Ariel Ortega es sinónimo de River Plate. El Burrito es uno de los grandes ídolos históricos de la institución de Núñez y hasta el día de hoy sus gambetas son recordadas con cierta nostalgia por los hinchas del Millonario. Pero no todo fue éxito en la carrera del jujeño, que también vivió momentos complejos a raíz de sus conflictos personales.
En una charla a corazón abierto con el relator Atilio Costa Febre en un vivo de Instagram, Ortega -que hoy trabaja con los jóvenes de la pensión del club- habló de sus épocas de gloria en la entidad de Núñez y también de los tramos más difíciles, tanto en lo personal como a nivel institucional.
“Fue un momento de mi vida y de mi carrera que estaba muy en rebelde. No sé qué me pasó. Me agarró el ‘pelotudeo’ de grande, no le encuentro una explicación. Estaba como peleado y enojado con la vida, con los periodistas, con mis compañeros. Hacía todo para ponerme en contra a mi familia, a los periodistas, pero no lo lograba porque mucha gente me quería mucho”, dijo el Burrito con total honestidad.
Sobre los sentimientos que le quedaron de esos tiempos y cómo logró superarlos, señaló: “Los hinchas de River y mi compañeros siempre me bancaron. Me arrepiento de fallarles, de faltar a entrenamientos. Esas cosas hoy me duelen. Son cosas que me pasaron y las pude superar porque puse muchas ganas cuando mis hijos empezaron a crecer. Hoy estoy bien y trato de disfrutar la vida”
“Me he mandado mis ‘cagadas'. En su momento me dolían, pero no las podía manejar. Me duele recordar eso porque la podría haber pasado mejor futbolísticamente: hubiese estado mejor entrenado, hubiese hecho más goles, hubiese jugado más partidos y ganado más títulos, pero la vida se me dio así. Todos somos seres humanos y nos equivocamos, yo me equivoqué. Tuve mis diferencias con entrenadores, pero con mis compañeros nunca. Siempre fui de frente y pedí disculpas cuando tuve que hacerlo. La vida es de uno y trata de sobrellevarla como puede”, recalcó Ortega, y reconoció que en sus peores momentos lloró mucho “por impotencia, por nostalgia y por querer estar bien”.
A la hora de hablar de sus mejores momentos futbolísticos, eligió la etapa en el Millonario entre 1992 y 1996. Sin embargo, fue muy crítico de su última paso por el club, entre 2006 y 2010 (con un breve lapso de seis meses en Independiente Rivadavia de Mendoza en el 2008) y calificó a aquellos tiempos como “uno de los peores River de su historia”. También dio una visión negativa de aquellos momentos en los que decidió irse a jugar al exterior.
“Esos primeros años fueron fueron fantásticos, tenía todo, era un jugador completo. Cuando me fui afuera se me hizo como un quiebre, me entristecí. Volví a River a alegrarme el corazón y la vida. Después tuve el mal paso de ir a Turquía, y volví a Rosario (Newell’s), pero ya el fútbol era muy difícil para mí. Yo tendría que haberme quedado en River, lo mío pasaba por el cariño que me daba la gente, me sentía el dueño del equipo. Eso me hacia bien y rendía muchísimo, pero en el último tiempo vinieron jugadores que no eran para River, era todo un quilombo. Me tocó estar en uno de los peores River de la historia, pasé momentos feos”, reflexionó el ex futbolista de 46 años.
Ortega también recordó el día que tuvo un duro cruce con Diego Simeone, por entonces entrenador de River. El equipo ya había salido campeón del torneo Clausura 2008 y el Cholo decidió no concentrar al jujeño de cara al último partido ante Banfield por una cuestión disciplinaria. “Yo no tengo bronca a nadie, menos en el fútbol, pero son cosas que me dolieron en su momento. Yo fui a la habitación de él ese domingo y le dije todo lo que tenía que decirle a él y a Nelson Vivas. Los re ‘puteé' a los dos, ellos me dijeron sus cosas y quedó ahí. Después yo salí a declarar, pero primero se las dije a él”, contó sobre aquel episodio con el actual DT del Atlético Madrid.
