Sus horas como reconocido boxeador de élite pasaron y hace rato que se dedica a formar promesas de la disciplina en el gimnasio que construyó en Las Heras, Mendoza. Pablo Chacón, ex campeón mundial y último medallista olímpico argentino en boxeo, afronta la pandemia del coronavirus con la misma actitud y ganas de pelear que exhibía en su época de profesional.
En el galpón ubicado en la calle Molinero Tejada, las clases personalizadas y el boxeo recreativo tuvieron que suspenderse, aunque el Relámpago todavía aloja a seis jóvenes (en general viven alrededor de 10) que se entrenaban a diario antes de la cuarentena. Ellos y sus hijos se las ingenian para subsistir: venden aceite, alcohol en gel y alimentos para mascotas para contar con un extra y paliar la crisis.
“Está jodido pero es así para todos”, le comentó a Infobae desde Mendoza. Actualmente llevan a cabo todos los protocolos y recomendaciones que brinda el Gobierno Nacional y la provincia cuyana.
Hace algunas semanas Chacón (tapaboca mediante) mantuvo una reunión con el subsecretario de Deportes de Mendoza, Federico Chiapetta, para avanzar en distintos temas que hacen a la actividad boxística mendocina durante la pandemia, según informó en las redes sociales.
“En lo que respecta a la normalización de la actividad de los gimnasios de boxeo y los eventos boxísticos, hacerle saber la existencia del protocolo elaborado por la FAB (Federación Argentina de Boxeo) para la actividad y la urgente necesidad de regularizar institucionalmente a la Federación Mendocina de Box”, especificó en su Instagram.
Hace algún tiempo, Chacón había declarado a este medio: “Calculo que voy a estar ligado al boxeo hasta el día que me muera. Espero sacar muchos campeones y, si no, darles oportunidades a los chicos para que mejoren su calidad de vida, salgan de las adicciones, de la calle, se eduquen y se formen como personas a través de esta disciplina”. Hoy le pone el hombre a la adversa situación y los motiva a salir adelante.
Cuando en su gimnasio todavía se respiraba normalidad (previo a la cuarentena), el ex pugilista que obtuvo el bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 se las ingeniaba para obtener indumentaria y calzado para sus pupilos. Algunos de ellos estudian y hacen changas para darse algún pequeño gusto. Su mano derecha es Armando Aníbal Andrada, con quien trata de cubrir todas las necesidades.
Hace dos días se cumplió el 19° aniversario del título que obtuvo como campeón de peso pluma de la OMB al derrotar por nocaut técnico al húngaro Istvan Kovacs en Budapest. A casi dos décadas del hecho con el que se metió en los libros grandes del boxeo argentino, mantiene el mismo espíritu de lucha afuera del ring.
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