“Él tiene algunos ansiolíticos recetados desde hace bastante tiempo. Son tratamientos que nosotros continuamos porque algunos medicamentos no se pueden sacar así nomas. El cuerpo desarrolla tolerancia y retirarlos de forma drástica puede ocasionar problemas. Y el alcohol... Él toma, pero lo estamos trabajando. Diego está limpio de cocaína, completamente, pero por momentos tiene excesos con el alcohol y por momentos no. Este parate, esta cuarentena y los problemas familiares son terribles para él”.
El crudo diagnóstico de la actualidad de Diego Maradona corrió por cuenta de Leopoldo Luque, su médico personal. Sucedió el 25 de junio, en el programa Instrusos, de América. Inmediatamente después de la nota, el profesional viajó hasta Bella Vista, para visitar al astro, de 59 años. Tuvieron una charla profunda. “Te quiero ayudar, ¿me dejás ayudarte?”, le dijo al ex enganche, campeón del mundo con Argentina en México 1986. Quienes lo conocen aseguran que se trató de un click, las palabras del neurocirujano le dieron un empujón al Diez.
En otra de sus ya acostumbradas metamorfosis, hoy Maradona jugó al fútbol-tenis en pareja con su médico. Y se entregó con entusiasmo a una rutina exigente, que lo llevó a bajar cinco kilos y acumular nueve jornadas sin beber alcohol. “Fue cumplir un sueño poder jugar con Diego. Él está muy bien, con ganas de encarar esta nueva rutina y sobre todo con voluntad de volver al trabajo”, señaló Luque.
El plan, que en la intimidad es llamado “Maradona fitness”, incluye 20 minutos de cinta, después Diego se sube a una bicicleta a la que bautizó “bici espacial” por su particular forma. Y también camina en el parque de su casa de Bella Vista. Tan bien se sintió, que hoy volvió a tomar contacto con la pelota, algo que no sucedía desde hacía tiempo por los dolores en sus rodillas. La dupla del Diez fue la que se impuso en el partido y el astro se sorprendió con el nivel del médico, al que elogió con su inconfundible humor.
El objetivo de los profesionales que lo tratan es que recupere la movilidad perdida luego de la operación en su rodilla derecha, que fue reemplazada por una prótesis hace un año, y que por sus compromisos laborales en Gimnasia no pudo rehabilitar del modo aconsejado. Para ello, necesita fortalecer el aductor derecho y bajar de peso, para no exigirla. Y hoy desanda ese camino.
Además, sus íntimos certifican que “habla seguido con los jugadores de Gimnasia” y que trabaja con su cuerpo técnico, encabezado por Sebastián Méndez y Adrián González, en las posibles variantes para incorporar al plantel, en las bajas a reemplazar y en las alternativas tácticas a aplicar.
Diego acordó la renovación con Gimnasia por 18 meses; sin embargo, en paralelo, su entorno, encabezado por el abogado Matías Morla, negoció con Antonio Torres, candidato a presidente de la Real Federación de España, quien le ofrece un millonario contrato para dirigir a la selección de aquel país a partir de 2021 si el directivo se impone en las elecciones, que todavía no tienen fecha. Dicho vínculo se activará sólo si el ex jugador y árbitro, que ya supo pujar por el control de la Federación catalana de fútbol, se queda con el sillón.
Sin embargo, Diego mantiene su atención en Argentina, en Gimnasia y en su salud. Después de días agitados, en los que se rumoreó que sus hijas Dalma y Gianinna analizaban denunciar a su entorno por “abducción intelectual” y “privación ilegítima de la libertad” (versión que el ex capitán albiceleste refutó con un desafiante video en el que subrayó “preso, las pelotas”), Maradona profundiza una nueva metamorfosis para estar en mejor forma física cuando retorne el fútbol en el país y él vuelva a sentir su adorado “perfume del pasto”.
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