Y, agregó: “Me dolió porque fue como una traición. Ya habíamos salido campeones, yo podría haber jugado dos minutos, entrar, salir, me iba de River y se terminó. Pero hay gente que se cree más importante que el club y que el fútbol. Cada uno tiene su forma de ser, yo no discuto su forma de trabajar que es excelente, es un gran entrenador, pero hay otras cosas que yo priorizo. River está más allá de los nombres y es más importante que todos los entrenadores y que todos los jugadores”.
Otras frases de Ariel Ortega en su entrevista con Atilio Costa Febre:
Su amor por River: “El cariño que la gente me tiene es por mi forma de ser, por lo que demostré con la camiseta del club. El amor por River es como el amor por mi mamá, es único y es mutuo. Hoy a donde voy me saluda la gente y hasta los nenitos chiquitos que no me vieron ni jugar pero que el papá les contó. Esas cosas me emocionan, me llenan de orgullo”.
Cómo vivió la final de Copa LIbertadores del 2018 ante Boca en Madrid: “Lo viví solo. Tenía una ansiedad y unos nervios terribles. Cuando metió el gol Boca estaban todos en el edificio gritando y ahí bajé la persiana, pero cuando metió el gol River salí al balcón a putear. Fue algo maravilloso. Esos jugadores y ese cuerpo técnico nos representaron muy bien y nos hicieron vivir la alegría más grande de la vida”.
Daniel Passarella: “Él me hizo debutar en Primera a los 17 años, me dio la posibilidad de muchas cosas, me ayudó hasta a abrir una cuenta en un banco y me guió. Lo que pasó con todas las cosas malas me partieron el alma como hincha, tuvo manejos malos con gente que lo quería. Ver lo que hizo con el club me dolió porque yo amo a River y siempre quiero que le vaya bien. No tengo rencor, ni bronca. Algún día lo veré, lo saludaré y charlaré. Yo no lo vi nunca más”.
Marcelo Gallardo: “Hoy por hoy es el emblema, el corazón que tiene el club. Lo que ha logrado en tan poco tiempo teniendo todo en contra, hasta un presidente del otro club, es impresionante. Uno siempre sueña y hay cosas que se dan y otras no. Yo no creo que él haya soñado tanto en tan poco tiempo. Ha potenciado a jugadores que me taparon la boca porque había chicos que uno no veía con potencial para jugar en River. Son virtudes que tienen él y Ramón, que son entrenadores pícaros, que intuyen el partido, que leen muy bien el juego. Tiene un gran cuerpo técnico y lo que hado en todo este tiempo es único. Está en el corazón de todos los hinchas de River y ha puesto al club en lo máximo. Siempre deseo que le vaya bien”.
Diego Maradona: “En su momento fuimos compañeros y cuando él fue entrenador de la Selección tuvo el gesto de llamarme. Le tengo un gran cariño porque se ha portado muy bien conmigo. Como jugador, no tengo palabras para describirlo. Él sabe que yo lo quiero y le deseo lo mejor. Tuve la suerte de jugar con él un Mundial, son privilegios que me dio la vida”.
¿Messi o Maradona?: “Es muy difícil, yo los amo a los dos. Como jugadores de fútbol son magníficos e impresionantes. No va a haber otro igual”.
Enzo Francescoli: “Fue lo máximo para mí. Fue de esos jugadores diferentes, nos entendíamos a la perfección”.
El día que festejó un gol con la camiseta de Newell’s ante River: “Me partió el alma, fue con mucha bronca e impotencia porque se jugó con mi ilusión y con mi nombre. Yo quería ir a River, cada dos semanas me llamaban los dirigentes y me decían que estaba todo arreglado. Después en los diarios decían que yo quería plata y yo hubiera jugado gratis. Si jugué dos años gratis en Newell’s, mirá si no lo iba a hacer en River. Ese gesto fue para los dirigentes y los hinchas lo sabían”.
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