El episodio de Jonathan Silva en la Selección: “Estaba en calzoncillos mirando TV, golpearon la puerta y era Messi”

El defensor reveló una anécdota vivida durante una concentración con Argentina

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El defensor reveló una anécdota vivida durante una concentración con Argentina

Jonathan Silva, defensor surgido en la cantera de Estudiantes de La Plata con paso en Boca y las juveniles de la Selección, también tocó la Mayor, donde gozó de la experiencia en primera persona con Lionel Messi y otras estrellas nacionales. El futbolista del Leganés de España recordó una anécdota con el astro del Barcelona durante la concentración.

“Un día estaba tomando mates con Messi, Mascherano, Agüero y Di María. Todos juntos en una pieza y yo, o sea un sapo de otro pozo que no tenía nada que ver”, comentó el lateral que fue convocado cuando Gerardo Martino era el estratega del combinado albiceleste.

Y siguió: “Un día nos juntamos a jugar al blackjack cartas y yo no sabía que al otro día se iban a juntar de nuevo. Terminamos de comer y me fui a la pieza. Estaba en calzoncillos mirando televisión y me golpean la puerta. Pensé ‘¿quién mierda es?’. Abro y era Messi. Le pregunté que pasaba y me dice 'te estamos esperando para jugar a las cartas. Así como estaba desvestido, me vestí en un segundo. No lo podía creer, no me lo voy a olvidar nunca en mi vida. La verdad que todos se portaron muy bien”.

En diálogo con las redes sociales oficiales de Estudiantes, Silva (25 años) aseguró que se ilusiona con volver al Pincha algún día y aseguró que tendrá que ser en “perfectas condiciones” físicas. Su cuenta pendiente es ganar algo con el club que lo vio nacer, donde también guardó una anécdota con Juan Sebastián Verón.

Siendo jugador de la Primera del León, Jony fue camuflado a ver carreras, picadas. Tuve la mala suerte de que alguien lo distinguió pese a que trató de ocultar su perfil con una gorra: “Fue una de las cagadas a pedos más picantes de mi vida. Yo iba a ver, me llevaba los matecitos y miraba. Al otro día me dijeron que la Bruja (Verón) se había enterado y me iba a matar”.

Pasaron dos o tres días hasta que Verón fue a su encuentro: “Me dijo que me iba a encintar (atar) y me iba a meter en un auto de TC para que vaya a toda velocidad y dijera si me gustaban las carreras. ‘¿Cómo vas a ir a las picadas?’, me dijo. Fue una cagada a pedos de un padre a un hijo, de un hermano mayor a uno menor. Pero bueno, era chico, pensaba que no iba a tener tanta repercusión. Entendí que es la imagen del club y hay que ser consciente de lo que representamos”.

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