La novela fue sumando capítulos y el hecho de que se dilatara tanto la confirmación del regreso a los entrenamientos en Argentina llevó a que hubiera más rumores que concreciones. Pero con la fecha fijada para las prácticas presenciales de los planteles y la evaluación del reinicio de la actividad oficial para finales de septiembre (a mediados de este mes volverá a disputarse la Copa Libertadores) acerca las chances de acuerdo entre Boca e Independiente por sus respectivos jugadores, Iván Marcone y Silvio Romero. Igualmente para arribar a buen puerto todavía faltan navegar varios kilómetros...
Que Boca pretende a Romero dejó de ser un secreto a voces así como que Independiente busca a Marcone. En la balanza analítica hay que sopesar varias cuestiones: 1) el Xeneize le compró a Marcone al Cruz Azul por 8 millones de dólares y el Rojo puso 4,5 millones de dólares a América de México por Romero; 2) el Gordo perdió continuidad desde la llegada de Miguel Ángel Russo y hoy es pieza de recambio mientras que el Chino es figura y referente del equipo de Lucas Pusineri además de haber sido goleador de la última Superliga; 3) Marcone está ligado sentimentalmente al club de Avellaneda y ve con buenos ojos su traspaso, a la vez que Romero no descartó jugar en ninguno de los dos equipos más grandes del país (River lo sondeó hace algún tiempo); y 4) Independiente tiene necesidades económicas, motivo por el que Boca tendrá más cintura para maniobrar.
Llamadas cruzadas. El primer teléfono que sonó durante el aislamiento fue el de Marcone. Del otro lado de la línea estaba Lucas Pusineri, según confirmó el representante del futbolista surgido en la cantera de Arsenal de Sarandí, Christian Bragarnik. “Lo llamó para preguntarle por su situación, como pasa normalmente”, argumentó el agente de estrecho vínculo con Daniel Angelici y la comisión directiva anterior de Boca, motivo por el que no es visto con los mejores ojos de la actual.
La debilidad de Marcone por el Rojo fue tal que accedió a negociar teniendo muy claro que aún posee contrato con el Xeneize y se debe a esa institución, con la que fue respetuoso en todo momento más allá de su empatía con Independiente. El volante central de 30 años llegó a un acuerdo con la dirigencia roja y dejó todo en manos del Consejo de Fútbol xeneize: “Si se ponen de acuerdo, yo no tengo problema en irme a Independiente”.
Hace un par de meses, cuando estalló el conflicto por los atrasos salariales en la entidad de Avellaneda, Silvio Romero fue ofrecido a un Boca que tenía todas sus negociaciones frizadas por el parate del fútbol. Juan Román Riquelme anotó su nombre. Y así como no consideró una falta de ética que el Rojo hablara directamente con Marcone sin consultar antes a la dirigencia boquense, hizo lo propio con Romero. ¿Llamó Riquelme a Romero? No, fue alguien del Consejo de Fútbol que lidera e integran Raúl Cascini, el Chelo Delgado y el Patrón Bermúdez. ¿Por qué motivo? Para conocer con detalles su situación contractual y saber si Boca está en condiciones de afrontar su sueldo y cláusula de salida.
No hace muchos días surgieron contactos oficiales entre las dirigencias. Según pudo averiguar Infobae, Independiente puso a disposición de Boca al paraguayo Cecilio Domínguez y al ex Xeneize Juan Sánchez Miño, como alternativas para destrabar la operación. El último rumor habla del interés del Rojo por Walter Bou, futbolista que retornó a Boca tras su préstamo en Unión de Santa Fe y está siendo evaluado por Russo para determinar si sigue en el club.
El propio Romero declaró en una entrevista que Boca había realizado un “acercamiento bastante formal” y admitió también que recibió intereses de River, Atlético Mineiro, tres equipos europeos y un club exótico (¿Emiratos Árabes?). Por lo pronto desde la Ribera estarían dispuestos a abonar su cláusula de rescisión tasada en 1.400.000 dólares y a mantener el salario que percibe en Independiente. Lo que resta saber es si el pase (o una fracción de la ficha) de Marcone se ofrece como parte de pago o si se tramita de forma paralela. Y hasta ahora los actores de reparto mencionados (Sánchez Míño, Cecilio Domínguez y Bou) quedarán al margen de la operación estelar.
Los tiempos se acortan debido a que los entrenadores ya planifican los trabajos para la próxima semana y pretenden contar con sus planteles completos antes de que el esférico ruede otra vez. En Avellaneda y La Boca los teléfonos arden y es inminente la definición por el futuro de Silvio Romero, sin lugar a dudas la gran vedette de este mercado, y Marcone. Están prácticamente todas las cartas echadas sobre la mesa y resta saber qué valor tiene cada una.
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