Desde que las autoridades de la AFA confirmaron el retorno a los entrenamientos de los planteles profesionales para el lunes 10 de agosto, en Boca se pusieron manos a la obra para dejar todo listo en el predio de Ezeiza. Manejaban la información de una probable vuelta para el 17/8, pero estaban prevenidos del anticipo del regreso a la actividad.
Las puertas del complejo se abrieron ayer jueves, donde un acotado grupo de empleados se realizó testeos e inició los preparativos para la jornada de hoy viernes, en la que concurrirán los futbolistas del plantel profesional. A ellos se les sumarán integrantes del cuerpo técnico con la ausencia con aviso de Miguel Ángel Russo, que directamente se acoplará el lunes próximo.
El centro de entrenamiento estará herméticamente cerrado: estará terminantemente prohibido el ingreso de la prensa y cualquier persona ajena a la institución. Incluso se limitó la cantidad de los empleados que habitualmente circulan por las instalaciones.
· LOS TESTS PREVIOS
Los jugadores de Boca están citados mañana en el predio de entrenamiento de Ezeiza. Allí se someterán a un examen de sangre y otro cardíaco de rutina, como suele hacerse antes de cada pretemporada. Más tarde tendrán que realizarse los tests PCR (prueba de reacción en cadena de la poliomerasa), llamados hisopados, que determinarán si hay casos positivos. La muestra de sangre también servirá para la prueba serológica, que constata los anticuerpos y determina si el implicado se contagió del virus en algún momento. Tras los exámenes, los futbolistas se marcharán a sus domicilios de forma particular.
¿Qué sucederá en caso de haber un positivo de COVID-19? Se aislará a el o los jugadores y se revisará nuevamente a todos.
Varios juveniles xeneizes fueron convocados para completar la plantilla que estará conformada por dos grupos de 18 futbolistas. La primera tanda comenzará con los trabajos el lunes a partir de las 9 de la mañana y la segunda a las 11. Esta rutina semanal se prolongará durante dos semanas, de lunes a sábados.
· TERMÓMETROS, GAZEBOS Y VASELINA
Cada grupo conformado por 18 jugadores se dividirá al mismo tiempo en tres. Los sextetos dispondrán de su sector de estacionamiento particular y también de una cancha propia. A la hora de la distribución fueron contemplados los puestos y el rango etario. ¿Por qué? Para que en caso de haber un foco contagioso no estén implicados futbolistas que comparten una misma posición en la cancha, caigan varios experimentados juntos o jóvenes en masa.
Cada cancha contará con un gazebo personalizado donde los jugadores dejarán sus pertenencias. En la jornada de mañana recibirán un termómetro, una planilla para completar día a día con la temperatura, tres mudas de ropa, vendas y vaselina para los pies, teniendo en cuenta que la mayoría de los futbolistas no se calzan los botines desde hace 150 días, un parate inédito para ellos. En los campos habrá un integrante del cuerpo técnico, un médico y un kinesiólogo (posiblemente también un utilero). El vestuario estará cerrado, salvo para alguna urgencia fisiológica.
Al predio deberán ingresar cambiados y desayunados. En sus respectivas carpas tendrán el calzado listo para saltar al césped, agua y una bebida hidratante. Los entrenamientos durarán entre 60 y 120 minutos. Finalizado el mismo, apenas se cambiarán su remera y se marcharán sin bañarse, con una vianda compuesta por fruta y cereales para recuperar energías.
Dato importante: los controles de temperatura serán diarios y los futbolistas tendrán que alertar de inmediato al cuerpo médico en caso de tener fiebre.
· LAS LABORES DE MIGUEL RUSSO
El entrenador de Boca, paciente de riesgo, acudirá el próximo lunes a Ezeiza y allí mismo se realizará los tests pertinentes antes de iniciar las tareas. Por las limitaciones de los ejercicios que llevarán a cabo los jugadores, al menos en el primer plazo de dos semanas, su presencia no será excluyente.
Russo presenciará el primer entrenamiento y luego monitoreará cada práctica virtualmente, tal como sucedió durante el aislamiento hasta ahora con la metodología Zoom. Se mantendrá en contacto permanente con los futbolistas, tal como lo hizo hasta ahora, y volverá a Ezeiza esporádicamente para alguna función específica.
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