En enero de este año, el crimen de Fernando Baez Sosa a manos de un grupo de jóvenes de la localidad de Zárate que jugaban al rugby conmovió a la Argentina y volvió a poner en debate el vínculo entre el deporte de la pelota ovalada y las reiteradas situaciones de violencia que involucran a quienes lo practican. A partir de ese momento, la Unión Argentina de Rugby (UAR) puso manos a la obra con la elaboración de distintas medidas tendientes a concientizar y sensibilizar sobre la importancia de poner a fin a este tipo de actos. Este proceso se coronó este viernes, con la presentación del programa “Rugby 2030, hacia una nueva cultura”.
Esta formación tiene por objetivo “reconocer, responsabilizar y resolver la conflictividad relacionada con el rugby en Argentina, buscando crear una nueva cultura acorde a nuestros tiempos, reduciendo la violencia en todos sus aspectos”. Desde la UAR buscan que los clubes sean aliados fundamentales a la hora de abordar conflictos, sobre todo en los jóvenes, y que colaboren con la meta de erradicar la violencia de la disciplina.
El programa “Rugby 2030, hacia una nueva cultura”, ideado en conjunto con Funrepar (organización experta en la resolución de conflictos), consta de 24 módulos con diversos contenidos que se implementarán durante los próximos dos años. Este proyecto está dirigido a toda la comunidad del rugby, empezando por los jugadores, pero incluyendo a entrenadores, dirigentes, familias, clubes y uniones.
Algunas de los contenidos se dictarán a través de un campus virtuales, aunque se prevé que en el futuro también se puedan dar seminarios y talleres presenciales. Además, habrá encuestas y campañas audiovisuales para diagnosticar, concientizar y sensibilizar.
“Creemos que el mejor legado para las generaciones futuras del rugby argentino es asumir todos juntos este reto que implica una nueva cultura del rugby acorde a una sociedad del siglo XXI. Son 130 mil chicos y chicas que juegan en Argentina y tenemos la oportunidad de formarlos y contenerlos, con el rugby como una herramienta de verdadera integración social”. dijo Marcelo Rodríguez, presidente de la UAR.
En tanto que Raúl Soler Calvo, director del programa desde Funrepar, sostuvo: “Debemos destacar el carácter diverso que existe dentro del espacio argentino del rugby. Esa diversidad debe ser un gran aliado para desarrollar de manera creativa respuestas a los problemas que hoy enfrentamos”.
“Este proceso que lidera la UAR está encaminado a incorporar en todos los ámbitos del rugby argentino el desarrollo de prácticas, herramientas y espacios que respondan a una filosofía restaurativa”, agregó Sol Iglesias, Gerenta General del organismo que rige el rugby argentino.
Desde la UAR calificaron a esta iniciativa como “inédita, compleja y disruptiva”. Al mismo tiempo, recalcaron que se trata de un “ambicioso plan” que tiene por objetivo final “instalar una nueva cultura en nuestro deporte”.
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