cortó con el consumo de alcohol.
Diego hace 20 minutos de cinta diarios, se sube a la “bici espacial”, tal como la bautizó, y realiza caminatas en el fondo de su casa, que cuenta con una cancha de fútbol 5 de césped natural y con medidas reglamentarias. La semana pasada, además, hubo días en los que pidió la pelota para patear. Y por las noches, a alrededor de las 22.30 o 23, alterna trote liviano o repite las caminatas dentro del barrio privado.
Justamente, uno de los factores que más lo motivó en este nuevo resurgimiento físico fue estar en forma para el regreso a las prácticas. Y, más allá del respeto que le tiene al COVID-19, una vez que se sepa el resultado del test, no quiere faltar. Kity, una de sus hermanas, se contagió la enfermedad, pero sólo estuvo en contacto telefónico con Diego, quien aseguran fue muy celoso con el aislamiento.
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