Historia oculta: la camiseta de la Selección con la bandera argentina que había sido aprobada para el Mundial 90 y nunca se usó

Un diseñador, una propuesta a la AFA y una negativa. ¿Superstición? ¿Intereses económicos? ¿Por qué no se utilizó?

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Maradona y el modelo de
Maradona y el modelo de camiseta argentina que no salió a la luz oficialmente

En 1901 la Selección se vistió de blanco por completo para afrontar su primer partido internacional ante Uruguay. Tras eso adoptó el diseño con bastones verticales celestes y blancos que la caracterizó a lo largo de su historia y fue testigo de proezas, hazañas y títulos. Pudo haber variantes respecto a la cantidad de franjas, el cuello o los puños, pero siempre se respetó un formato que estuvo muy cerca de ser modificado antes del Mundial 1990.

Argentina venía de tener su aventura con la empresa francesa Le Coq Sportif, que la vistió en los Mundiales de España 82 y México 86. La última competición oficial de la mano del gallito fue la Copa América 89, antes de que la compañía alemana Adidas retornara y acaparara la escena hasta la actualidad, con un breve intervalo en los años 99 y 2000 en los que la británica Reebok selló su signo.

Restaban algunos meses para que se levantara el telón en la Copa del Mundo en Italia, en la que el equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo defendería el título, cuando el diseñador de moda y experto en marketing, Oscar Tubío, tomó contacto con las autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino para cambiar por completo el modelo de la insignia nacional. El Comité Ejecutivo de la AFA había aprobado como “alternativa” en 1986 a la camiseta diseñada por el hombre que, paradójicamente, nació el mismo día (3 de junio) que Manuel Belgrano, creador de la bandera. Fue justo después de la conquista de la segunda estrella mundial.

Grondona estuvo cerca de aprobar
Grondona estuvo cerca de aprobar la utilización de la camiseta con la bandera argentina en la Selección (Télam)

Tubío tenía llegada al mundo del espectáculo y el deporte: era propietario de “El Jardín de Oscar”, local de venta de indumentaria situado en Galería Jardín (centro porteño) con el que impuso la moda del estampado en las remeras. Él ya había experimentado en el mundo del fútbol con la confección de la camiseta que Boca utilizó en la Copa Intercontinental de 1978 ante Borussia Monchengladbach, fue quien ideó el símbolo xeneize con las 4 estrellas y las iniciales CABJ, y también pisó fuerte en la vereda de enfrente diseñando la camiseta con la que River fue campeón mundial en 1986 ante el Steaua Bucarest (incorporó el recordado leoncito dibujado por Caloi y le quitó la banda roja de la espalda para duplicar los ingresos por sponsor). Tenía estrecha relación con la empresa argentina Gatic, licenciataria de los productos Adidas en el país.

“Maradona y el resto de los jugadores estaban enamorados de la camiseta con la bandera argentina y el sol. Hasta al presidente Menem le gustaba”, le cuenta a Infobae el hombre que impulsó la Ley N° 23.208 sancionada en 1985 y firmada por el presidente Raúl Alfonsín, que autorizaba la libre utilización del sol en la bandera argentina, dejando sin efecto todas las prohibiciones existentes hasta la fecha. Así, quedaba derogado el decreto firmado durante el gobierno de Perón en el que se aprobaba su aplicación solamente en colegios e instituciones nacionales o militares.

Hubo una reunión de la que participaron Julio Humberto Grondona (presidente de la AFA), Tubío y Fernando Galmarini (secretario de Deportes de la Nación), quien ofició de anfitrión en la oficina de su secretaría. La idea había llegado a oídos de Don Julio y solamente faltaba su visto bueno para que se empleara por primera vez en un partido oficial, con vistas al Mundial de Italia. Pero la conversación con el pope de la asociación no fue la esperada.

