Los clubes empiezan a delinear sus planteles de cara a la vuelta en los entrenamientos luego del parate por la crisis del COVID-19: aguardan por el protocolo elaborado por la AFA junto a especialistas y por la autorización, que daría vía libre para las prácticas a partir de agosto, previo testeo a los integrantes de los equipos. Lucas Pusineri, entrenador de Independiente, ya tomó las primeras decisiones dolorosas: les comunicó a cinco futbolistas que no serán tenidos en cuenta para el próximo certamen express que se disputará en el último semestre de este accidentado 2020.
Se trata de Fernando Gaibor, Lucas Albertengo, Cristian Chávez, Carlos Benavídez y Braian Romero. Al de ellos puede sumarse el caso de Jonathan Menéndez, al que el ex mediocampista quiere evaluar, pero el atacante prefiere tener continuidad y no ve con malos ojos otro préstamo a Talleres de Córdoba.
“La realidad es que dentro del profesionalismo esto es rendimiento y eso hay que tener en cuenta. Si nos basamos en el respeto, estamos dentro de lo lógico. Encontrarán la posibilidad en otros lados, cambiando de aire. Una de mis funciones es ser lo más prolijo que se pueda. Levantar el teléfono y decirles la situación deportiva y adelantarme a situaciones que se pueden dar en forma presencial. Que sepan que van a estar tapados. Hay que decir las cosas frontalmente. No es lo mismo volver a entrenar en forma presencial y decirles que no los voy a tener en cuenta, y ahí están más complicados en cuestión de tiempo. Esa es la idea”, justificó su determinación en diálogo con radio La Red.
“Hablé con algunos, me faltan algunos más, quiero ser prolijo”, insistió, dando a entender que la “limpieza” será más amplia. El detalle, que habla de la política de refuerzos del Rojo, es la inversión que le representó a la tesorería del club incorporar a los futbolistas que en este momento pasaron a ser descartables.
El ecuatoriano Gaibor, de 28 años, llegó a la institución en 2018 procedente de Emelec: Independiente pagó 4.2 millones de dólares por el 70% del pase. Anotó cinco goles en 44 partidos, pero no se terminó de asentar. Y fue enviado a préstamo al Al Wasl de Emiratos Árabes.
Lucas Albertengo, en tanto, se sumó al Diablo en enero de 2015, tras una puja en la que intervino San Lorenzo. Independiente le abonó a Atlético de Rafaela 30 millones de pesos (3.5 millones de dólares al cambio de entonces) por el 80% de la ficha. Jugó 63 encuentros, convirtió 15 goles y viene de un nuevo préstamo procedente de Newell’s.
Lo de Cristian Chávez es reciente: lo pidió Sebastián Beccacece, hoy en Racing, cuando asumió. El Rojo pagó USD 2.150.000 para incorporarlo; sin embargo, sólo registró diez partidos y fue cedido a préstamo a Central Córdoba de Santiago del Estero. Al ex Brown de Adrogué y San Lorenzo todavía le quedan dos años de vínculo.
El uruguayo Carlangas Benavídez fue un nombre por el que apostó Ariel Holan: su ficha pertenecía a Defensor Sporting, que solicitó 2.5 millones de dólares por el 60% de los derechos económicos y el total de los federativos.
Y por Braian Romero, arribado en 2018, el club invirtió USD 2.300.000 (estaba en Argentinos Juniors). Se apuntó cinco goles, pero obtuvo continuidad raleada. El tema Menéndez, claro quedó, es diferente. Pero también supo representar una gran erogación para Independiente (3.000.000 de dólares).
Si se suma todo lo que pagó Independiente por sus fichas, la cifra es imponente: 17.650.000 dólares.
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