Hace algunas semanas su palabra había resonado en el ambiente del fútbol: “Si me llamara Boca para ser entrenador, le diría que sí”. Cristian Fabbiani transita la recta final de su carrera futbolista y sus pensamientos van mutando. Ya comenzó la transición de un lado de la línea de cal para el otro pero hay formas auténticas que no se modifican.
El entrenador con el que peor se llevó, su argumentación sobre la incentivación en el fútbol y la crítica sin filtros a Carlos Tevez, dentro de un mano a mano con Damián Iribarren en Fútbol 910 (Radio La Red).
“(Néstor) Clausen fue el peor técnico que tuve. Fue en Bolivia (Sport Boys). ¿Si casi me voy a las manos con él? No, si me llega al ombligo. Aparte no soy de pelearme. Cuando uno toma las decisiones que tomaba Clausen era para cagarlo a palos. No me tomaría un café con él”, sentenció el Ogro, quien también mencionó al colombiano Oscar Upegui, quien lo dirigió en Universitario de Panamá, aunque aclaró que ni siquiera recordaba su nombre.
Respecto a las incentivaciones, justificó: "Uno no le hace daño a nadie. El que es malo, es malo; no vas a jugar mejor por más que te ofrezcan 100 millones de dólares".
Su semestre en Bolivia no fue el mejor y no solamente por su mala relación con su compatriota Clausen sino que además sufrió no cobrar: "Todavía estoy esperando que la gente de Evo Morales me pague. Me deben 120 mil dólares de los seis meses que estuve".
Más tarde respondió un ping-pong en el que dejó respuestas picantes: “A Tevez no le creo cuando habla; Banfield y Rosario Central son los clubes más fríos; nunca jugaría en San Lorenzo; lo peor que te puede pasar en la vida es perder una final con tu clásico rival; y a Mauro Icardi lo invitaría a comer un asado (tras su episodio mediático con Maxi López”.
Por su parte, aseguró que si Diego Maradona lo llamara para jugar en Gimnasia La Plata “iría nadando”, ponderó a Marcelo Bielsa como entrenador, apuntó a Marcelo Gallardo como “buen tipo” dentro del vestuario de River aunque puso a Ramón Díaz por delante en escala de idolagría y definió a Daniel Passarella como “ídolo de River” al ser consultado por él.
Una de sus últimas apreciaciones fue al describir a la liga más aburrida del mundo, según él: “Es un torneo en el que todos los partidos hay 8 goles. Si querés ver goles andá a la esquina de tu casa. No me parece atractiva sino aburridísima”.
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