El Beto Alonso y Oscar
El Beto Alonso y Oscar Tubío posan con la camiseta de la selección argentina que no llegó a usarse oficialmente

Grondona irrumpió con gesto adusto y malhumorado, cuestionando a Tubío por haberse tomado el atrevimiento de “molestar” al presidente de la Nación por este tema (el riojano incluso había recibido una camiseta especial tras su conversación). Y además le planteó otra cuestión: nadie iba a poder convencer a Bilardo de modificar la indumentaria luego de haberse consagrado campeón en México. Supersticioso como pocos, el Doctor no daría el brazo a torcer y pretendía que se respetara a rajatabla el modelo que era habitué.

Tubío, que exigía regalías por ser el autor del diseño, se encontró con un inesperado tironeo: tenía que desembolsar una importante suma para que el mundo entero viera a Maradona vestido con su casaca en el Giuseppe Meazza de Milán contra Camerún, en el que sería el partido inaugural del Mundial 90. Ese monto (se habló de 300.000 dólares) resultó la distancia que la separó del vestuario del estadio italiano que usó el combinado nacional. Las diferencias fueron insalvables y el trato se desmoronó de un momento a otro.

Galmarini intentó apaciguar los ánimos pero el diseñador salió ofuscado del mitin y, a los pocos días, publicó una solicitada en la que explicó por qué la camiseta de la selección argentina con la bandera nacional de manifiesto, con el sol y todo, no iba a ser usada por el equipo albiceleste. Grondona lo contactó y le propuso que su idea se aplicara en la selección argentina de básquet para el Mundial que se iba a celebrar en el Luna Park en 1990. La negativa fue rotunda.

Charly García se puso la
Charly García se puso la camiseta con la bandera para cantar en un recital

La innovadora camiseta que ya había sido noticia y acaparó la atención en algunas revistas y diarios quedó desterrada de un hondazo. Finalmente Argentina debutó en el Mundial 90 contra Camerún con la clásica casaca en la que predominaba el blanco y lucía bastones celestes, con el logo de la AFA y el trifolio de Adidas. A su vez quedó postergada su idea de la alternativa de color azul que también incluía el sol aceptado durante el gobierno alfonsinista.

Pese a aquel cortocircuito, Tubío mantuvo la relación con Grondona, con quien había hecho algunos negocios. E hicieron las paces: “Él reconoció que jamás había tenido la intención de cambiar la camiseta de la Selección pero que la única vez que le tembló el pulso fue con la mía. Dijo que había recibido muchas presiones en ese momento y por ese motivo no dio lugar. Yo se lo agradecí”.

EL DÍA QUE MARADONA SÍ LA USÓ

Fue en un amistoso realizado en cancha de Ferro Carril Oeste en octubre de 1994. El Pato Fillol organizó el partido con el apoyo de ALUBA (Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia) en honor a la lucha de su hija. Más de 20 mil personas acudieron al estadio Ricardo Etcheverri en el que uno de los equipos salió a la cancha con la camiseta albiceleste diseñada por Tubío, quien también se encargó del diseño de la albirroja del otro conjunto y participó en la organización del evento.

Maradona, en cancha de Ferro,
Maradona, en cancha de Ferro, con la camiseta de la bandera argentina inventada por Oscar Tubío

Diego, que venía de ser suspendido del Mundial de Estados Unidos 94, pegó dos tiros en el travesaño y deleitó al público con sus gambetas y la inédita casaca. Junto a él estuvieron nombres de la talla del Tata Brown, el Gringo Giusti y Daniel Bertoni, mientras que la delantera que dilapidó varias ocasiones la compusieron Mauricio Macri y Ricardo Darín. En el otro elenco se presentaron Nery Pumpido, el Beto Alonso, Jorge Burruchaga, Jorge Higuaín, Ricardo Villa y el cantante Víctor Heredia, entre otras figuras.

Tubío comercializó por su cuenta la camiseta hecha bandera que alguna vez exhibió Charly García en algún recital y más tarde tendría una vuelta de tuerca con los equipos más reconocidos del país, con la división diagonal en la tela para mostrar los colores del club de un lado y de la selección del otro.

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